Brillo (Adaptación Namixrobin)

Capítulo 16.

ROBIN

Veo como Nami abraza a Bell-mère y me mata ver las lágrimas que caen por su cara. No puedo oír lo que sea que Bell-mère está susurrándole al oído. De cualquier manera necesito poner fin a su innecesaria tristeza. Necesita saber la verdad sobre la cafeteria de al lado.

-No mentí- digo, haciendo que
ella y Bell-mère me miren.-¿Qué he hecho para que pienses diferente?- Mi corazón todavía palpita en mi pecho por la mirada que vi en su cara. Sabía que había oído lo que dijo mi hermana. Estaba escrito en su dulce rostro. Traición.

Sé que tengo que contarle todo.
Que guardar este secreto terminará
hiriéndola más. Quería que fuera
una sorpresa, pero ahora necesito
que todos sepan lo que está pasando al lado. No quiero que afecte a la relación de Nami y Bell-mère. No hay razón para que ninguna de las dos se preocupe.

-Le voy a dar a Bell-mère la tienda de al lado- Veo como las caras de las dos chicas se giran en shock. Estoy segura de que Nami sabía que estaba tramando algo una vez que se dio cuenta de que ni estaba haciendo una cafetería, pero no eso.

-No puedo aceptarla- dice Bell-mère. Está sacudiendo la cabeza mientras dice las palabras.

-Como dije. Yo no miento. Por
mucho que me guste lo buena que
eres con mí chica, lo hago por ella-
Me encojo de hombros. Será mejor
que lo admita todo.-También por
mí. Nami necesita más espacio
para trabajar. Necesitas un personal más numeroso. De esta manera no estará trabajando todo el tiempo- Bell-mère se ríe.

-Para que tenga más tiempo para ti-

-Sí-

Mi hermana deja salir un resoplido.
Odio cuando lo hace, pero no puede
evitarlo cuando encuentra algo más
divertido.

-¿De verdad?-Nami se acerca a mí, fuera del agarre de su amiga. La jalo hacia adentro. Se aferra a mí
como un osito koala y me pregunto
si debería cambiar mi apodo para
ella.

-Sí, mi pequeña manifestante. De
verdad-esparce esos dulces besos
por toda mi cara mientras sube
fácilmente por mi cuerpo. No hay
timidez en su acción. Hace lo que
quiere y no le importa quién la vea.

-¿Dónde está mi desayuno? -pregunta después de un rato,
haciéndonos reír a todas.

-Ve a ponerte más ropa y te
mostraré la tienda de al lado y te
traeré algo de comida-Le doy un
pequeño apretón en el culo antes de
dejarla ir.

Sé que no puedo ir con ella o nunca
saldremos de su casa. La tendré
atada a la cama otra vez. Necesito dejarla descansar. La tomé largo
y duro anoche. Necesita tiempo
para recuperarse. Mi control casi se
rompió cuando la tuve. Creo que yo
también he roto su cabecero. No la
necesito deambulando por la puerta de al lado en pequeños shorts de dormir y mi camisa que lleva puesta apenas los cubre. Necesito que vaya a cambiarse. Sola. Por mucho que me mate perderme que ella lo haga.

-Realmente la amas-Mi hermana
emite un largo y feliz suspiro.

Pensé que estaría bien con esto,
pero es un poco más feliz de lo
que pensé que seria. Sé que vino a
verme, pero está llevando esto un
poco lejos. Ella es la que me decía
que me buscara una vida.

-Sí-Asiento con la cabeza.

-Cuando sabes lo sabes- dicen Bell-mère y Hancock al mismo tiempo. Sus ojos se cierran para encontrarse con los de los demás. Claramente en la misma página. Ambas obviamente ya conocen el sentimiento.

-No puedes estar enamorada. Eres
una adicta al trabajo-le recuerdo
a mi hermana.

Lleva aquí más de veinticuatro
horas. Las cosas podrían estar
cambiando para ella también. Por
no hablar de que está de nuevo
vestida informal. Me gusta la idea
de que ella tampoco trabaje tanto.
Pronto será tía y quiero que mi
hermana sea parte de todo esto.
Siempre hemos estado cerca. Mi
vida está cambiando y yo sería una
mentirosa si no quisiera que ella
también cambiara algo. Ahora veo
lo que es el amor y quiero que ella
también lo tenga. Quiero que se dé cuenta como yo de que no todo
tiene que ver con el trabajo.