en el camino.

261 8 1
                                    

me arrepentí tanto de mis propios errores que no entendía razones, busque la forma de auto-consolarme leyendo libros, (los libros de Neruda, Garcia Marquez y Risto Mejide no ayudan) al final; decidí salir a buscarte aquella tarde de julio y quiero decir que sabia exactamente lo que haría al encontrarte, que tenía un plan, que tenia grabadas en mi mente las palabras exactas que diría, pero aun no tengo claro lo que pasaba por mi mente, solo recuerdo que en ese momento no pensaba muy bien las cosas, esa era la razon por la cual después de tantos días, después e la ausencia y de soportar la soledad, creí que era buena idea subir al auto, pero no pensaba, al menos no claramente, no como ahora; no vi la hora, ni las señales que el cielo mandaba, no pude notar las nubes grises acercándose en el cielo, no sentí el olor de la lluvia momentos antes de caer, y me fui manejando por las calles mientras el sol se escondía detrás de las nubes, y las noche caía prematuramente junto con algunas gotas de lluvia... 

sinceramente no recuerdo muy bien lo que pasó, mi mente solo reproducía momentos del pasado junto a ti, tu cabello siempre despeinado, y esos ojos cafés que siempre me recuerdan lo afortunada que fui alguna vez, esa voz que me hacia odiarme a mi misma un poco por dejarte ir, mi mente esta en otro lugar, como si no estuviese en mi cuerpo, como si estuviese en un sueño, y tal como en un sueño sientes todo lejano y frió, y vi una luz brillante, muy brillante cada vez más cerca, cerré mis ojos, me aferre al volante y pensé en tus brazos alrededor de mi...

no pude oír nada, no pude sentir nada, mis manos seguían aferradas al volante y de cierta forma sentí como si fuese un sueño, pude ver el camino que aun debía recorrer y llovía, una noche de Julio con lluvia, un camión impacto contra mí auto y lo destrozo pero estaba bien, y me sentía cansada, me quede dentro observando el accidente, un hombre regordete con barba grisácea se acercaba, le dije que estaba bien, pero llamo a la policía, y como si el tiempo se hubiese detenido salí del auto y observe a ese hombre sentado a un lado de la carretera, me acerque e intente hablar con el, le dije que estaba bien, me disculpe por todo lo que había pasado porque de alguna forma sentía que era mi culpa, el hombre se aferraba a un teléfono celular, y mientras llegaba la ambulancia y la policía le preguntaban tantas cosas que parecía un verdadero interrogatorio, intente acercarme a los camilleros de la ambulancia, y escuche las palabras que tanto tiempo me tardo comprender.

_No tiene signos vitales.

y mire mi cuerpo, y todo parecía irreal, no recuerdo nada de lo que paso después, se que me perdí entre las calles, pero de alguna forma al amanecer había encontrado mi hogar y ya no deseaba ir a buscarte, solo quería quedarme en casa y llorar, porque tenia miedo, miedo de un sueño demasiado real, durante el día nadie llamó, nadie escribió, y me sentí más sola que de costumbre. y llegaste con la noche, pero no te escuche entrar, baje por el ruido que había en el salón principal, y te encontré arrepentido sosteniendo mi libro favorito, aquel que me habías obsequiado y te abracé por un momento me devolviste el abrazo, pero cuando me miraste sorprendido recordé las palabras que había escuchado la noche anterior, 

_No tiene signos vitales. 

y resonaron en mi cabeza una mil veces, con miles de voces diferentes, y recordé mi cuerpo y la forma antinatural que caía mi cabeza en el volante, y al hombre del camión que se sentía culpable a un lado de la carretera 

yo estaba en mi hogar, ese que también fue tu hogar, pero tu seguías vivo mientras yo ya no pertenecía a este mundo.

Lo que pudimos ser.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora