Slashers One-Shots!

Art The Clown +18 Parte Dos🖤

Trama: Ya tienes 6 meses secuestrada por Art, él sigue tratándome como princesa, como una pequeña y delicada muñeca que puede usar para su placer personal. Llega la época de las fiestas navideñas, y Art está listo para convertirte en su señora Claus🎄...

Warnings: Desmembración, masturbación femenina, sexo anal, consentimiento dudoso, secuestro, +18.

Creo que han pasado poco más de seis meses desde que soy prisionera de Art... Seis meses desde que me secuestró usando ese vestido de Aurora, y no ha dejado de tratarme como una princesa. Me alimenta, limpia, viste, e intenta cuidarme, siempre intenta ser delicado conmigo... Bueno, en todo menos en el sexo... Aun con sus atenciones, sigo pensando en cómo escapar de ese desquiciado.

Mi cuerpo choca súbitamente contra las paredes de la parte trasera de la furgoneta de Art, la inhábil y despreocupada forma de conducir del payaso, me hiere y marea, cierro los ojos, anhelando que esto pueda parar de una puta vez. Estoy rodeada por la oscuridad, escucho autos pasar, y una que otras voces. Bruscamente, siento como Art se estaciona, tras escuchar la puerta cerrarse y sus firmes pasos, el payaso abre ambas puertas de la parte trasera de la furgoneta.

Entrecierro los ojos ante la inesperada luz que invade mi vista ya acostumbrada a la oscuridad. Art está sonriendo ampliamente, usando un disfraz de Santa Claus que le queda demasiado grande para su altura y delgada figura. Se acerca a mí, posando sus dos manos sobre mis mejillas. Sus grandes y alocados ojos azules me miran, puedo escuchar su respiración jadeante y pesada, su pulgar acaricia mi labio inferior, saboreando la suavidad de mi piel.

Su mano me toma de la cintura y su brazo sujeta mi par de piernas, cargándome al estilo nupcial, y al mismo tiempo, sujetando su bolsa de basura llena de herramientas. Logro ver que entramos a una especie de tienda de disfraces. El potente aire acondicionado me provoca frío, inherentemente me acurruco contra el pecho de Art, tratando de conseguir una fuente de calor.

Art nota mi incomodidad con el ambiente de la tienda y me sienta sobre el mostrador, me muestra su dedo, índice, en señal de que lo espere, se acerca a su bolsa, y de ahí saca un hacha, su arma favorita desde que empezó la época decembrina.

Toma con firmeza el mango del arma y lo usa contra el aire acondicionado, el cual suelta chispas, provocando las risas mudas de Art. Sus ojos brillan, mirando las chispas como si fuesen luces navideñas. Un empleado de la tienda sale de una bodega, pone sus manos en su cabeza en incredibilidad, y se acerca a Art, listo para reclamarle.

Grave error.

— ¿Qué carajos estás haciendo, maldito enfermo?— El sujeto grita con molestia, señalando lo que era el aire acondicionado. —¿Sabes lo que cuesta eso, payaso de mier...?— Los insultos del empleado son reemplazados por gritos cuando Art impacta el hacha contra su cráneo, en respuesta cubro mi rostro con ambas manos.

Solo escucho como el arma sigue impactando, y por supuesto, las gárgaras que hace el empleado con su sangre. Un sonido que me provoca escalofríos, sin embargo, veo una oportunidad que me brinda una sensación de adrenalina. El momento perfecto para escapar...

Salto del mostrador, empiezo a sentirme sin aire ante la tentadora idea de correr, mi vista busca las llaves de la furgoneta, sin embargo, consigo recordar que las dejó  pegadas. Perfecto. 

Me asomo para verificar que Art siga ocupado, noto que está buscando algo entre los disfraces, mientras el cuerpo del empleado está en el suelo, sin cabeza ni extremidades, rodeado de un gran charco de sangre.

Empiezo a correr tan rápido como mis tobillos débiles me lo permiten, salgo de la tienda, empiezo a sentirme mareada, con náuseas y dolor... Pero, sigo, decidida a huir de ese loco. Abro la puerta del conductor, y me siento, preparándome para conducir, ideas en mi cabeza surgen respecto hacia donde iré, pero da igual, cualquier lugar es mejor que este.

Enciendo la camioneta, las luces se prenden, sonrió, saboreando la libertad, pero, una mano enguantada cubre mi boca. Cierro mis ojos, y mi pie pisa con fuerza el acelerador, estampando el vehículo contra la tienda de disfraces. Todo se torna negro.

                                                                                     ...

Despierto al sentir un impacto sobre mi nalga derecha, jadeo y suelto un grito, definitivamente dejará marca. 

Estoy postrada sobre el regazo de Art, boca abajo, La gran mano de Art frota mi culo, para después darme una nalgada aún más fuerte, grito de nuevo. Es claro que este es una especie de castigo por parte de Art, una advertencia sobre las consecuencias de escapar.

Parece que estamos en una bodega de la tienda, esto por estar rodeados de estantes con productos de limpieza, trapeadores, y basura sin importancia. 

Art me sujeta del torso, sentándome contra el frío suelo, lo que me provoca más dolor en el culo, gimo de dolor, sollozando. Miro hacia abajo, solo para percatarme que ya no estoy usando ese sucio y maltratado vestido de Aurora, sino, un atuendo de Santa Claus demasiado ajustado y revelador. Art aplaude, satisfecho con su elección de vestimenta que resalta mis senos.

Jadeo, cansada, mareada, y con un fuerte dolor de cabeza. Aprieto los dientes cuando jala mi cabello y bruscamente me vuelve a posicionar en su regazo, me da una nalgada, ordenándome que pare el culo, de inmediato obedezco. Su mano viaja hacia los labios mayores de mi parte íntima, masajea con precisión, provocando que ligeros gemidos salgan de mis labios. Mis piernas se retuercen mientras Art empapa sus dedos de mis fluidos vaginales. Suelto un gemido aún más alto.

Siento las puntas de sus dedos posicionarse en mi entrada, gimo con precipitación, y sin dudar, mete tres dedos de golpe en mi vagina. Grito alto de placer. Con sus tres dedos comienza a ejercer un movimiento de remolino dentro mío, empiezo a mover mis caderas en círculos, incentivando que sus dedos a que sigan con más fuerza.

—Art, sí... Por favor, no pares— Sus expertos dedos siguen jugueteando en mis entrañas, muerdo mis labios, saboreando el placer que me brinda.

¿Se supone que esto era un castigo?... Yo no lo siento de esa manera...

Suelto un suspiro de molestia cuando Art saca sus dedos, ahora sus dos manos abren las mejillas de mi culo, puedo sentir una brisa de aire fresco que me invade.

—Dios... Art...— Muerdo mis labios. Siento como Art ahora posiciona la cabeza de su miembro en mi ano. Niego con la cabeza, sabiendo que no estoy lista para una penetración de esa magnitud, sin embargo, Art es un bastardo desinteresado.

Sin ningún tipo de delicadeza, Art comienza a penetrarme, sacando y metiendo su miembro en mi pequeño agujero. Muerdo mis labios, tratando de soportar el inmenso dolor que siento ante tal invasión. Me retuerzo, jadeando y gritando. Art, por el otro lado, no se detiene, y aunque no gime, si puedo escuchar su respiración acelerada por el acto.

Sus manos aprietan las mejillas de mi culo mientras mueve sus caderas de arriba a abajo, cierro mis ojos, comenzando a disfrutar esto. Mi agujero comienza a apretar su miembro, Art encantado con la penetración, jala mi cabello, jadeo, sintiendo cerca el alivio. Art no para de penetrarme con fuerza hasta que siento un líquido caliente dentro mío, su semen escurre por mis muslos. Jadeo aliviada, cerrando mis ojos.

Art acaricia mi cabello y se deja caer sobre mi espalda, dejando pequeños besos húmedos por mi rostro, siento su pecho, subir y bajar, agitado sobre mi espalda. Nuestras respiraciones coinciden, cierro mis ojos, cansada y exhausta, dejándome llevar por el cansancio hasta quedarme dormida otra vez.

Art siempre me lleva a mis límites... Después de todo, creo que podría acostumbrarme a vivir así...

Desperté de mi tumba⚰️

Sí, les abandoné, perdí sus peticiones. Lo siento, este año de universidad ha sido bastante largo y cansado, pero, creo que mi escritura ha mejorado. Déjenme ideas para continuar con estos one shots. ¿Ya vieron Terrier 3? Chequen mi reseña en YouTube, suscríbanse y comenten, se los agradecería mucho :)