Pesadilla Oscura || EN PROCESO ||

I: Espinela

Estoy sentada en mi escritorio, terminando la maldita tarea de matemáticas que tengo que entregar hoy y se me había olvidado.

-¡Adhara, llegarás tarde!- Escucho la voz de Emily, la hermana menor de mi padre. Empezó a vivir con nosotras después de que papá muriera hace 5 años.

Mi padre era el hombre "Raro" de mi ciudad. Pues le encantaba las historias 'Paranormales', los mundos de fantasía, la magia.

La sociedad está tan mal acostumbrada que solo por esa estupidez mi padre era despreciado. Pues nadie queria hablar con el "Loco de la ciudad".

Aún así mi madre lo amo, ellos siempre se complementaron bien. A mi padre le gustaba la fantasía y a mi madre le encantaba escribirla, aunque dejo de hacerlo después de la muerte de mi padre, nunca me ha dicho el porque.

Mi padre juraba ver un mundo totalmente diferente al otro lado de sus sueños. Bueno, el decía que eran "Visiones del otro mundo, en el que soy comprendido". Nadie le creía, excepto mi madre y yo.

Desde que tengo memoria, mis padres me han creado una especie de burbuja - una que amo, por cierto - En la que básicamente me hacían creer que todo con lo que soñaba era real, Seres mitológicos, magia, seres oscuros...

Un mundo completamente diferente a la realidad en la que estamos.

Un mundo en el que los sueños, sean extraños, se convertían en realidad.

Mi padre murió en un accidente automovilístico, estaba acompañado de mi madre.

Aunque ella no sufrió más que algunas heridas, mi padre había perdido su vida.

Mi padre gasto sus últimos minutos tratando de hacer que las personas le creyeran.

El solo quería que le creyeran, que lo dejarán de ver como un loco.

Recuerdo perfectamente el día que vi con lágrimas en los ojos a mi padre apagándose, marchitando se como una flor después de que la arrancarán de la tierra.

Desperdicio sus últimas palabras jurando que algo desconocido había provocado el accidente.

El desperdicio sus últimos latidos.

Y nadie le creyó igualmente.

'Juro que no miento, hay algo que me atormenta día y noche, que me persigue, se que eso es el responsable. Y se vienen cosas peores, ellos buscan venganza de algo, son una especie de in..."

Esas fueron sus últimas palabras.

Termino de empacar mis cosas y me levanto del escritorio y me volteo a verme en el espejo.

Soy un desastre.

Desde el accidente se volvió casi cotidiano para mí tener pesadillas, ya sea con el accidente o... Cosas simplemente raras.

Eso me trajo insomnio, lo que hizo que ahora todos los días despierte como un maldito mapache.

Paso las manos por mi cabello castaño tratando de deshacer los nudos que tengo en el. Me acomodo la sudadera negra antes de tomar mi mochila y salir de la habitación.

-Buenos días, rapido, vas a llegar tarde.- Me saluda Emily cuando entro a la sala de estar.

-¿Y mamá?- pregunto buscándola con la mirada.

-ahi voy.- Escucho a mamá decir mientras baja las escaleras, acomodándose el elegante uniforme de abogada, con su cabello castaño oscuro en un moño suelto.

Sus ojos azules me encuentran, se acerca a mi y me da un beso en la sien.

-¿Estas lista?

-Si.