Love Story; Maya Hawke G!P

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Leah Keery.

Ya ha pasado una semana desde que volví a Nueva York. Joe no se ha despegado de mí en ningún momento aprovechando que tenía una semana de vacaciones antes de volver a grabar la quinta temporada de Stranger Things. Aún no he visto la serie, está en mi lista para ver. Estoy esperando a que salga la última temporada para verla entera sin tener que esperar a que salga la siguiente temporada.

Es lunes, aún sigo en la cama sin ganas de levantarme. La flojera me estaba ganando hasta que sentí como mi estómago rugía de hambre. Me levanté de la cama y fui a la cocina a hacerme el desayuno. Estaba sola en la casa. Joe se fue temprano a trabajar. Haré lo mismo después de desayunar y limpiar la casa.

Me hice para desayunar un colacao. Lave mi vaso y conecte mi teléfono a los altavoces. Tengo la suerte de que no tengo vecinos por lo que vendrán a llamarme la atención por la música alta. Tarde más de lo debido en limpiar la casa ya que me ponía a cantar como si estuviera en el escenario mientras que la escoba era mi micrófono.

Cuando termine de limpiar fui a mi habitación, encendí mi laptop, cogí mi guitarra, me la compre hace bastante años, la pobre tenía polvo de no ser utilizada en los cinco años que estuve afuera. La afine. De uno de los cajones de la mesita de noche saqué mi libreta y el bolígrafo. La abrí y cerré los ojos mientras tocaba acordes sin sentido en busca de una melodía que me gustará.

Al tener la melodía en una cara de la libreta apunté las notas musicales. Volví a tocarla mientras la grababa. Luego me la puse una y otra vez mientras pensaba la letra de la canción. Así estuve alrededor de tres horas. Ya tenía la letra de la canción y la melodía. Ahora solo me falta grabar la melodía en el portátil y añadirle instrumentos, luego grabar la letra y ya solo me faltaría encargarme del videoclip.

Me levanté de la silla del escritorio y salí a la cocina a hacerme algo de comer. Joe no regresaría hasta la noche. Para comer me hice un poco de pasta con una ensalada y comí en el salón mientras veía la televisión.

Maya Hawke.

Llegué al set de grabación con una gran emoción. Me ha venido bien la semana de descanso, sin embargo, extrañaba bastante grabar escenas. Amo mi trabajo. Nada más llegar vi a mi mejor amigo, Joe Keery, lo veo más feliz. Algo le ha pasado y es muy bueno. Me acercó a él y le doy un pequeño empujón en forma de saludo.

—Hey.

—Hola Maya.

—Cuanto tiempo sin verte. —Le dije con una sonrisa. Di un pequeño saltó hacia un lateral y me coloque delante de él, para observar le la cara. —Estas de buen humor.. ¿qué ha pasado?

—¿Te acuerdas que te dije que estaba preocupado por qué no sabía nada de mi hermana pequeña por cinco años?

—Si, si que me acuerdo.. Y te dije que no te preocupes que aparecerá y tendría una buena explicación —Dije con un tono serio pero amable.

—Volvió hace una semana. La tengo de vuelta en casa.

—¿En serio? —pregunté, con una sonrisa, me alegraba mucho por él, ya que sabía lo mal y preocupado que estaba. —Es una GRAN noticia, debes estar super contento.

—Lo estoy. Ya puedo dormir tranquilo sabiendo que la policía no me va a llamar para comunicarme que han encontrado su cuerpo sin vida en algún lado.

—Si, no me quiero imaginar todo lo que habrás estado pasando.. pero ahora ya está, todo irá bien, ella está bien, y tú te has quitado un peso de encima. —Le di unas palmaditas en la espalda en señal de apoyo mientras le hablaba.

—Ella se fue porque no era feliz aquí… Se estaban burlando de ella y la hicieron sentirse un monstruo por cómo nació… Ella no tuvo culpa de que nuestra madre tuviera complicaciones durante el parto y naciera siendo mujer pero con pene… —los ojos de Joe reflejaban dolor y culpa.

—No me extraña que se fuera.. debió ser horrible para ella.

Coloqué una mano en su brazo y se le quedé mirando mientras me hablaba. Notaba el dolor en su voz.. quería intentar confortarle, pero no sabía muy bien cómo hacerlo.. solo le apreté un poco el brazo de forma cariñosa, para intentar animarle.

—Ella no me dijo donde estaba todo éste tiempo porque sabía que sí me lo decía habría ido a por ella y la hubiera traído de vuelta y ella necesitaba sanar las heridas de su alma…

—Tienes que entender que ella necesitaba hacerlo.. —Suspiré, no podía evitar ponerme en el lugar de su hermana, lo entendía, a veces necesitamos aislarnos completamente del mundo y de los que nos rodean para poder sanar las heridas que otros nos han provocado. —Solo, date cuenta de que no tuvo nada que ver contigo, necesitaba estar sola, necesitaba escapar de ese lugar.

—Ella está bien, de vuelta en casa y eso es lo que realmente me importa.

—Me alegro mucho Joe... —Le dije con una sonrisa sincera. Me acerqué un poco más a él y deslicé mi brazo por debajo de su brazo y me coloqué a su lado, apoyando mi cabeza en su hombro.

—Ella te caerá bien. Tienes que conocerla. No es más guapa que yo pero bueno —hizo una pose de diva mientras se echaba el pelo para atrás cómo una mujer en las pelis.

—Me parece que te crees mucho.. —Dije soltando una risita mientras me separaba para ver le mejor la cara. —Estoy deseando conocerla, y no me vale decirme que no es más guapa que tú, eso ya lo diré yo cuando la vea.

—¿Mañana te viene bien? Mañana tenemos que grabar hasta la hora de la comida y ya luego por la noche.

—Claro que sí. Muero por conocerla. —Tras decir eso le di unas palmaditas en su hombro y me fui a prepararme para la escena.

Leah Keery.

Escuché la puerta principal abrirse, de seguro es Joe, ha llegado justo a tiempo y se comerá la cena recién hecha. Serví los platos y los coloque en la mesa de la cocina. Joe apareció y le sonreí.

—¿Cómo te ha ido el día?

—Más o menos bien, hemos trabajado bastante duro en el rodaje pero ha estado bien —suspira ligeramente agotado y se acercó a mí y me dió un beso en la frente.

—Ahora cenas, te das una ducha y vas a descansar, ¿sí?

—Eres toda una comadreja, pero tengo que admitir que suena bastante bien... —sonríe ampliamente. —Por cierto, vendrá alguien a casa mañana…

—¿Sí? ¿Quién viene?

—Es mi mejor amiga. Es actriz también y creo que os llevaréis bien. —Se acercó a la mesa para ver la cena. —Y esta cena tiene una pinta deliciosa.

—Espero que te guste. Es un plato típico de España, me lo enseñó una amiga que me hice allí.

—Pues tiene muy buena pinta sin duda… —se sienta alrededor de la mesa y empieza a comer el plato. —Joder, se te da muy bien cocinar, y sabe delicioso.

—Me alegro que te guste. Mañana para comer puedo hacer otro plato típico de España. Tal vez a tu mejor amiga le guste.

—Estoy seguro que sí, en cuanto pruebe la comida que haces le encantará.

Cenamos tranquilamente. Al terminar de cenar, lo mandé a ducharse y luego a descansar mientras que me encargaba de recoger la cocina.