STARDEW VALLEY: RAÍCES

CAPITULO 3: LA DESPEDIDA

Era una mañana de otoño cuando Izán llegó temprano a la taberna, antes de que el sol hubiera terminado de despuntar. Observó cada rincón del lugar, grabándose en la memoria los detalles de aquel espacio que había sido su refugio durante tanto tiempo.

Esa mañana, cuando Aarón y Doña María llegaron, Izán se armó de valor y, tomando un profundo respiro, se dirigió a ellos. —"Aarón, Doña María… hay algo que quiero decirles."

Ambos lo miraron con curiosidad, aunque una chispa de entendimiento brillaba en los ojos del dueño.— "¿Es tu despedida, verdad?"—, dijo Aarón ,sin perder la sonrisa.

Izán asintió, emocionado y nervioso a la vez.— "He decidido irme al campo. No sé cómo será ni si podré lograrlo, pero siento que es mi camino. Quiero una vida sencilla, trabajar con mis propias manos, construir algo mío."

Doña María, con una sonrisa dulce, le tocó el hombro. —"Hijo, siempre supe que no pertenecías aquí. Eres un espíritu libre, y te mereces la oportunidad de encontrar tu paz."

Aarón, por su parte, le dio una palmada en la espalda y le entregó una pequeña bolsa de cuero.— "Tómalo, chico. Es poco, pero te ayudará a empezar. La vida en el campo no es fácil, pero sé que tienes la voluntad para lograrlo."

Izán tomó la bolsa con gratitud, sus ojos brillando.— "Gracias, Aarón. Gracias por creer en mí y darme la oportunidad de trabajar aquí. Y gracias a ti, Doña María, por tus palabras de aliento."

Esa noche, mientras la taberna cerraba por última vez para él, Izán alzó una copa y brindó en silencio por el fin de una etapa y el comienzo de otra. —"Por la libertad y el futuro"—, murmuró, dejando atrás el bullicio de la ciudad y el ruido de la taberna.