Soledad

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Las lunas estaban sorprendidas por lo que les había dicho Urano

Sabían que Júpiter era un poco “especial” cuando se enojaba, pero que no mame con eso.

— No sabía que júpiter era capaz de eso..— Ganimedes miró hacía otro lado, decepcionado de Júpiter, ya que lo admiraba demasiado.

Europa suspiro pesadamente — Lo mejor será que regresemos, o júpiter sé dará cuenta de que no estamos.

Calisto miró a urano — ¿Que podemos hacer al respecto?

— No lo sé...Sólo quiero encontrar a neptuno..— Urano limpió algunas lágrimas que resbalaban por sus mejillas.

— Te ayudaremos a encontrar a neptuno — Dice ganimedes mientras le sonríe seguro de si mismo.

— ¿Por qué quieres hacer eso? — El anillado miró sorprendido a la luna mayor.

— Pues...mi planeta golpeó a tu amigo, y gracias a eso no lo encuentras, así que te queremos ayudar — Ganimedes se sintió raro al decir eso. Ya que se la pasaba mentandole la madre a las lunas, y actuar amable, lo hizo sentir ¿Bien? (No es ship alaverga)

— Gracias..— Sonríe levemente mientras veía a ganimedes.

Ganimedes le sonríe de vuelta — Ya vámonos bola de pendejos, Júpiter se va a dar cuenta y nos va a cargar la verga.

Calisto rodó los ojos y tomo a Io del brazo, para después empezar a caminar hacia su orbita.

Europa simplemente miró a ganimedes unos segundos y se fué con calisto e io.

Esperaba que júpiter no sé haya dado cuenta de que salieron de su orbita.

Mientras que por otro lado, tierra estaba preocupado de que sus parejas no llegaban a verlo.

Luna intentaba calmarlo. Sabía que la razón de la ausencia de ellos era porque estaban trabajando en algo que posiblemente le encante a su planeta.

— Tranquilo, ellos si van a venir, sólo....dales tiempo ¿Si? — El satélite natural acaricia la espalda de su planeta, el cuál le sonríe levemente.

— Tienes razón...no debo de pensar en cosas malas, ellos seguramente están bien — Siente cómo su bebé se mueve levemente, haciendo que sonriera.

— ¿Les dirás sobre lo que pasó hace rato? — Luna mira con preocupación al contrario.

— Si... Sólo que no quiero ponerlos en peligro por eso...— El planeta con vida suspira pesadamente mientras acaricia su pancita.

El satélite natural miró hacia otro lado. Le preocupaba el por qué ese planeta quería al suyo. Sabía no tenía buenas intenciones con tierra.

— Todo va a salir bien, tranquilo..— Sólo esperaba que su planeta o su bebé no salieran lastimados, por culpa de ese planeta.

De un momento a otro, la puerta de ahí se abrió dejando ver a venus y a marte, los cuales le sonrieron a tierra.

El planeta con vida fue rápidamente con ellos, recibiendolos con un abrazo.

— Los extrañé mucho..— Dice mientras seguía abrazandolos.

— Nosotros también tierra — El planeta rojizo corresponde al abrazo.

— Necesitamos que vengas con nosotros. Tienes que ver algo — Venus le sonríe al de mayor tamaño.

— Entonces vamos — Tomó las manos de sus parejas y miró a su luna, la cuál asintió.

— Cuidenlo mucho ¿Si?

Marte y venus asintieron — Tranquilo, está en buenas manos — Dice venus mientras le sonríe nerviosamente.

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El Bebé De Tierra [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora