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✧┃Capitulo uno ࿐*:･ﾟ ❝ DIARIO CASERO ❞
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Lilith detuvo su ligero andar al llegar frente a ambos andenes; nueve y diez. Miro con discreción a su alrededor en espera de una buena oportunidad para cruzar la barrera sin atraer la atención de los muggles. Vio dicha oportunidad, camino lo más rápido hacia la barrera y la atravesó... y, al hacerlo, el andén nueve y tres cuartos se materializó allí mismo.
El expreso de Hogwarts, una reluciente máquina de vapor de color escarlata, ya estaba allí, y de él salían nubes de vapor. Lilith soltó un suspiro mientras nuevamente ponía en marcha su caminata, buscando con la mirada a alguna de sus amigas o amigo, entre la amontonada gente. No hubo éxito.
Cuando estuvo a punto de poner un pie sobre el interior del tren algo le llamo sobresaltadamente la atención, y era raro que no se hubiera dado cuenta antes, pero al llevar su mirada hasta cierta dirección en dónde un chico de cabello castaño claro se encontraba siendo regañado por una mujer de una edad avanzada que vestía un ¿Sombrero de pato?
──¿Neville?──murmuró para si misma la castaña. Una sonrisa se dibujó en su rostro al cerciorarse de que era él; su mejor amigo──¡Neville!──grito y reculando un par de pasos hacia atrás rápidamente corrió hacia el chico.
Neville, por otra parte, se giró al escuchar su nombre. En aquel momento tenía una expresión de temor por causa de su abuela y sus recientes regaños, pero al ver a Lilith correr hacia él se le iluminaron los ojos mientras sus labios encorvaban una gratificante sonrisa. Lilith se abalanzó hacía Neville con los brazos abiertos para acto seguido capturar al chico entre sus brazos.
Neville sintió como una ligera corriente eléctrica recorría todo su cuerpo en el preciso instante en el cual Lilith unió sus cuerpos en un cálido abrazo. Él tardó unos segundos en poder corresponderle porque se había sentido extremadamente nervioso al tenerla tan cerca, tanto que hasta sus pálidas mejillas se habían tornado de un intenso color carmesí.
──Por Salazar, hasta que te encuentro──hablo la chica separándose un poco del chico mientras lo tomaba suavemente de los hombros──. Pero como has crecido──dijo sorpresivamente parpadeando un par de veces──, y te has puesto más... Lindo.
──A... Ah──balbuceó torpemente──¿Lo crees?──él se fijó detenidamente en el rostro de la chica el cual tenía dibujado una sonrisa sincera──. Yo... bueno, gra...
Neville no acabo su frase. El momento de ambos chicos había sido interrumpido por el sonido carraspeante de la garganta de Augusta; la abuela de Neville. Los chicos se separaron lo más rápido posible y Neville, nervioso y con la mirada baja para no encontrarse con la de su abuela, presento a Lilith.
──Mucho gusto──se presentó la joven──. Soy Lilith, es un placer señora Longbottom──le hizo una pequeña reverencia. La anciana la analizó con ojo crítico para luego asentir y darle una pequeña sonrisa que no duró más de un segundo.
