Se le cayó el vaso de las manos y se estrelló contra el suelo. Su jefe le gritó algo,pero Milo ya no le escuchaba. Todos sus sentidos estaban concentrados en el hombre que acababa de entrar en el local. Tenía rasgos finos,lo más que un hombre podía tenerlos. Cabello castaño claro desordenado,a la moda. Ojos verdes,tan verdes y profundos que por un momento dudó que fueran suyos de verdad. Era alto y delgado,de hombros anchos y movimientos felinos. Vestía un traje entallado de color gris y una camisa blanca desabrochada hasta el tercer botón. Tragó saliva. Su sola visión estaba haciendo que se pusiera a cien. Se sentó en la barra con la mirada gacha y dio un suave suspiro. Se dirigió precipitadamente a atenderlo,pero uno de sus compañeros llegó antes. Le maldijo por lo bajo y fue a recoger los cristales ante los insistentes gritos de su jefe. El hombre volvió a suspirar tras dar un sorbo a su copa de vino blanco. Milo se mordió los labios, envidiando a aquella simple copa. Se vio avanzando hacia él ,camelándoselo unos minutos y follándoselo bien duro en la parte de atrás. Notó como el pantalón comenzaba a apretar. Respiró hondo y se aproximó, protegido por la barra.
_Buenas noches
El hombre alzó la vista hacia él. Milo sabía con certeza que era muy atractivo. Cabello marrón oscuro que le llegaba por los hombros,ojos azules,rasgos de dios griego y cuerpo bien formado. Por eso mismo contuvo una sonrisa cuando notó como él lo saboreaba con la mirada.
_Hola... Yo...
_Me llamo Milo ¿y tu?
_Pues...mi nombre...
Él sonrió, nervioso,sonrojándose levemente.
_Venga,dime... Prometo no decírselo a nadie...
_Rick. Me llamo Rick
_Bonito nombre. Me gusta...
_Gracias
_No hay de que. Dime ¿es la primera vez que vienes?
_Lo cierto es que sí. Acabo de mudarme y no frecuentaba mucho esta zona.
_Entonces te has perdido muchas cosas.
_Eso... Eso parece
_Oye,Rick... ¿te apetece si..?
Rick puso cara de espanto mirando por encima del hombro de Milo y salió corriendo tras dejar un billete sobre la mesa y murmurar una rápida disculpa.
_¿Pero qué...?***
Bostezó,tambaleándose. Subió las escaleras hasta su apartamento y abrió la puerta. Necesitaba agarrar la cama pero ya. Se dejó caer sobre el colchón.
_Al fin puedo des...
Oyó llorar al otro lado. Sabía que aquel piso había sido alquilado hacía poco,pero no esperaba un bebé llorón. Mientras los sollozos crecían de intensidad la poca paciencia de Milo iba agotándose hasta que se levantó, salió como un vendaval de su apartamento y golpeó con fuerza la puerta del contiguo. La puerta se abrió enseguida.
_¡Controle un poco a su hi...! ¿Rick...?
Ahora sus ojos verdes estaban adornados por unas intensas ojeras. Los ojos de Milo pasaron de sus piernas que quedaban al descubierto por culpa de los shorts al pequeño llorón que llevaba en brazos.
_Lo...lo siento. Es que no consigo que se calme.
_¿Es tu hijo?
_Sí, es mi... No,no,no...
_¿No...? ¿Qué..? Agh...
_Creo que tengo que cambiarle ... lo siento. Espera aquí.
Milo cruzó la puerta y cerró tras él. Si pensaba que iba a quedarse en la calle estaba muy equivocado. No se diferenciaba mucho de su apartamento, salvo por el montón de cajas con el logo de una empresa de mudanzas que se encontraban apiladas en el centro del salón.
_Por favor...Quédate quieto, mi niño...
_¿Necesitas ayuda?
_N-no. Estoy bien.
_¿Seguro?
_Sí...
Milo cruzó el pasillo y entró en el cuarto. Rick estaba apoyado contra la pared mientras sujetaba la manita del niño.
_Siento que Sebastian te haya despertado... No sé que le pasa esta noche. Apenas he podido pegar ojo.
Milo volvió a recorrer con detenimiento cada parte de su cuerpo, intentando averiguar que se encontraba bajo aquella simple camiseta de tirantes que le quedaba ancha.
_¿Pasa algo...?
_No,nada.
_¿Quieres tomar algo?
_¿No es algo raro invitar a un hombre que apenas conoces a tomar algo? Podría ser un pervertido
"En realidad,lo soy ",pensó Milo. Rick se encogió de hombros.
_Teníamos una conversación pendiente ¿no?***
Rick había caído derrotado por el sueño a la segunda copa. Su rostro presentaba una dulce expresión y dormía profundamente. Una de sus piernas se encontraba flexionada,haciendo que el pequeño pantalón marcase mejor su trasero y el brazo más cercano al borde del sofá colgaba hacia el suelo. Milo se levantó del sillón y se acercó a él.
_Que raro eres... ¿Cómo puedes dormirte con un perfecto desconocido metido en tu casa?
Colocó una de las manos sobre su trasero y clavó los dedos. Rick se removió ,haciendo una pequeña mueca. Le había contado que su ex esposa le había abandonado con el pequeño y él se había mudado de un lujoso ático a aquel sencillo apartamento con el bebé, ya que había tenido que buscar un nuevo trabajo donde no le pagaban tanto, pero le permitía libertad de horarios.
_Pobre...
Tiró del pantalón,dejando el bien formado trasero de Rick al descubierto. Como había supuesto,sin ropa interior.
_Eres un hombre realmente pervertido ¿sabías?
Deslizó los dedos entre sus nalgas,buscando su entrada. Rick se estremeció con brusquedad haciendo que Milo apartara la mano.
_No...más informes..
Suspiró, aliviado. Volvió a subirle la prenda y se sentó a mirarle dormir. Por primera vez no le importaba esperar a tener sexo si era con él.Pero para ello debía acercarse más a Rick hasta hacerlo caer en sus redes.***
Regresó a su apartamento arrastrando los pies. Había tenido que llevar al bebé a la guardería, pero eso había implicado un pequeño avance: había conseguido el número de móvil de Rick. Se echó a reír.
_Sí...mi plan malvado comienza a funcionar.
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Enamorado de papi
RomanceMilo es lo que se llama un casanova. Jamás ha tenido una relación que le durase más de una noche,pero esto cambia cuando le echa el ojo al atractivo Rick,un papi al que tiene como vecino y al que intentará llevarse a la cama a toda costa.