Ranma ½ - historias perdidas del universo 6

CON ESPERANZA POR UN MEJOR MAÑANA

Mientras Cologne sigue peleando con Ryota, Ranma se da cuenta de que el espejo que está absorbiendo las almas está descuidado y aprovecha la oportunidad para atacarlo.

Ranma se concentra y crea una bola de energía en sus manos, gritando "Huracán del Tigre!" al lanzarla hacia el espejo.

La bola de energía impacta en el espejo con una fuerza tremenda, causando una explosión de luz y energía que sacude todo el entorno.

El espejo comienza a resquebrajarse y a perder su poder de absorción, liberando a las almas atrapadas en su interior.

Las almas comienzan a elevarse hacia el cielo, liberadas de su prisión, y Ryota se enfurece al ver su plan fallido.

"No!", grita Ryota. "No puedes detenerme!"

Cologne aprovecha la distracción para lanzar un golpe decisivo a Ryota, que se encuentra debilitado por la pérdida del espejo.

"¡Ya es hora de que termines en el infierno!", dice Cologne.

Ryota se defiende, pero es claro que está perdiendo la batalla.

Mikami utiliza un sello para debilitar a Ryota, y Ranma y Akane, con un golpe final, le dan en su punto débil en la frente, haciendo explotar a Ryota y toda la dimensión del pasadizo de los espíritus.

La explosión es monumental, y todos comienzan a caer en un abismo sin fin. Pero justo cuando parece que todo está perdido, aparece el Guardian del Pasadizo.

"Gracias", dice el Guardian, con una voz profunda y respetuosa. "Gracias por haber salvado esta dimensión y liberado a las almas atrapadas".

La dimensión comienza a desintegrarse, y todas las almas vuelan en dirección al espacio, encontrando su liberación para siempre.

Las almas brillan como estrellas en el cielo, y su luz se esparce por todo el universo, simbolizando su libertad y paz.

Ranma, Soun, Akane, Mikami, Cologne y Nakamura caen hacia la tierra, pero en lugar de sentir miedo, sienten una sensación de paz y logro.

"Lo hicimos", dice Ranma, sonriendo.

"Lo hicimos juntos", agrega Akane.

Mikami sonríe, y Cologne asiente con la cabeza.

"La justicia ha sido servida", dice.

Nakamura mira hacia arriba, y ve las almas brillando en el cielo.

"Descansen en paz", dice.

La escena se desvanece, y todos vuelven a la realidad, de pie en el jardín de la casa de los Tendo.

Epílogo - Un nuevo comienzo

Mikami regresa a su oficina, con una sonrisa serena en su rostro. La tranquilidad que siente es palpable, sabiendo que su hermana Emiri descansa en paz.

Soun se sienta en su habitación, con la foto de su esposa en las manos. Sus ojos se llenan de lágrimas mientras reza:

"Mi amor, has encontrado la paz. Gracias por la aventura que compartimos. Nunca te olvidaré."

En otro lugar, el viajero Nakamura sigue viajando por Japón, aprovechando los momentos que no pudo compartir con su familia. La aventura en el Pasadizo de los Espíritus sigue viva en su memoria.

Recuerda la última vez que se despidió de Akane, Soun, Ranma y Mikami en el pasadizo. La emoción de ese momento sigue siendo intensa.

Mientras contempla el paisaje japonés, reflexiona sobre la importancia de la familia, el amor y la redención.

La aventura en el Pasadizo de los Espíritus ha cambiado su perspectiva sobre la vida. Ahora valora cada momento y cada relación.

La brisa suave japonesa acaricia su rostro, y sonríe, sabiendo que siempre llevará consigo los recuerdos y lecciones de esa increíble aventura.

Epílogo extra: Reflexiones del corazón

Ranma y Akane están sentados en el jardín de la casa de los Tendo, disfrutando del sol de la tarde.

Ranma mira a Akane con curiosidad.

"Por fin pudiste volver a ver a tu madre", dice. "¿Cómo te sentiste luego de ese reencuentro?"

Akane baja la mirada, recordando el momento.

"Me sentí... aliviada", dice. "Saber que ella estaba en paz, que había encontrado la redención... fue un gran consuelo para mí".

Ranma asiente, entendiendo.

"Debió haber sido difícil para ti", dice. "Perder a tu madre de esa manera, y luego encontrarla de nuevo en ese lugar..."

Akane sacude la cabeza.

"No fue solo difícil", dice. "Fue doloroso. Pero también fue un aprendizaje. Aprendí a valorar la vida, a no dar nada por sentado".

Ranma sonríe.

"Eres fuerte, Akane", dice. "Siempre lo has sido".

Akane sonríe también, y se acerca a Ranma.

"Gracias, Ranma", dice. "Tú también eres fuerte. Me ayudaste a encontrar la paz, a encontrar a mi madre".

Ranma la abraza, y Akane se siente segura en sus brazos.

"Siempre estaré aquí para ti", dice Ranma.

Akane sonríe, sabiendo que es verdad.

"Y yo siempre estaré aquí para ti", dice.

Ranma dice nervioso "me hubiese gustado hablar más con tu madre y decirle que soy tu prometido, pero ya viste que lo nuestro es incierto, es un matrimonio que todavía no sabemos si estamos listos o si somos la pareja indicada"

Akane desvia la mirada y susurra "no te preocupes, nunca le mentiría a mí mamá sobre una relación que todavía no estoy de acuerdo o que estoy dudando, pero por lo menos le podría haber dado esa alegría de que ambos estamos comprometidos "

Ranma: no te preocupes Akane, con que te haya visto sana y salva, seguramente encontró la paz como quería verte, junto con tu padre. Lo nuestro se dará cuando tenga que serlo, la vida nos puede llevar por caminos que nadie sabe, solamente nosotros debemos decifrarlo, y si nuestro destino es estar juntos bienvenido sea, y si debemos estar separados feliz con otras personas, lo debemos que aceptar.

Akane mira con esperanzas hacia el futuro y dice "nuestro futuro lo tendremos que trabajar juntos, todavía somos jóvenes para pensar en casarnos, pero no descarto, que algún día pueda comprenderte y sentir algo más que desagrado por ti, el tiempo lo dirá, quizás algún día, seamos felices juntos o separados, lo importante es querer la felicidad del otro no lo crees?"

Ranma: siempre querré tu felicidad sin mi o conmigo jeje.

Akane: así tiene que ser, vamos a cenar.

Ranma se va para la cocina mientras que Akane antes que se vaya adentro de la casa se da la vuelta y mira al cielo y sollozando dice "mamá, espero que seas feliz por mi vida así como yo disfruté estando contigo en ese último encuentro, si apruebas mi relación con Ranma, o piensas que debo intentar conocerlo, dame una señal...." En el cielo pasaba una estrella fugaz, con esa señal le basta y deja satisfecha a Akane como si su madre la hubiera escuchado lo último que había preguntado, y Akane se va adentro de la casa para cenar con su familia contenta por la última esperanza que le regaló su mamá en forma de estrella fugaz.

Fin.