CAPITULO 4

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MALDITO INFIERNO

Mis tres días de descanso terminaron y me encaminaba hacia mi tortura: ' El colegio'.
Cuanto daría para no volver a verles la cara a esos animales que tenía de compañeros... pero ya que.
Me puse mi uniforme y salí sin desayunar... como siempre. El día estaba como me gustaba; nublado.
Mi vecino tambien salía apurado tratando de alcanzarme así que lo esperé.
- Hiley! Esperamee! - me dijo desde lejos Zack.
~ Buenos días Zack.~ lo saludé sonriendo.
- Buenos días Hiley ¿Cómo amaneciste?
~ Bien ya no siento dolor cuando estoy parada.
- No sabes cuanto me alegra... oye ¿ya desayunaste?.
~ Nou.
- ¡Lo sabía!- contestó emocionado- por eso... te preparé un sandwich.
~ Ouu muchas gracias. De verdad te lo agradezco.
- No hay problema - sonrió satisfecho

Me dediqué a devorarme el sandwich y la verdad estaba delicioso. Caminamos juntos conversando hasta que llegamos al colegio, llegamos temprano así que Zack me pidió que lo acompañara a la dirección para ver en que aula le tocaba así que fuimos a la DIRECCION. El director de mi colegio era amigo de mi papá pero después de lo que le hizo a mi mamá él dejó de ser su amigo. Ese señor me caía super bien y siempre me ayudó en lo que pudo.

> ¡Buenos días Hiley!
~ Buenos días profesor Colleman.
> Janeth me dijo que tuviste un accidente ¿qué fue lo que pasó? - al menos ya había hablado mi mamá.
~ Ah sí, me caí de frente y me rompí la nariz.
> Huy pobrecita... pero ya estás mejor ¿verdad?.
~ Sí ya estoy mejor... gracias a él ~ y señalé a Zack.
> Ah! Lo siento buenos días joven - El profesor saludó a Zack con un apretón de manos y Zack sonrió nervioso.
- Buenos días profesor Colleman. Porfavor me puede ayudar con mi ubicación.
> Claro no hay problema... vamos a ver...- y comenzó a revisar su computadora - ... ya que ayudaste a Hiley vas a estar en la misma clase que ella.

Yo me sorprendí ( esto debe ser trabajo de mi madre ) y pude observar cierta satisfaccion en la cara de Zack,  mi vida en el colegio era de verdad una tortura había una chica en mi clase que le satisfacia hacerme la vida un infierno, no tenía ningún amigo por que todos pesaban que era una chica rara... al principio me afectaba pero ahora no, nunca tuve un amigo, nunca nadie se preocupó por mí, nunca supe lo que era tener a alguien a quien le contara mis pensamientos es más nunca hice un trabajo grupal así que se me iba hacer difícil acostumbrarme a Zack... pero después de todo él no me caía tan mal.

- ¡Perfecto! Profesor Colleman.
~ Es enserio...
> Sip. No te preocupes Zack te vas a adaptar rapido los chicos de esa clase son muy sociables.
~ Sii se nootaa - sarcasmo.
- ¿No es así Hiley? - Zack me miró preocupado.
~ La verdad no sé
> Bueno chicos a sus salones que ya mismo empiezan las clases.

Estaba muy nerviosa esto era algo muy raro para mi - llegar a la clase acompañada de un chico no era algo muy normal para alguien como yo - Esto era algo muy incomodo.

- Hiley estás bien te veo algo preocupada.
~ No... e-estoy bien.
- ¿Segura?
~ Sí niño no tienes que preocuparte por mí siempre.
- Ok.

Entramos y ya había media clase en el salón y todos me vieron sorprendidos no podían creer que yo tenga un amigo.
Sofía - la hija del diablo - se le acercó a Zack mostrando sus muy abultados senos me hizo a un lado de manera tosca pero no le di importancia y busqué mi asiento. Ella le dijo:

- Hola niño nuevo ¿como te llamas?
- Zackarías Patterson pero para mis amigos soy Zack.
- Aww "Zack" me encanta tu sexi nombre - me sorprendia el grado de "zorriedad" que comenzaba a alcanzar.
- Ah sí... pero Zack solo me dicen mis amigos que por el momento no son mas que Hiley.
La hija del diablo se asombro al punto de deformar su cara de duende - Eres amigo de "esa" - .
- Sí... soy amigo de Hiley.-
- Ten cuidado Zacky ella puede lastimarte-.
- ¿Por qué lo dices?.- Yo miraba todo desde mi puesto; Zack evitaba tocar sus montañas toraxicas y ella lo acorralaba contra la pared.
- Te lo dejo de tarea pero si quieres una verdadera amiga me siento ahí - y señaló su puesto con su larga uña de bruja.

 ENTRE AMOR Y DECEPCIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora