CAPITULO 7

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APRENDIENDO A CONFIAR

Ha pasado ya tres días desde que decidí contarle todo a Zack, nos hemos hecho un poco mas cercanos desde que me encontró llorando en el baño... que patético. Pero aun así se mostró amable y me hizo - si se podía llamar así - confiar en él, ya lo sabía todo.

Al regresar el pasó todo el día junto a mí, en el descanso, en clases, en la salida, caminamos juntos a casa. Mi hermano lo invitó a pasar, le había caido bien. Zack es alguien amigable y sabe contar chistes buenísimos, siempre sabe que hacer y que decir. Esa noche mamá llegó y al ver a Zack se alegró mucho e hizo pastel, tenía que recompensar a mi niñero, conversamos mucho y decidí acompañarlo a casa, pero mamá dijo que le enseñara el patio trasero que se conectaba con el delantero por un ancho pasillo, en esa parte mamá había puesto muchas flores de distintos colores, en el todo el camino habían adoquines ,en el patio trasero estaba el juego de patio de mamá ; una mesa grande con seis sillitas alrededor cubiertas por un techo grande sostenido por pilares con diseño de ramas de vid, al lado de eso estaba la casita en la que jugaba con Jhon y el columpio de cuatro asientos que aunque no los utilizabamos mamá les daba mantenimiento, así que salimos al jardín .
Afuera hacía un frío típico de la época lo que me hizo dar un estornudo por el cambio de temperatura, Zack me cubrió con su saco, su gesto me sorprendió y lo miré confundida pero él seguía con su mirada al frente, tranquila y alegre, sonreí, me sentí feliz pero... no me quería acostumbrar.

- Me la he pasado muy bien, ese pastel estuvo de-li-cio-so.

~ Sí mamá es especialista en eso, le gusta la repostería. Pero ya los deberias haber probado - dije casi preguntandole - tus papás son socios de su empresa.

- Sí lo sé pero jamás me dan pastel.- dijo como niño resentido.

Me reí silenciosamente ante su actitud y agaché mi cabeza el me miró e inclinandose hacia mí - cabe acotar que es una cabeza mas alto que yo - golpeteó mi nariz cariñosamente.

- No pareces haber sufrido accidente alguno.

~ Estaba un poco hinchada esta mañana.

- Perdoname Hiley, no miré por donde iba.

~ Ya no importa Zack, ya te perdoné - el me miró y abrió sus ojos con alegría.

- Eso quiere decir que... ¡ya me gané tu perdón!

~ Mmmm... ¿sí? - no sabía porque se alegraba tanto.

- Parecía que no me lo ganaría pero con decisión y esfuerzo extremo lo conseguí - dijo imitando a futbolista entrevistado despues de ganar un partido - solo les puedo decir que nunca se rindan y siempre sigan adelante, si se quiere ¡sí se puede!.

No pude mas y lancé una carcajada, y entonces recordé lo que le había dicho en el hospital: "Tendras que ganarte mi perdon". Al llegar miró todo con curiosidad yo me senté en el columpio favorito de mamá, y me quedé observandolo. Él no era normal, aunque lo traté mal aquel día no me dejó sola me acompañó y hasta me cuidó, creo que lo traté muy mal.

~ Zack... - Lo llamé en un hilo de voz.

- ¿Sí? - preguntó curioso mientras se sentaba en el columpio de al lado.

~ Estem... Ahmm... Creo que... Te debo una disculpa - me miró con ojos curiosos - Disculpame Zack... fui un ogro.

- Yo... mmm...tendrás que ganarte mi perdón - dijo imitandome con voz chillona, reímos los dos - ya enserio, Hiley yo te perdono tu caracter de ogro al conocernos.

 ENTRE AMOR Y DECEPCIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora