1 ¿Fortuna o desgracia?

36 4 4
                                    

♪: Amorfoda – Bad Bunny

AXEL

Era el puente del 8 de diciembre, me desperté a las diez de la mañana por la alarma ya había tenido un día de descanso por ser festivo y la verdad que estaba ya bastante descansado, ese día había quedado con mi novia Alexandra para ir a comer al centro de la ciudad, al revisar algunos mensajes.

9:43 ALEXANDRA: Me acabo de levantar, ayer quedamos en que me recogerías a las 11:00 en punto en mi casa, dime si vienes en moto o vamos a ir en autobús por saber que me pongo.

10:04 AXEL: Claro, mi idea era ir en autobús que aparcar en el centro es un coñazo. Yo también me acabo de levantar, a las once estaré en tu patio, no tardes por dios.

Después de contestar me levante y me fui directo a la ducha para prepararme, tenía dos opciones y no sabía si ponerme un polo y unos vaqueros o una camisa con los vaqueros, pero bueno, ya vere después de cómo me vea.

Después de la ducha me probe los dos y al final decidí ponerme el polo verde y los vaqueros normales. A todo esto, aún no había desayunado así que me dirigí hacia la cocina para ver en el banco una bolsa con unos cruasanes, me preparé un café con leche y me senté en la mesa de la terraza.  

Sobre menos diez salí de mi casa, no vivía muy lejos de Alexandra así que me venía perfecto, al llegar a su portal y la vi bajar iba preciosa, llevaba un suéter gris con el pelo rizado (que le quedaba de maravilla) y una falda negra que le llegaba hasta los tobillos, pero era lo suficientemente ajustada para que se le resaltaran las curvas. Como diría mi abuelo que en paz descanse tiene más curvas que una rotonda, un comentario no muy bonito y que se quedaría en mi mente para siempre. 

Cuando abrió la puerta que daba a la calle me acerque para unir nuestros labios en un beso corto pero bonito y apasionado.

—Vas. —No pude decir ni una palabra más solo pude decir una onomatopeya. —Wow.

—Muchas gracias, tú también vas wow. —Dijo en broma, le puse un brazo sobre los hombros y nos fuimos hacia la parada de autobús. 

En el bus me senté y ella aprovechando la situación se sentó encima mía para variar, hoy estaba rareta, no me daba besitos ni me susurraba cosas al oído, comencé a sospechar que le pasaba algo no se si conmigo, con la vida o con otra persona. Al llegar al centro de la ciudad nos acercamos a la plaza donde se situaba el restaurante, allí fue donde tuvimos nuestra primera cita y encima el nombre del restaurante es ''Ritrovo italiano'' que significa encuentro italiano. No habíamos pasado un buen momento estas últimas semanas y ella estaba bastante distante de mí, pero aun así la quería con locura. 

Cuando nos dieron la mesa reservada (la misma que la de nuestra primera cita) la mire a los ojos y al mirarla lo tenía más claro que antes, algo no va bien, me lo decía su mirada que es lo más expresivo de las personas.

Ella se levantó y se fue al baño, levante el móvil y vi que mi mejor amiga Mariam me estaba llenando la bandeja de entrada con mensajes, cuando entro al chat me salto una llamada suya y no tardo en contestar porque es mi mejor amiga y que me llamase significaba que era importante.

—Dime. —Le digo.

—Se que estas con Alexandra, pero es que necesito un momento de tu vida. —Me dice y después se escuchan unos sollozos suyos.

—Que te ha hecho el cabron de tu novio. —Le digo en tono mas serio que antes. Una cosa es que se hayan peleado y otra es que ella este llorando cuando no suele llorar con nada esto ya es bastante serio.

—Es que... me he enterado que Andrés me esta poniendo los cuernos. —Sera hijo de su grandísima madre. —Y necesitaba contárselo a alguien para calmarme un poco más, no te robo mas tiempo de cita, hablamos luego, te quiero.

Cuando me mirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora