El cielo se estaba poniendo un poco más gris de lo habitual, parecía que se avecinaba una gran tormenta en la ciudad.
...-¿Y entonces ya terminaste de hacer la pasta? - pregunté para cambiar un poco la conversación y no ponerme más sentimental.
-No, creo que mejor ordenaré pizza- dijo riendo.
Ambos reímos porque era obvio, Ed era un desastre cocinando, muchas veces intenté enseñarle y terminábamos casi en llamas. Haha.
-Pues deberías ordenarla ya, porque supongo que es tarde, ¿no? - dije
-Casi las cinco, no es tan tarde- contestó haciendo quién sabe qué.
-Bueno, igual come ya- dije con mi tono de autoridad.
-Si, señor. Como ordene-respondió
Negué con la cabeza, no se podía hablar en serio con Edward.
-Aquí parece que se va a caer el cielo, se está tornando oscuro, creo que no tarda en soltarse un diluvio- dije mirando a través de la ventana del auto.
-¿Y te falta mucho para llegar al aeropuerto?- preguntó preocupado.
-Mmm, no, no tanto. Quizá 30 minutos-contesté
La llamada comenzó a hacer interferencia y no podía escuchar lo que me respondía Edward.
-¿Hola?, ¿me escuchas?, ¿Ed?-
...
-Maldición-refunfuñé.
-Llamada finalizada-dije leyendo en la pantalla del auto.
Deber ser por la tormenta, sin duda-pensé.Intenté llamar a mi hermana, para saber si en el aeropuerto estaba diluviando pero como era de esperarse, la llamada no conectó.
Aceleré el auto para tratar de llegar en el menor tiempo posible, pero segundos después comenzaron las primeras gotas de lluvia a caer sobre el vidrio frontal de mi auto.
Intenté encender la radio para saber si había alguna novedad meteorológica o algo, pero segundos después mi teléfono comenzó a sonar.
Miré en la pantalla el nombre de mi hermana, apreté el botón en el volante para responder la llamada.
-Olivia, ¿llegaste ya? - pregunté apurado
-Si, tranquilo, hace apenas un par de minutos. ¿Si vendrás por mi?- se escuchaba
-Por supuesto, voy para allá de hecho- contesté
-De acuerdo, avísame cuando estés cerca- dijo
-Lo haré. Oh, oye, ¿está lloviendo ahí?- pregunté
-Mmh, no- respondió apenas con la boca llena de quien sabe que cosa.
-Ah bien, aquí en la autopista comenzó a diluviar hace apenas unos minutos-dije
-Conduce con cuidado y, no te apresures que estoy bien, estamos bien- contestó
Era mi oportunidad de saber con quién se había ido de viaje sin parecer un entrometido.
-¿Estamos? ¿Quienes?- pregunté con seriedad
-Mi amiga y yo, ah por cierto, ¿podemos llevarla a su casa también? Por favor, por favor, por favor - suplicó
Pasé mi mano por la cara y la detuve en mi barbilla.
-Por supuesto, Olivia - dije soltando una ligera risa y negando con la cabeza. Mi hermana siempre se sale con la suya, era la menor, claro que nos tenía a todos en la palma de su mano.
-Gracias! Eres el mejor hermano - la oí decir mientras hacía un sonido como lanzándome un beso a través del móvil.
-Soy tu único hermano, tonta- reí
-Por eso - contestó riendo también.
-Estaré ahí en unos cuantos minutos- dije*Llamada terminada*
A medida que avanzaba en la autopista, la lluvia cesaba, tal parece que solo fue en una pequeña parte de la ciudad, supongo. Y como pasa en las películas, seguido comenzó a despejarse el cielo y tener su azul bonito acompañado de los rayos del sol.
Esta vez ya no iba a llamar a Ed, iba a dejarlo que pidiera su pizza sin interrupciones.
Un suspiro repentino y hondo me hizo recordar que debía respirar, por más tonto que parezca a veces con tantos problemas nos olvidamos de hacerlo, aunque claro, el cuerpo lo hace por si solo.
Mi cabeza estaba hecha un lío, lo que me había dicho Edward y lo que había hablado con mi padre esta mañana me ha dejado muy pensativo. Mi novio quiere que enfrente a mi familia y les diga que soy gay y, mi padre cree que soy todo un garañón que se tira a las chicas y ni siquiera recuerda sus nombres, vaya...-¿Por qué es tan difícil poder vivir la vida como nos place? ¿Por qué existen los prejuicios? ¿Por qué la gente juzga sin saber? ¿Por qué tenemos que rendir cuentas a los demás sobre de quién nos enamoramos? ¿Por qué no solo podemos elegir a quién amar sin tener que esperar aprobación del mundo?... Mierda, mierda, mierda- maldecí en voz alta, al fin y al cabo estaba solo en el auto.
En ocasiones he pensado en dejar todo e irme lejos, cambiarme el nombre quizá y conseguir empleo en otro País, hacer mi vida con Ed sin ningún tipo de preocupación, sin sentirme mal por haber "defraudado" a mi familia, sin tener que cargar con tantas mentiras, ser yo abiertamente. No soy ningún exhibicionista, pero claro que me encantaría poder presentar a Edward como mi novio, poderlo llevar a eventos familiares, poder hablar de casarnos frente a mi familia, poder hacer eso, solo eso...
El sonido del móvil me sacó de mis pensamientos, era mi padre.
-Dime-contesté
-Anderson, ¿vendrás a la empresa?-preguntó y, al parecer seguía con el mismo buen humor.
-Si, después de recoger a Olivia del aeropuerto y dejarla en casa, ah y me pidió que dejara en casa a su amiga también así que te aviso de una vez que tardaré un poco más de lo esperado- respondí
-Mm, te dije que era mejor que el chofer fuera por ella, en fin. Quiero presentarte a unas personas, aún no llegan pero lo harán en una hora aproximadamente, ¿crees estar aquí entonces? - dijo
-Yo espero que si- contesté
-Bueno, te veo entonces - respondió finalizando la llamada.
Me quedé pensativo...
-¿A quién me querrá presentar mi padre? - me dije curioso mientras seguía conduciendo.
Pasé pensando cientos de cosas más mientras conducía, tanto que no me percaté del tiempo hasta que a lo lejos observé el aeropuerto.
Llamé a mi hermana.
-Olivia, estoy cerca, llegaré al aeropuerto en menos de un minuto - informé
-Bien, ya estamos yendo a la entrada - me respondió
-Ok, te veo en unos momentos, besos - dije y corté la llamada.
Por suerte, no parecía haber tanta circulación de vehículos dentro del aeropuerto, apenas iba acercándome a la entrada cuando miré una conocida y enrojecida cara con una sonrisa de oreja a oreja acompañada de quien supuse era su amiga. Aparqué el coche y me bajé para ayudarles con el equipaje y saludar a mi hermana.
-Hola bobito - dijo lanzándose a mis brazos
-¿ahora soy bobito? - respondí abrazándola también y dándole un beso en la mejilla.
Cuando terminé de abrazar a mi hermana saludé a su amiga que por cierto nunca había visto.
-¿Qué tal?, Anderson Norton, hermano de Olivia - dije extendiendo mi mano hacía ella
-Lea Feels - contestó con una sonrisa y devolviéndome el saludo.
Me quedé pasmado.
-¿Feels? - pregunté
-Si, encantada - respondió nuevamente.
Tenía el mismo apellido que Edward - pensé
-Bueno, ¿nos vamos? - interrumpió mi hermana
-Si, claro, lo siento. Encantado también, Lea - dije abriéndoles la puerta del auto y subiendo su equipaje.
-¿Cinturones? - pregunté viéndolas por el retrovisor
-Listas - respondieron al mismo tiempo como si estuvieran sincronizadas
Arranqué el auto saliendo del aeropuerto.
-La amiga de mi hermana tenía el mismo apellido que mi novio - pensaba mientras conducía y ellas iban hablando atrás.
No creo que tengan algún parentesco, quizá solo estoy paranoico, además ¿Cuántos Feels debe haber en la ciudad?, bastantes - me decía mentalmente a mi mismo.
-¿Y como les fue en su viaje? - pregunté a ambas
-Estuvo increíble, no sabes, Argentina tiene bastantes lugares hermosos y la comida es deliciosa, y ¡oh, por primera vez probé el Mate! - Decía mi hermana emocionada, parecía una niña de 6 años cuando conoce Disneyland.
-Me alegro mucho, en algún momento que decidas volver a Argentina deberías invitarme, ¿ok? - le dije
-Cuando dejes de trabajar tanto y ser tan responsable te invitaré - contestó mi hermana.
-¿Y donde se conocieron? - pregunté con curiosidad.
-Nos conocimos por internet - respondió Olivia
-Espera, ¿que? - dije con asombro
-Si, hace un par de años, en un grupo social de una banda que nos encanta a las dos - contestó sin preocupación mirando su teléfono
-Y la semana pasada decidimos conocernos en persona haciendo un viaje - respondió su amiga
-¿Es en serio?, las dos están mal, ¿Cómo se les ocurre conocer a alguien por internet y después irse de viaje como si se conocieran de toda la vida? - dije exaltándome un poco.
-Ay ya abuelo, ya habíamos hecho videollamadas antes - rieron las dos
-Si se entera mi madre no querrás estar en los Estados Unidos por un buen tiempo - le advertí negando con la cabeza.
-Por eso no se lo conté a ella - dijo mirándome con su rostro angelical del que por supuesto no tenía ni un pelo.
-¿Entonces no eres de Chicago? - pregunté a su amiga
-No, soy de Denver - dijo con la mayor tranquilidad posible
-¡¿Denver?! - repetí con los ojos bien abiertos
-Si, pero tranquilo, alquilé una habitación de hotel, no tienen que llevarme hasta Denver - dijo entre risas.
Si supiera que me acababa de aturdir con lo que había dicho. Edward también era de Denver, mierda, ya son dos coincidencias - pensaba
-Tu hermano es un poco extraño - escuché decir a la amiga de mi hermana a lo lejos de mis pensamientos.
-Si, pobre el trabajo lo tiene así - contestó y se reían
*Llamada entrante*
Se leía en la pantalla el nombre de Edward.
-Mierda - mascullé entre dientes. Estaba comenzando a ponerme nervioso.
-Te están llamando - dijo mi hermana
-Ah si, no, no voy a responder - tartamudee cortando la llamada. No me percaté si Lea había leído el nombre en la pantalla del auto o si seguía metida en su teléfono.
Permanecí en silencio los próximos minutos mientras conducía, nunca antes había querido llegar tan pronto a la compañía.
Decidí apagar el móvil, para no volver a correr el riesgo de que Ed me llamara, al menos en lo que dejaba a mi hermana y a su amiga en casa. Pasaron más de 20 minutos y yo iba sumergido en mis pensamientos, tanto que no recordaba que tenía compañía. Miré por el retrovisor, por suerte las dos se habían quedado dormidas.
El teléfono de una de ellas había roto el silencio que había hace casi media hora en el auto.
Escuché a Olivia hablarle a su amiga.
-Lea, creo que es tu teléfono sonando - decía mi hermana
Se escuchó su amiga desperezarse luego de un bostezo. Voltee a verlas por el retrovisor y Lea seguía con los ojos cerrados.
-¿Hola? - escuché decir a Olivia, había respondido el teléfono ella
-Soy su amiga, está dormida, ya la despierto - continuaba diciendo
-Lea, es tu hermano, Edward, despierta - decía moviendo a su amiga
Qué mierda acababa de escuchar...De repente sentí la sensación de frenar en seco, sentí como cambiaba de color mi rostro, no había duda, tenía a la hermana de mi novio en mi auto, ya son bastantes coincidencias. Carajo.
Tragué saliva, no se por qué tenía la sensación de mi secreto podría ser revelado en cualquier momento. Me sentía ansioso, inquieto, solo quería llegar a mi apartamento y llamar a Edward y contarle todo esto.
-¿Por qué carajos nunca me habló de su hermana? - pensaba
-Bueno si lo hizo pero siempre me dijo que estaba con sus padres en Denver, ¿por qué ahora está su hermana en mi coche?, ¡benditas coincidencias! - pensaba mientras hacía un movimiento con mis dedos sobre el volante.
-No estoy con mamá, estoy con una amiga - escuchaba decir a Lea en su teléfono.
-No no puedo ir a casa ahora Ed porque estoy en Chicago, me voy a quedar con mi amiga unos cuántos días - seguía diciendo
Yo estaba muy atento a la conversación.
-¡¿Estás en Roma?! - exclamó con sorpresa.
No había duda ahora si, Lea era hermana de Edward. Definitivamente el destino había comenzado su juego.
-¡Vaya! tráeme algo de allá, ¿Cuándo vuelves?, yo regreso el Domingo por la noche a casa. Mamá cree que vine a visitarte, por favor no le digas nada, después te cuento - decía la hermana.
-Besos, te quiero - dijo finalizando la llamada.
La voltee a ver por el retrovisor, esta vez, hicimos un incómodo contacto visual. Le sonreí e inmediato volteé la mirada hacía el frente.
-¿Que te dijo tu hermano? - preguntaba Olivia
-Se sorprendió cuando le dije que estaba en la ciudad, y también se molestó porque no le avisé que vendría. - contestó Lea
-Espera a que se entere que te fuiste a Argentina y que le mentiste a toda tu familia - dijo mi hermana y ambas comenzaron a reírse.
Aclaré la voz para hablar. Por suerte estábamos casi por llegar al centro de la ciudad.
-Lea, ¿a donde voy a llevarte? - pregunté viéndola nuevamente por el retrovisor.
-Al hotel Hilton por favor - respondió con una sonrisa y miradas extrañas
-De acuerdo - respondí
-¿Por qué no te quedas en casa estos días? - añadió mi hermana
-Sería increíble - respondió Lea
-Olivia, si Lea ya pagó su estancia en el hotel sería una pérdida que no se quedara ahí - me entrometí.
-Solo he pagado la noche de hoy, se supone que en el transcurso del día el novio de mi madre pagaría el resto de mi estancia - contestó
-¡Genial! entonces te quedas en casa - respondió eufórica Olivia
-Si bueno, si tu hermano y demás familia no tiene ningún problema - dijo su amiga mirándome de nuevo.
-No te preocupes, no estoy mucho en casa - respondí fingiendo una sonrisa. No porque no me agradara la chica, sino porque estaba preocupado. Edward llegaba mañana, su hermana estaría en casa, hay fotografías de Ed y mías juntos de cuando nos graduamos de la universidad...
Me sentía descubierto.
-¿Qué estará pensando Edward ahora que sabe que su hermana está en la ciudad? - pensaba apretando mis labios, ésta vez de nervios.
Quería llamarlo ya y contarle en el lío que nos acababan de meter nuestras hermanas, más ahora porque son amigas, mejores amigas por internet. Vaya.Continué conduciendo, pensando en todo lo que se avecinaba. Me di cuenta que aún tenía que ir a la compañía con mi padre.
Este día apenas había iniciado y ya lo estaba odiando.Los últimos minutos para llegar a casa permanecí en silencio, me sentía bastante tenso.
-¿Mamá se encuentra en casa? - preguntó Olivia
-No tengo idea, supongo que si - respondí
-Voy a escribirle para avisarle que Lea se quedará en casa unos días - dijo
Justo en esos momentos llegamos a casa. El portero de nuestra cas nos recibió abriendo el garaje y saludando.
-Buenas tardes, señor Anderson, adelante- dijo haciendo una seña con la mano.
-Qué tal, gracias Chad - respondí
-Wow, tu casa es 10 veces más grande que la mía - dijo Lea a mi hermana.
-Y espera a que veas la piscina - respondió Olivia.
-Muy bien señoritas, llegamos - dije apagando el coche.
Mi madre apareció en la puerta emocionada por la llegada de mi hermana.
-Anderson, no sabía que habías ido por tu hermana, ¿por qué no me dijiste para haberte acompañado? - dijo mamá
-Estaba almorzando con papá, y de ahí me pasé por esta niña desobediente al aeropuerto - contesté empujando levemente a mi hermana con mi hombro
-Bueno me alegra que estén aquí - dijo mi madre abrazando a mi hermana.
-Oh, mamá, ella es Lea, es la amiga con la que te dije que viajaría - dijo mi hermana.
-Hola, bienvenida - dijo mi madre dándole un cálido abrazo a la chica.
-Bueno, ¿entramos? - dijo mi madre señalando la casa
-Yo tengo que ir con papá a la compañía, me dijo que quería presentarme a unas personas - respondí
-Ay hijo, no te veo casi, desde que tienes tu apartamento de soltero ya ni parece que estés en la ciudad - dijo mi madre
-Te prometo que voy a venir apenas me desocupe - le contesté yendo hacia el auto de nuevo.
-Eso espero - dijo y se despidió de mí entrando a casa con mi hermana y su amiga.
Encendí el auto y me eché de reversa.
-Hasta luego Chad - dije al portero
-Hasta luego, señor Anderson - contestó.
Salí de casa y encendí mi móvil, no podía esperar un segundo más para hablar con Edward acerca de lo que acababa de ocurrir.
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MI SECRETO
RomanceHay amores que duelen, hay amores imposibles, pero los amores que desgarran el alma, son aquellos que se obligan a mantenerse en secreto.