capítulo 1

34 5 0
                                    

En un mundo donde los alfas y los omegas coexistían con criaturas sobrenaturales, Chuuya, decidió escapar de su hogar. Cansado de las restricciones y las expectativas de su familia, se adentró en el bosque, disfrutando de la belleza natural que lo rodeaba. Sin embargo, el tiempo pasó rápidamente y, antes de darse cuenta, la noche cayó sobre él.

Perdido y sin saber cómo regresar, Chuuya comenzó a escuchar aullidos en la distancia. El miedo lo invadió y corrió tan rápido como pudo, hasta que encontró una mansión abandonada. Sin pensarlo dos veces, entró en el edificio, buscando refugio. La mansión era oscura y tenebrosa, con una atmósfera que hacía que su piel se erizara.

Lo que Chuuya no sabía era que la mansión no estaba tan abandonada como parecía. En su interior vivía Dazai, un alfa vampiro conocido por su naturaleza traicionera. Dazai observó a Chuuya desde las sombras, intrigado por la valentía y la desesperación del joven omega.

Chuuya, ajeno a la presencia del vampiro, exploró la mansión en busca de un lugar seguro para pasar la noche. Pero Dazai no tenía intención de dejarlo ir tan fácilmente. Con un movimiento rápido y silencioso, apareció frente a Chuuya, sus ojos brillando con una mezcla de curiosidad y hambre.

“¿Quién eres y qué haces en mi hogar?” preguntó Dazai, su voz suave pero llena de autoridad.

Chuuya retrocedió, su corazón latiendo con fuerza. “Me perdí en el bosque y… y escuché aullidos. No sabía que esta mansión estaba habitada.”

Dazai sonrió, mostrando sus colmillos. “Ahora lo sabes. Y me temo que no puedes irte.”

Chuuya sintió un escalofrío recorrer su espalda. Sabía que su vida cambiaría para siempre en ese momento. La última vez que vería a su familia, sería como un omega atrapado en las garras de un alfa vampiro.

prisionero de la oscuridad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora