Love Story; Maya Hawke G!P

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Leah Keery.

Mientras que Maya se duchaba me quedé en la cocina haciendo unas tostadas con chocolate caliente. Joe se fue a su habitación a descansar. Por lo que hice para Maya y para mí, dejé los platos encima de la mesa del salón y regresé a la cocina para servir las tazas de chocolate caliente.

La verdad es que cuando vi a Maya sentí como el corazón me iba a mil por hora. Es demasiado hermosa. Que pena que tenga novio. Aunque no me sorprende. Una mujer como ella es muy difícil que esté soltera.

Dejé las tazas de café en la mesa y volteé a verla cuando la escuché venir al salón. Se ve tan hermosa con mi pijama.

—Te queda bien —le halague.

—Gracias. Es muy cómodo.

Maya Hawke.

No pude evitar fijarme de nuevo en ella. Después de todo, su mirada era preciosa, y sus labios... Por alguna razón, no podía hacer más que ver sus labios. Los tenía tan... tan... tan perfectos.

—Joe ya se ha ido a dormir ¿No?

Intenté alejar de mí la visión de ella y me acerqué a la mesa donde había dejado las tazas. Al observarlas más de cerca, pude oler el chocolate caliente. Mis ojos se iluminaron ligeramente, me encanta el chocolate, incluso más en forma de bebida.

—Oh sí. Dijo que estaba bastante cansado. He hecho también tostadas por sí quieres mojarlas con el chocolate. —Se remangó las mangas de la camisa. —Me pongo el pijama y regreso. Sí quieres, ve escogiendo una película o podemos simplemente hablar.

—No tardes que quiero probar esas tostadas con el chocolate —Le dije sonriéndole ampliamente. Tenía unas ganas increíbles de probar las tostadas con el chocolate caliente. Finalmente me acerqué al sofá y empecé a ojear los títulos de las películas, no tenía muchas ganas de ver nada en concreto, pero intentaba entretenerme.

A los pocos minutos Leah regresó cambiada. Se puso un pantalón de cuadros negros y blancos, y una camiseta de manga corta de Stitch. En sus brazos tenía la ropa sucia y una manta. Dejo la manta en el sofá y llevo la ropa sucia a la galería.

Observé cada uno de sus movimientos. Estaba tan perfecta incluso aún más con esa camiseta de Stitch. Finalmente se sentó a mi lado, y mi cuerpo volvió a estremecerse ante su presencia. La miré con una sonrisa y la vi agarrar la manta, ¿Que iba a hacer con ella?

Mi pregunta fue resuelta cuando vi que nos tapaba las piernas. Estaba tan cerca de ella que podía sentir el calor de su cuerpo. Finalmente conseguí recomponerme un poco y le di un pequeño sorbo a las tostadas con el chocolate caliente.

No pude impedir que mi rostro se iluminara cuando el chocolate llegó a mis papilas gustativas. Era tan delicioso, y más aún cuando lo mojaba con la tostada. Mordí un poco y, sin poderlo impedir, un pequeño suspiro salió de mis labios.

—Mmm... —Murmuré, con los ojos prácticamente cerrados de lo rico que era.

—¿Te gusta?

Al sentir su voz tan cerca, no pude evitar estremecerme ligeramente. Mis ojos se centraron en ella y asentí varias veces con la cabeza aún con las mejillas llenas de pan y chocolate.

—Es muy... muy rico… —Dije finalmente, con un pequeño suspiro, mientras seguía disfrutando del chocolate caliente y las tostadas.

—Entonces, ya sé que tengo que hacer para verte disfrutar como una niña pequeña —sonrió con ternura mirándome.

Sus palabras me hicieron estremecer aún más. Me quedé parada unos segundos con las manos apoyadas en las piernas y la tostada a medio comer. Su sonrisa me hizo estremecer, era tan preciosa... Finalmente salí de mi shock, al recordar lo que estaba haciendo y volví a morder la tostada con chocolate caliente. Cuando volví a centrarme en ella, no pude evitar preguntarle algo.