Parte 2 - "El atardecer"

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- ¿Entonces me dices que todo sucedió en menos de cuatro días?

- El inicio, sí. -Saltó por una pequeña cerca metálica.

- ¿Adónde vas?

- Es un atajo. Si seguimos en línea recta, nos tardaremos el doble. Si cortamos por la zona de la presa abandonada y el bosque, llegaremos mucho más rápido a mi destino.

- Oh, ya veo. ¿En general, adónde vas?

- Te darás cuenta cuando lleguemos. Ahí nos despediremos y seguiré mi camino. -Levantó a la chica y la hizo pasar sobre la cerca junto a él, bajando aquel enorme barranco.

Ambos, después de caminar un poco, llegarían a aquella presa abandonada y se sentarían en la orilla para tomar un pequeño reposo mientras Lincoln comía un chicle.

- ¡Vamos! No me dejes con la intriga, ¿qué pasó después?

- Cierto, ¿dónde me quedé? -pondría su mano en su barbilla- Oh, cierto. Estaba limpiando mi nuevo hogar...

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Habían pasado varias horas desde que Lincoln comenzó a limpiar. Para él solo habían pasado minutos, pero al ver el reloj de su teléfono, eran las 2:45 de la tarde. Ya era bastante tarde y ni siquiera había almorzado, pero no tenía nada de hambre... No le dio mayor importancia. Había dejado el lugar impecable, como si nunca hubiera habido suciedad alguna, y con su trabajo ya hecho, tomaría una refrescante ducha y volvería a su ropa típica de todos los días.

Se encontraba relajado, bastante relajado. La verdad, incluso sentía ganas de dormir; el trabajo intenso de limpieza le pasaba factura y no sería mala idea echar una pequeña siesta. Cerró los ojos, pero antes de que pudiera pensar algo más, su mente fue interrumpida por el sonido de un "click" de la puerta. Era su hermana, la cual se veía bastante cansada, traía un delantal verde y su pelo estaba algo desordenado.

- ¿Linky? -Dejaría su bolso sobre la mesa- Qué bueno verte despierto y con ánimo... ¡Wow! La casa está demasiado limpia, no me digas que...

- Sí, todo está limpio: cuartos, cocina, sala y baño.

- Muchas gracias, me quitaste un peso de encima, la verdad, más después de ese pequeño empleo que encontré.

- ¿Lograste encontrar uno?

- Sí, en el supermercado que está a unas cuadras de aquí. Aunque claro, estoy a prueba de momento, y solo en mi primer día me trataron como mula de carga, jeje...

- Si quieres, puedo buscar un trabajo yo también y...

- No, no, no. -Negaría con su cabeza y se sentaría al lado de su hermano- No necesito que hagas eso, podemos subsistir con la paga que me dan, tú solo... encárgate de los quehaceres de la casa, ¿te parece? -Daría un largo suspiro mientras se estiraba- No quiero que te pongan labores de adulto aún.

- Está bien... Prepararé algo para que comas.

- Me encantaría, no logré desayunar antes de salir.

Lincoln asentiría con la cabeza y, con delicadeza, se levantaría de su asiento y se dirigiría al refrigerador. Tomó entre sus manos un bol de macarrones instantáneos, lo metió al microondas por un par de minutos hasta escuchar el sonido del timbre anunciando que estaba listo. Lo abriría y dejaría salir un aroma increíble que lo haría tomar uno de los macarrones para probarlo, y efectivamente, sabía delicioso. Tomaría un tenedor plástico, lo pondría sobre la comida y se lo daría a su hermana.

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⏰ Última actualización: Nov 12 ⏰

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