TRAMPA | ZB1

#O9

Iban caminado todos juntos, menos el castaño quien venía tranquilamente a uno o dos metros de ellos, Ricky iba al frente, Gunwook a su derecha y Matthew en la espalda, la niña en el medio, tomando la mano del rubio.

—Si alguien ve algo extraño, que lo diga.

—Claro...

Ricky miró a su izquierda, encontrando a la niña mirando su móvil.

—¿Qué haces?

—Trato de hablar con mi papá...

El chico sacó de su bolsillo su teléfono, Park lo vio.

—Llama a Gyuvin.

—Si esta con el asesino. ¿Lo iremos a ayudar?

—Si nos dice que está con el, nos alejamos - Contestó Matthew.

Ricky lo miró disgustado.

—¿Por qué eres tan desagradable?

—En situaciones como esta se deben de hacer sacrificios...

—Matt tiene razón, vamos, llama a Gyuvin...

—Oh no, mi móvil no funciona - Dijo la niña.

—El mío si funciona...

Contesto Ricky y miró su móvil, tecleando en este, estaba hablando con Gyuvin.

—¿Dónde está Gyuvin? Así vamos por el camino contrario...

—Esta hacia allá.

El chico que iba al frente señaló a sus espaldas entonces era obvio que irían hacia el frente como ya lo estaban haciendo, Ricky miraba su teléfono algo nervioso y cuando alzó la mirada se llevó un susto al ver los maniquíes de una de las aulas en la ventana, claramente su susto también les llegó a los otros que iban a su lado pero siguieron con su camino luego de suspirar.

El rubio siguió mirando su teléfono mientras caminaba a paso lento sin darse cuenta de que Park observaba como todo metiche su conversación y paró en seco, deteniendo a Matthew y a la menor.

—¿Qué sucede?

—Ricky nos mintió. ¡Nos está llevando a donde está Gyuvin!

—¡No es verdad!

—Claro que lo es. Yo lo vi, a ver, dame el teléfono.

Shen escondió el aparato en sus espaldas, tratando de esquivar a sus compañeros quienes se lo querían quitar, empujó a Gunwook haciendo que el móvil de este cayera en las rejas de las cañerías que había en el suelo.

—Oye. ¡Mi teléfono!

—Si no lo querías mostrar era por que nos llevabas hacia Gyuvin.

—Sólo se preocupan por ustedes mismos...

—Harás que nos maten, puedes irte sólo...

Matthew y Gunwook tomaron de los hombros a la niña y fueron caminando lentamente hacia atrás mientras que Ricky sujetaba su teléfono y seguía su camino inicial con algo de miedo por la oscuridad que los rodeaba.

Park y Seok abrieron sus ojos tan grandes como un plato y gritaron hacia el chico.

—¡Cuidado!

Y un cuerpo se le tiro encima...