Félix se acercó decidido hacia él, tomó su rostro entre sus manos y lo besó, sin sentimientos, sin amor solo con ganas, ganas de tropezar con un cuerpo desconocido.
El castaño dejó escapar un gemido descuidado contra unos labios que luchaban por abrir los suyos, la sensación de tener la lengua de Félix acariciando la suya propia lo distraía del rechazo que su corazón gritaba, demasiado borracho para darle fuerza a sus sentimientos y más dispuesto a quitarse el sello de pertenencia que él mismo se había puesto.
Entre tropezones Seokjin lo guio hacia la habitación, tirando prendas por el camino, acariciando abdomen, brazos, espalda, cabellos; un desorden de deseo, de manos inquietas que jalaban el cinturón del otro tratando de crear más fricción, alimentando el deseo, creando un titán ebrio de lujuria.
Félix acaricio las piernas del castaño, levantándolo por sobre su cintura instándolo a enredar las piernas alrededor de él, gimiendo y mordiendo su piel cuando las manos del contrario arañaban su espalda, las manos... esas que no conocía. Esa piel que no amaba y que no olía a granada.
Seokjin extendió el cuello dejando que el rubio dejara su huella en él, el rastro de que esta noche había pasado, que Seokjin ya no era tanto del otro, que Seokjin había sido poseído por otro cuerpo. Cerró los ojos cuando fue recargado contra la pared y un dedo entró en él, estirando, preparando, anunciando...
El rubio gruñó cuando tomaron su miembro con prisa, Seokjin desasiéndose del abrazo que compartían e insistiendo en meterlo en su boca, ahogándose hasta la base, fijando los ojos en él. Félix era tan consiente de lo que estaban haciendo, tan estúpidos; tratando de olvidar a otros entre sus manos, sin cerrar los ojos para no olvidar con quien estaban, acariciando unas hebras de pelo castaño, no pelinegro, el que estaba ahí de rodillas engulléndolo era castaño, con ojos almendras anhelantes, no traviesos, más bien expectantes.
Seokjin tosió, cuando el rubio salió de él, lo tomó entre sus brazos y lo acostó sobre la cama, la intimidad se instauró en la habitación cuando una lágrima abandonó el ojo izquierdo de Seokjin.
— ¿Estás bien? — se preocupó el rubio mientras acariciaba con cuidado la mejilla sonrojada del otro.
—Sí, sigue, por favor sigue— rogó recibiendo un beso en los labios hinchados, un beso lleno de cariño y compresión. Después de todo eran dos personas tratando de hacerse saber que podían seguir adelante, que había vida después de su ex parejas.
Seokjin abrió las piernas, acomodando el cuerpo desnudo del otro sobre él, Félix en cambio negó y sonrió.
—Hoy no Seokjin, tal vez mañana o dentro de un mes— dijo mientras acariciaba lentamente su mejilla— pero no hoy, hoy no.
Seokjin asintió entendiendo que incluso para el hombre frente a él era difícil aunque eso no impidió que insertara tres dedos dentro de él, mientras mordía su pecho, dejando leves rojeces por todo su hombro.
El castaño arqueo la espalda cuando lo masturbaron deliciosamente, el placer nublando su juicio, gimió descarado cuando el final estaba cerca y Félix lo ayudó, sin parar, sin darle espacio a pensar que era su primer orgasmo desde hace más de un año y medio. Con un grito dejó a su cuerpo sacudirse y hundirse en el placer.
—Gracias— dijo con la voz espesa por los gemidos.
El rubio rio
— ¿Qué se supone que responda? ¿Gracias a ti?
Los dos rieron plenos, una risa honesta y liberadora.
— ¿Quieres dormir un rato? — ofreció tímido, el efecto del vino habiendo pasado ya hace mucho.
— Por favor
Los dos se acurrucaron en silencio en el calor ajeno, buscando acallar a sus demonios.
—Hoy mi ex esposo me presentó a su novia— habló de repente el castaño
— No puedo imaginar cómo te sentiste— dijo mientras acariciaba el brazo del castaño por sobre la sábana.
—Viven juntos
— ¿Él te lo dijo?
— Lo deduje
— ¿Quieres que lo golpeemos? — ofreció Félix con voz seria y acomodando a Seokjin entre sus brazos.
— ¿Vamos en la secundaria? — preguntó entre risa— él es libre.
—Querrás decir divorciado, él es divorciado, se me hace ofensivo lo de "libre" uno no pierde su libertad cuando se casa.
Seokjin asintió, guardándose la contestación
"Pero YoonGi, es libre"
No saben cuanto quiero ya subir toda la historia, me encanta
lo fácil que sale de entre mis dedos, debo reconocer que es
un poquito personal, pero les juro que la estoy disfrutando
muchísimo ¿ustedes también?
10/11/2024
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Después del final
FanfictionDos personas que intentan rehacer sus vidas, que intentan volver a enamorarse y pertenecer a alguien más después del divorcio, después de haber puesto punto y final a su historia. Kim Seok Jin y Min Yoon Gi lo intentan día a día por el bien de su hi...