Let The World burn - Stefan Salvatore

Llegada - 001

AEROPUERTO Internacional John F. Kennedy
- Nueva York

Mientras el avión descendía, Stefan vio extenderse bajo él un paisaje interminable de edificios y luces que parecían competir con el brillo de las estrellas.

Al salir de la terminal, el Aeropuerto Internacional de Nueva York lo recibió con un caos controlado.

Los sonidos parecían sobrecargar sus sentidos: el entrechocar de maletas, las voces entremezcladas en diversos idiomas, el eco de los anuncios a través de altavoces que daban instrucciones en un tono impersonal.

Las luces fluorescentes iluminaban los pasillos interminables, donde la gente caminaba con prisa, en constante movimiento, como si la ciudad misma los arrastrara.

Para Stefan, el ambiente era tan ajeno como fascinante.
Recordaba haber viajado a ciudades con encanto histórico, con calles silenciosas y edificios cargados de historias.

Pero Nueva York era una bestia distinta. Aquí no había espacio para detenerse, ni siquiera tiempo para respirar entre cada paso.

Sentía que cada rincón del aeropuerto vibraba de energía y, al mismo tiempo, una especie de frialdad moderna. Los rascacielos que había visto al aterrizar lo esperaban más allá de las puertas de cristal, y con ellos, la vida que lo esperaba en esta ciudad.

Después de salir del terminal, ahora
Caminaba entre los pasillos del aeropuerto, observando con curiosidad mientras se dirigía a recoger sus maletas.
Al pasar por el control de pasaportes, notó cada detalle: las miradas rápidas de los agentes, el murmullo constante de voces en diversos idiomas, y el eco de las ruedas de las maletas rodando en el suelo brillante.
Se sentía perdido, no sabía muchas cosas, así que se detiene en una cafetería del aeropuerto, y pide un capuchino, ve unos folletos a lado de la caja registradora y preguntando a la chica.

- Disculpa, puedo agarrar uno?
- Pregunta Stefan -

- Oh, si tómalo es gratis, eres nuevo, verdad ?
-Responde la chica rubia curiosa-

- Si, tanto se nota
- responde con vergüenza -

- Un poco, pero no te preocupes, me llamo Daniela, y tú ? - pregunta Daniela -

- Soy Stefan, Stefan Salvatore, un gusto
- Responde amable -

Creía que era peligroso decir su nombre pero algo en la chica le decía que era buena persona o eso le decía su intuición.

- Acá está tu bebida y el folleto, Buena suerte en tu caminata, Stefan
- Dice amablemente Daniela-

Stefan agarrando la bebida y el folleto y diciendo.

- Gracias, adiós -

Stefan saliendo de la cafetería con su bebida, el folleto y su maleta
y ahora sí se va al departamento que compro, sería difícil estar solo pero si quiere un nuevo comienzo, esta dispuesto a todo.

Ahora saliendo del aeropuerto y buscando con la mirada un taxi vacío y bingo, lo encontro, caminando hacia ello, y preguntando al señor.

- Buenas tardes señor, disculpa, está disponible?
- Pregunta Stefan -

- Oh, Buenas tardes, joven, respondiendo a tu pregunta, estoy disponible, permítame ayudarle con su maleta - respondiendo el señor mayor -

- oh, no, no se preocupe yo lo hago, solo abre el maletero - Responde amable -

El señor haciendo caso, abriendo el maletero, stefan poniendo su equipaje en ello y cerrando el maletero y dando la vuelta, se sube al asiento de atrás.