El Bebé De Tierra [Editando]

Declaración de amor

Marte se encontraba llendo a la órbita del planeta con vida.

Pensaba en declararsele en esos momentos. Sonaba algo raro viniendo de él, pero había pasado demasiado tiempo con tierra durante bastante tiempo, y había desarrollado sentimientos hacia el desde mucho que tierra se embarazara.

Prácticamente, desde que se enteró de su embarazo lo iba a visitar casi a diario para ver cómo estaba él y el bebé, aveces buscaban nombres para el bebé.

Se preguntaba si tierra lo aceptaría cómo su pareja y padre del bebé. S haría cargo de su bebé y lo amaría y cuidaría como si fuera su propio hijo.

Mientras tanto tierra se encontraba se encontraba siendo cuidado por su luna.

Tenía seis meses, y su bebé se movía más de lo normal cosa la cuál hacia que se hicieran temblores en distintas partes del mundo lo cual afectaba en gran parte a sus terricolas, aunque a tierra le parecía gracioso eso.

Derrepente escuchó como tocaban la puerta de su casa,se iba a levantar a abrir la puerta pero su luna no se lo permitió.

— Yo abro la puerta ¿Si? Tú sigue descansando — Dice mientras se dirigía a la puerta.

Cuando abrió la puerta vió a marte, lo cual ya no sorprendia tanto, ya que marte casi siempre se la pasaba viendo a tierra casi a diario para ver cómo estaba él y su bebé.

— Adivino ¿Vienes a ver a tierra verdad?

El planeta rojizo sólo sonrió nerviosamente y asintió.

— Tierra está donde siempre, sólo no lo andes chingando ¿Si? — El satélite natural le sonríe de manera rara al contrario, el cuál se dedicó a ir a dónde estaba el planeta con vida.

Marte abre la puerta, y sonríe con un leve sonrojo al ver a tierra.

— ¡Marte! ¡Que bueno que llegas! — Tierra se levanta de la cama para ir a abrazar a su amigo.

El contrario corresponde al abrazo — Hola tierra, hola bebé — Dice mientras acariciaba el vientre de tierra e hizo que el bebé se empezará a mover.

— Al parecer el bebé ya te reconoce marte.

— Lo sé tierra, siempre estaré contigo y tu bebé — Le sonríe felizmente lo que provoca que tierra se sintiera feliz por las palabras de marte.

— Claro que si marte — Tierra le sonríe de vuelta.

Marte suspira y mirá al contrario — Oye....Tengo que decirte algo importante que te quiero decir, pero no te lo tomes mal ¿Va? — Mira al planeta con vida un poco sonrojado por lo que iba a decir cosa que llamó su atención.

— Tranquilo, no me lo tomaré mal — Mira calmado a su amigo ¿Que cosa tendría que decirse para que se lo tome a mal?

Marte suspiro — Mira....Desde hace tiempo tú has sido el planeta más hermoso que he visto y preciado desde que he existido.... Tú haces que mi vida este acompletada. Quiero que tú y tu bebé sean los únicos seres los cuál voy a amar con todo mi núcleo — Entrelaza sus manos con las del contrario — Solo quiero que estemos los tres juntos.

Tierra se quedó atónito por lo que le acababa de decir su amigo. Sabía que marte le ocultaba algo....Pero ¿Sentir algo por él? No sabía que decir exactamente. Por un lado sentía algo por marte, pero por otro lado, quería criar al bebé el solo.

¿Que debía de hacer?

— Mira...yo también siento lo mismo que tú, así que ¿Tal vez podríamos intentar ser una pareja? O por lo menos intentar que funcione — Le sonríe levemente y pone sus manos en las mejillas del contrario.

— Gracias...Tierra — Toma con delicadeza las manos de tierra.

Los dos se miraron unos segundos, para después empezar a acercarse el uno con el otro, para después darse un tierno beso, lo cual sorprendió a tierra pero termino correspondiendo.

Siguieron así, hasta que marte le empezó a dar besos en el cuello a tierra, cosa que hizo que sintiera un cosquilleo. Estaban tan concentrados en sus cochinadas que no se dieron cuenta de que la luna de la tierra miró a marte con ganas de agarraselo a vergazos.

-— No mamen ¡Si van a hacer sus cosas mejor cierren la puerta! — Dice  luna bien emputado, tomandolos por sorpresa haciendo que ambos se asusten.

— ¿Desde cuándo estás aquí! — Tierra mira asustado a su luna.

— Desde que marte llegó...

— Perdóname por no ver qué estabas ahí, lunita — El planeta de mayor tamaño se acercó a su satélite natural y lo abrazó.

— No importa.... Pero ¡Tú! — Señala de manera agresiva al planeta rojizo — ¡Vete de aquí antes de que dañe tu corteza!

— Luna, no digas eso...¿Por qué no vas mejor a ver a tus amigos?

— Bien, voy por qué tú me dices, y para no seguir viendo a marte — Luna mira una última vez al planeta rojizo para después irse.

— ¿Crees que le diga a los demás sobre lo que vió?

— Si, pero no importa — Tierra besa la mejilla de marte, lo cuál hizo que se sonrojara.

Tal vez ser pareja de marte sería demasiado emocionante.

Quemen esta historia