𝒯ℴ𝓇𝓂ℯ𝓃𝓉ℴ / ˢᵖʳᵉᵉⁿᵗᵉʳ

03!

Capitulo 2:Ecos de lo No Dicho
ᶜʳᵉᵃᵗᵒʳ ° ᶜⁱᵈ ᴷ ᴹ

¿¯\_('༎ຶ﹏'༎ຶ)_/¯ ?

El primer rayo de sol entró por la puerta sin puerta de aquella casa compartida, iluminando las escaleras de aquel lugar, mientras aún se encontraban profundamente dormidos los principales financieros de la casa. La calma de la noche se había extendido hasta la mañana, y por primera vez en mucho tiempo, la atmósfera era apacible. Sin palabras, sin discusiones, solo el suave sonido de la respiración compartida.

Spreen fue el primero en despertar, parpadeando contra una extraña luz que se filtraba por algun lugar de la vivienda. Al abrir los ojos, lo primero que notó fue la figura de Conter, acurrucado en su parte de la cama, tan cerca que casi podía sentir su respiración. Un pensamiento fugaz lo hizo sonrojarse: había olvidado lo tranquilo que se sentía estando tan cerca de él.

Por unos segundos, dejó que su mirada recorriera el rostro de Conter, estudiando las pequeñas arrugas que se formaban en su frente cuando dormía, la manera en que su cabello caía sobre sus ojos. Era una imagen que no tenía oportunidad de ver a menudo, y le sorprendió el leve cosquilleo que sentía en el pecho.

No pudo resistirse; extendió una mano temblorosa y, con el mayor cuidado, apartó el mechón de cabello que cubría la cara de Conter. Al hacerlo, sintió su corazón latir con más fuerza, temiendo despertarlo, pero al mismo tiempo deseando que ese pequeño gesto pudiera significar algo más que un simple toque.

Conter, a medio camino entre el sueño y la vigilia, murmuró algo inaudible y giró hacia él. Al abrir los ojos, lo primero que vio fue a Spreen con la mano aún suspendida, como si no supiera qué hacer.

—¿Qué haces tan cerca? —preguntó en un susurro, entre divertido y confundido, todavía algo adormilado.

Spreen se ruborizó, apartando rápidamente la mano y desviando la mirada. —Yo... solo estaba... bueno, no quería despertarte —dijo en voz baja, tratando de mantener la compostura.

Conter dejó escapar una risa suave, rompiendo la tensión. —Despertarme a esta hora es prácticamente imposible —respondió con una sonrisa—. Aunque... no me molesta. Es bueno ver algo amable por la mañana.

La suavidad de sus palabras desarmó a Spreen, quien, sin saber cómo responder, simplemente sonrió de vuelta. Por un instante, se olvidó de todo lo que los había separado antes, de las peleas y los desacuerdos. Estar juntos de esa forma, sin la presión de las palabras, hacía que la conexión entre ambos se sintiera más natural, más auténtica.

—La verdad es que no pienso levantarme, así que... buenas noches —murmuró Conter, aún adormecido y acomodándose más en su cama, como si estuviera decidido a no moverse en toda la mañana.

Spreen lo miró con una mezcla de fastidio y diversión, cruzando los brazos. —Maldito flojo —susurró, aunque en realidad le divertía verlo tan cómodo, especialmente después de la noche tranquila que habían compartido.

Sin abrir los ojos, Conter sonrió. —¿Y tú qué? Apuesto a que también quieres quedarte aquí hasta tarde.

—No puedo quedarme, en serio. Ayer, por estar pensando en las estupideces que hice, no trabajé nada en la base —dijo Spreen, dejando escapar un suspiro de frustración.

—Entonces, para la próxima, no busques pelea conmigo —dijo Conter, mientras se enrollaba en sus mantas, cerrando los ojos como si ya hubiera terminado la conversación.

Spreen resopló, lanzándole una mirada de desafío. —¿Yo? ¡Si eres tú el que siempre tiene algo que decir! —Cruzó los brazos y añadió en tono burlón—. Además, tú eres el que se toma todo en serio.