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Matthew seguía intentando encontrar  señal pero era imposible e inútil, todos observaron a Gyuvin muy molestos.

— ¿Qué?

— Tú empujaste a Yujin, es tú responsabilidad ir a buscarlo.

— Lo saqué porque ustedes querían obligarme a ir a mí.

— Estoy de acuerdo, tu deberías irte  — Expectó el mayor de todos.

— Pienso igual - Dijo Hanbin

— Pero yo creo -

Iba a hablar Ricky, pero la mano del más alto sujetando fuertemente de su brazo hizo que se callase y agachara la cabeza.

— Está bien. Iré, hablar con ustedes es como hacerlo con unos perros.

Gyuvin pateó la silla y abrió la puerta, salió del aula y camino en la oscuridad. Zhang fue rápidamente para volver a cerrar la puerta de metal.

— ¿Creen qué de verdad Gyuvin irá a buscar a Yujin?

— No lo se, el es capaz de marcharse y dejarnos...

— No digan eso, Gyuvin ayudará a Yujin...

Habló Ricky que se había tragado todas sus palabras desde hace un buen rato. Hanbin lo miró molesto y notablemente celoso.

— Desde que entramos a este maldito salón lo andas defendiendo ¿Acaso no lo superaste?

— No es eso, es que no quiero que lo vean como una mala persona cuando no lo es. Intenta llamarlo para ver que si nos ayudará

Matthew un poco como que no le creía al rubio pero aún así tomó su teléfono móvil y le marco a compañero, el teléfono sonó y sonó pero el chico lo rechazó.

— Colgó mi llamada...

Ricky sacó su teléfono de su bolsillo y buscó el contacto de Gyuvin, lo llamó y a los segundos tomó la llamada.

— Rich

— Gyuvin, ¿dónde estas?

— Estoy buscando a Han, pero no lo estoy encontrando por ningún lado

— Ven, les dije que el lo haría, ¿buscaras ayuda?

—Si te soy sincero, no quiero hacerlo...

Ricky se volteó para darle la espalda a su novio y hablar un poco más bajito.

— ¿Lo harías por mi?

—Esta bien. Solo por eso. Me voy.

Colgó el teléfono, Shen guardó el aparato, Sung estaba molesto y Taerae sonreía...

— Alguien vendrá a ayudarnos, ya lo verán...

Hanbin con la mirada vacía y notablemente molesta se apartó de su novio y caminó hasta cerca de la puerta.

— Debo ir a orinar...

—Pero, no puedes salir, es peligroso... Gyuvin volverá con ayuda.

Le dijo Ricky tomando suavemente su brazo, el más alto lo apartó.

— Es verdad, si el asesino sigue rondando por ahí, puede entrar o atraparte - Le dijo está vez el profesor - Además entre los dos podemos protegerlos a ellos...

— Usted es mayor que yo y más fuerte, puede hacerlo sólo, además tengo que cumplir con mis necesidades...

Hanbin se acercó a la puerta, la abrió y salió, Zhanghao la cerró rápidamente y Ricky quedó un poco angustiado y asustado, no quería que algo le pasará a su novio o que hiciera alguna estupidez.

— Ya siéntate Shen.

Le habló el más bajito y el rubio sólo se sentó a su lado. Por otro lado, Taerae miraba incómodamente a Hao, este se dio cuenta y le habló

— ¿Qué me ves?

— Cuando la policía nos encuentre, querrán saber sobre el cuerpo muerto que había frente a nuestra puerta...

Zhanghao se reacomodó incómodo en su lugar.

— Lo hice para salvarlos, y todos lo saben...

— Todos lo saben, pero es Gyuvin quien está afuera y busca ayuda, cuando él lo logre lo verán como un héroe y le creerán más a él que a usted y todos nosotros juntos...

Hubo una pequeña pausa en silencio

— ¿Qué clase de padre piensa que quiere su hija? Uno que dejó morir a alguien para salvar su propia vida o uno que fue un héroe y buscó ayuda para todos...

Los otros tres jóvenes estudiantes que estaban ahí miraron al chico nuevo extrañados, osea, ¿Por qué decía todo eso? Así tan repentino y con una sonrisa que no daba muy buena espina.

El mayor se levantó del suelo, tomando de la mano a si hija.

— Cariño, debo irme...

— Pero, papá...

— Escucha, estaré bien, iré a buscar ayudar y te sacaré de aquí.

— Pero. Profesor, ¿y qué pasa si el asesino viene?

— Confió en que ustedes se las arreglarán...

Tomó a la niña y la abrazó, dejándola sentada al lado de Matthew, Zhang miro de una forma extraña al desconocido Taerae y caminó hacia la puerta.

—Shen, necesito que cierres cuando yo salga.

Y salió afuera, Ricky corrió y cerró la puerta, volviéndose a sentar en su lugar.













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