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La Nueva LectoraAlma.
Me estoy alistando para ir al trabajo, acompañada de mi amiga y mi tío Flavio. Una de las sirvientas me avisa que el desayuno me está esperando.
Al bajar, encuentro a mi tío y a mi amiga en el amplio comedor, un espacio que podría albergar a una familia de doce.
Pobre de mi tío, ahora comprendo por qué busca a sus familiares; debe sentirse solo aquí.
— Buenos días a todos — saludo, y ellos me responden.
— ¿Cómo dormiste, pequeña? — pregunta mi tío.
— Bien, gracias por preguntar — le contesto mientras me acomodo en la mesa para desayunar. — Tío, no sé si es mucho pedir, pero anoche pensé en algo que me gustaría solicitarte.
— Claro, dime.
— Como sabes, mi segundo apellido es Dupont — asiente —, ¿podrías presentarme en la editorial como una empleada más y no solo como tu sobrina? No quiero que piensen que estoy allí por ser tu familiar, sino porque realmente quiero intentarlo.
— Eres igual a tu madre, a ella nunca le gustaron los privilegios; siempre se ganó su lugar con esfuerzo — dice mi tío con orgullo. — Si eso es lo que deseas, por supuesto que te ayudaré, siempre y cuando sigas trabajando en la editorial.
— Gracias, tío. No te preocupes, nunca dejaré ese trabajo.
Después de acordar mi solicitud, finalizamos la comida y nos dirigimos a la editorial, sin imaginar que se encuentra en un rascacielos de unos treinta pisos.
Al llegar, notamos un estacionamiento donde el chofer de mi tío aparcaba su lujoso Mercedes Maybach. Al entrar al edificio, en el lobby nos solicitan información para crear nuestras credenciales, pero mi tío pide que las preparen rápidamente, ya que tenemos prisa. Subimos en el ascensor hasta el último piso, donde se encuentra la amplia oficina de mi tío. Al entrar, él llama a su asistente.
— Dalia, quiero que conozcas a Alma y a su amiga Andy —ordena, mientras nos presentamos. — Necesito que le asignes la oficina que ocupaba Lorenzo, ella será la nueva lectora de nuestra editorial.
— Como usted ordene, señor Flavio —responde Dalia, y mi tío me hace un gesto para que la siga. Nos conduce a una oficina decorada en madera de tonos cálidos, con un elegante escritorio de madera caoba y un sillón de cuero beige y un ventanal que ofrece una vista impresionante de la ciudad.
Al otro lado de la habitación, hay un conjunto de sofás que coinciden con el color de mi silla de escritorio, y junto a ellos, una estantería de madera repleta de libros que seguramente pertenecen a la misma editorial.
— Si necesita algo, señorita, no dude en decírmelo, estoy a su disposición— comenta la asistente de mi tío.
— Gracias, estoy bien. — Ella asiente y se aleja.
— ¿Qué piensas, Andy? — le pregunto, notando que parece más sorprendida que yo.
— De verdad, me encantaría tener un tío abuelo como el tuyo, Darling. — Nos reímos mientras sacudo la cabeza. — ¿Cuál es tu trabajo aquí?
— La verdad, no le pregunté a mi tío — empiezo a recorrer la oficina cuando alguien toca la puerta — adelante.
Mi tío entra acompañado del señor Petit.
— Hola, Alma, me alegra verte aquí y que hayas aceptado la propuesta de tu tío — dice el señor Petit — he venido para explicarte un poco sobre tu trabajo y el contrato que necesitas firmar.
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+21 Un Amor Inalcanzable
De TodoAlma, una joven que nunca ha vivido el amor ni el romanticismo, ve su mundo transformarse con la llegada de un enigmático personaje que podría alterar su destino, aunque su reconocimiento sea un espejismo. Damián, por su parte, es un maestro en el...