𝟐. 𝐄𝐋 𝐂𝐀𝐌𝐈𝐍𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐁𝐑𝐔𝐉𝐀

4 2 0
                                    

── ᵎᵎ ✦ ──

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

── ᵎᵎ ✦ ──

LILITH SANDERSON SIEMPRE RECORDARÍA LA NOCHE DE 1692 CUANDO SU VIDA CAMBIÓ PARA SIEMPRE. El calor de las llamas y los gritos de la multitud aún la perseguían en sus sueños, recordándole el sacrificio de Roxanne, su mentora. En ese momento, mientras veía cómo la persona que más amaba era consumida por el fuego, hizo una promesa silenciosa: no volvería a ser una víctima. Esa noche, Lilith empezó un camino sin retorno, uno marcado por la soledad y el autodescubrimiento.

Los primeros años, entre 1693 y 1695, fueron de supervivencia. Lilith vagó por los bosques y aldeas de la Nueva Inglaterra colonial, siempre un paso por delante de las cacerías de brujas. Sus noches eran frías, llenas de miedo y culpa, pero también de una determinación creciente. Las lecciones de Roxanne, aunque lejanas, seguían guiando sus movimientos y manteniéndola con vida. Practicaba los conjuros básicos que recordaba, perfeccionándolos en la soledad de la noche.

En 1696, tras cruzar la frontera canadiense, Lilith encontró refugio en un pueblo franco-indígena. Allí conoció a una anciana curandera que le habló de los Grimorios Perdidos, antiguos textos que contenían un poder inmenso. La mención de estos libros encendió una chispa de esperanza en Lilith. Con renovada determinación, se embarcó en una travesía hacia Europa en 1700, cruzando el Atlántico a bordo de barcos mercantes y ocultándose en las sombras.

Entre 1700 y 1705, Lilith exploró Europa, moviéndose por los antiguos bosques de Francia, las colinas de Escocia y los monasterios abandonados de los Alpes. En 1703, halló el Grimorio Carmesí en una abadía olvidada. Las páginas del libro susurraban con voces antiguas y misteriosas, y cada hechizo que aprendía fortalecía la magia roja en sus venas. Sin embargo, comprendió rápidamente que el poder tenía un precio, y que la línea entre control y destrucción era delgada y traicionera.

En 1706, la Hermandad de las Sombras la descubrió. Este grupo de brujas y hechiceros valoraba el equilibrio entre la luz y la oscuridad y puso a prueba a Lilith desde el primer día. Durante los dos primeros años, enfrentó pruebas que desafiaban su cuerpo y su mente, llevándola al borde de la extenuación. Cada ritual y práctica la enfrentaban a sus peores temores, pero Lilith no se rompió. En cambio, transformó su dolor en fuerza y su rabia en un motor imparable. Aprendió a controlar la magia roja, usándola no solo para destruir, sino también para crear y proteger.

En 1710, Lilith ya era una figura respetada dentro de la Hermandad y adoptó el nombre de Mystica. Este nombre marcaba su renacimiento, un símbolo de que había dejado de ser la niña asustada que una vez fue. Mystica se dedicó a aprender con avidez, dominando tanto las artes mágicas ancestrales como las más modernas.

La verdadera prueba llegó en 1716, bajo una luna sangrienta. La Hermandad desafió a Mystica a invocar y someter a un espectro de guerra, un ente antiguo que había reclamado las almas de muchos brujos antes que ella. La batalla que siguió fue brutal, una danza de poder y resistencia donde cada conjuro exigía lo máximo de su ser. Mystica luchó con cada fibra de su cuerpo, sintiendo cómo la energía la drenaba y fortalecía a la vez. Finalmente, con un último grito cargado de poder, el espectro se rindió y se ató a su servicio, convirtiéndose en guardián de sus secretos. Este momento selló su destino como Mystica, una bruja que inspiraba tanto respeto como temor.

En los años siguientes, Mystica recorrió el mundo, dejando su huella en los oscuros canales de Venecia, los imponentes castillos de Europa del Este y las tierras místicas de Oriente. Cada enfrentamiento y descubrimiento la hicieron más poderosa, pero también más consciente de la soledad que pesaba en su alma. Con cada victoria, recordaba el sacrificio de Roxanne y la distancia que la separaba de sus seres queridos.

Adán, su hermano mellizo, había tomado un camino oscuro impulsado por la ambición. Los encuentros entre ellos eran breves y tensos, cargados de silencios y palabras que cortaban como cuchillos. Mystica sabía que su enfrentamiento era inevitable, y que el desenlace podría ser devastador.

Selene, la menor de los Sanderson, seguía siendo su ancla en un mar de incertidumbre. Su magia lunar, pura y sanadora, ofrecía un rayo de luz en la oscuridad que rodeaba a Mystica. Sin embargo, incluso Selene comprendía que el destino de su hermana estaba sellado con decisiones difíciles y peligrosas.

En 1990, Mystica encontró una nueva razón para creer en alianzas inesperadas. Fue en Brasil, durante una de sus travesías por Sudamérica, cuando conoció a Lord Fanny. Era una noche calurosa en Rio de Janeiro, donde la música y las luces inundaban el aire con una energía vibrante. Mystica, en busca de un amuleto antiguo, sintió la urgencia de adentrarse en un bar desvencijado cerca del puerto. Las risas, el crujir de la madera bajo sus pies y el aroma a ron y tabaco creaban un ambiente caótico.

En el centro de la sala, una figura luchaba por levantarse. Su vestido brillante estaba rasgado y el maquillaje corrido narraba una historia de humillación. Era Lord Fanny, una chamán poderosa cuyo poder ancestral desafiaba las expectativas. Un grupo de hombres la rodeaba, riendo con desprecio. Uno de ellos murmuró con odio: "Marica".

La furia de Mystica fue inmediata. Su magia vibró bajo su piel como un relámpago. Con un gesto rápido, levantó una mano y conjuró una barrera de energía roja que lanzó a los agresores contra las paredes, silenciando el bar. La multitud se apartó, observando con asombro.

—No te atrevas—, su voz, baja y firme, llenó el lugar. Los hombres, paralizados por el miedo, huyeron torpemente al exterior.

Mystica se arrodilló junto a Fanny, quien, con una sonrisa trémula, susurró:

—Vaya manera de hacer una entrada—. Sus ojos, llenos de agradecimiento y una chispa de desafío, reflejaban una historia de lucha que Mystica entendía demasiado bien.

—Estás a salvo ahora—dijo Mystica, suavizando su tono mientras la ayudaba a levantarse. Bajo la luz de las estrellas, y lejos del bullicio, curó sus heridas con un suave toque de magia.

Aquella noche marcó el inicio de una alianza inesperada, una que uniría a Mystica y a Lord Fanny en un camino donde la magia y la amistad demostrarían ser las fuerzas más poderosas contra la oscuridad.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 2 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐌𝐘𝐒𝐓𝐈𝐂𝐀 ─ 𝘏𝘢𝘭 𝘑𝘰𝘳𝘥𝘢𝘯Donde viven las historias. Descúbrelo ahora