🎀┊❛❛Donde Lee Felix es un omega y padre separado, que solo desea una unica cosa: reconciliarse con Hwang Hyunjin.
O donde Hwang Hyunjin es un alfa, que continua con su vida, creyendo que el amor de su vida ya lo supero❜❜
✧ obra original: pro...
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—capitulo diez—
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Esa residencia tenía más escondrijos que muebles. Dentro de algunas habitaciones, había otras habitaciones, e incluso con baño incluido. Felix ya había interrumpido a un par de parejas y hasta a un trío, y sentía una vergüenza inmensa de abrir otra puerta y encontrarse —para su mala suerte—, una orgía. Ya había tenido suficientes escenas "XXX" por una noche.
Decidió subir al segundo piso. Al fondo del pasillo, vio a Seungmin y Christopher en una escena bastante cariñosa, y prefirió desviar la mirada en lugar de acercarse a preguntar si habían visto a Changbin. Eso sí, no olvidó sacar su celular y capturar el momento, porque nunca se sabe cuándo uno necesitará material para chantajear a sus hyungs.
Antes de abrir otra puerta y arriesgarse a otra escena +18, primero pegó la oreja a la madera para verificar que no se escuchara nada comprometedor desde dentro. Cuando se aseguró de que todo estaba en calma, giró el pomo y abrió, esperando encontrar a Changbin. Y ahí estaba, afortunadamente, la borrachera no lo había llevado lejos: estaba sentado junto a la ventana, con una botella de ron a medio terminar.
— ¡Changbin! —Chilló el Omega, aliviado, y corrió hacia él, abrazándolo por detrás—. ¡¿Por qué desapareciste tan de repente?! ¡Llevo buscándote por todo este lugar! ¿Te puedes imaginar cuántas puertas he tenido que abrir para encontrarte?!
Changbin suelta una suave risa, dejando que su mano palpe el dorso de la de Félix, aún apoyada en su estómago. Se gira levemente, con una sonrisa perezosa en el rostro, mirando al Omega.
— Te ves bonito cuando te asustas —Arrastra las palabras, con la voz ligeramente espesa. Félix frunce la nariz, incómodo ante el fuerte olor a alcohol que le invade las fosas nasales.
— Dame la botella —Pide amablemente, extendiendo la mano para quitársela, pero Changbin esquiva su agarre y sostiene la botella con firmeza—. ¡Chang!
— Tengo... —Titubea, tambaleándose hasta la cama mientras agita la botella en el aire—. Tengo algo que decir...
— Chang, estás muy borracho. —Suspira Félix, acercándose hasta el Beta, que se deja caer en la cama como si cada músculo de su cuerpo hubiese cedido al peso del sueño. El rubio suspira de nuevo, y algo en esa escena le trae recuerdos de su padre.
