╰┈➤𝑬𝒔 𝒖𝒏𝒂 𝒎𝒂𝒍𝒂 𝒊𝒅𝒆𝒂, ¿𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅?

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Sé que debería parar, pero no puedo, Dios, cuando te miro mi cerebro dice "Ah".

Y estoy seguro de que he visto hombres mucho más atractivos, pero realmente no puedo recordar cuando.

Ahora me subo al auto, arruinando todos mis planes, probablemente no debería...

Verte esta noche, es una mala idea, ¿verdad?

Joder, está bien

Las casualidades no existen, todo el mundo forja su destino con cada una de sus acciones, y Yoshida era una prueba ferviente de eso. Era viernes por la noche, y después de una semana llena de exámenes horrorosos, proyectos finales que hacían doler su cabeza y que le quitaban las ganas de seguir viviendo, el plan ideal habría sido tomar una siesta de al menos 20 horas, mandar a todos sus compañeros al diablo y quizá pasar un buen rato con su novia Asa. No obstante, aquel plan se fue al carajo cuando tomó las llaves de su auto y, en lugar de ir a casa de su chica como prometió, cambió su ruta directamente a la fiesta de una de sus compañeras de clase, Himeno, donde sabía que ahí se encontraría con Denji.

Después del primer sueño húmedo con Denji la mente de Yoshida perdió la poca cordura que le quedaba. Las siguientes noches fueron exactamente lo mismo, diferentes escenarios, íntimos, cariñosos, salvajes y calientes, con el rubio como su único protagonista.

Su obsesión creció tanto como su deseo de poseerlo hasta el punto de que se había vuelo enfermizo. Ya no le bastaba con mirarlo de lejos entre clase o en seguirlo sin que se diera cuenta, sino que cada que tenía oportunidad rozaba su cuerpo con el de Denji, ya fuera en clase de deportes o al cruzarse en los pasillos, aunque lo peor resultaba en que al más mínimo toque Yoshida terminaba con una erección que terminaba por solucionar en uno de los baños de su escuela, lo cual resultaba humillante tomando en cuenta la cantidad de chicas que mojaban las bragas con sólo verlo, además de que, claro, aún tenía novia.

¿Qué había hecho Denji para tenerlo de esa forma? ¿Se trataba de un embrujo o maldición? Carajo, en primer lugar, él era heterosexual y la larga lista de conquistas detrás de él lo confirmaba. Incluso salía con la exnovia de Denji ¿Qué eso no debía ser suficiente? Entonces, ¿por qué no paraba de fantasear con ese chico? ¿Qué tenía de especial? ¿Acaso era su actitud grosera y la notable indiferencia con la que le trataba lo que le atraía? ¿O serían sus hipnotizantes caderas que se movían coquetamente cada vez que pasaba delante de él lo que le gustaba?

La estridente música y las estruendosas risas y gritos que resonó en sus tímpanos hizo a Yoshida gruñir con pesadez, además de que los cuerpos moviéndose sin ritmo y en total desarmonía hizo su estómago retorcer. A pesar de su popularidad, no era alguien que disfrutara de ese ambiente. Convivir demasiado o hablar con desconocidos francamente le fastidiaba, además de que la atmósfera iluminada por incandescentes luces de neón le provocaba jaqueca. Joder, incluso comenzaba a dudar que fuera una buena idea estar ahí.

—¡Yoshida, qué sorpresa que vinieras! —El chico no pudo reaccionar cuando Himeno, la anfitriona de la fiesta, se acercó y lo abrazó por el cuello con efusividad—. ¿Dónde está Asa? ¿No vino contigo?

—Estaba cansada y quería dormir —mintió descaradamente, mientras su vista paseaba por todo el lugar buscando una cabellera rubia.

Himeno se alzó de hombros y soltó un bufido.

—Ella se lo pierde.

Después de varias rondas de cerveza y vodka, el estado de la chica no era el más racional, lo que era perfecto para Yoshida porque así no continuaría preguntando más —algo raro en ella—.

Hirofumi no opuso resistencia cuando la chica lo tomó del brazo y lo arrastró hasta la sala, donde estaban la mayoría de sus compañeros de clase sentados en círculo sobre el suelo. Bastaba con mirar las muecas sonrientes y despreocupadas para darse cuenta de que la mayoría de ellos estaba ebrio o cuando menos, con unas copas encima. Sin embargo, no era la manera entusiasta en que varios de los presentes le miraban ni los saludos efusivos con los que le recibían, lo que robó la atención del azabache, sino la figura de cierto chico escandaloso que se burlaba de su mejor amiga de cabello rosado.

𝙾𝚋𝚜𝚎𝚜𝚜𝚎𝚍 |𝚈𝚘𝚜𝚑𝚒𝚍𝚎𝚗|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora