Antes de la guerra, Cybertron era un mundo lleno de vida y posibilidades. Las ciudades brillaban bajo la luz de las estrellas, y entre ellas, en las altas torres de Iacon, dos figuras caminaban juntas, compartiendo una conexión más profunda de lo que sus compatriotas jamás sabrían.
Megatron y Optimus Prime, en ese entonces conocidos como Megatronus y Orion Pax, no eran solo camaradas ni líderes en ascenso. Eran amantes, unidos no solo por su visión de un Cybertron mejor, sino también por una pasión que quemaba fuerte en sus chispas. Habían mantenido su relación en secreto, temiendo que la política y las expectativas de su creciente estatus lo complicaran todo.
En las noches más silenciosas, se encontraban en los rincones oscuros de Cybertron, lejos de las miradas de los demás.
Orion Pax: (con una sonrisa mientras observaba las estrellas) "Siempre imaginé que podríamos cambiar este mundo juntos, Megatronus. Unir a nuestro pueblo, traer la paz... y finalmente vivir como nosotros, sin escondernos."
Megatronus: (acercándose, envolviendo a Orion con un brazo) "Lo haremos, Orion. Lo sé. Pero el cambio no llega sin lucha. He visto lo que los Consejos hacen, cómo corrompen nuestra sociedad. Debemos tomar el control, y si eso significa derramar algo de energón en el proceso, que así sea."
Orion, aunque siempre impresionado por la pasión de su pareja, empezaba a ver sombras en las palabras de Megatronus. Aun así, confiaba en él, en su visión y en el amor que compartían.
Orion Pax: (con ternura) "Siempre te apoyaré, Megatronus. Pero espero que cuando llegue el momento, no te pierdas en la lucha. Recuerda lo que realmente importa... lo que somos."
Megatronus: (con una sonrisa suave) "No hay nada más importante que tú, Orion. Juntos, seremos invencibles."
Pero la paz que ambos deseaban nunca llegó.
El presente
En el campo de batalla, ahora no eran más Megatronus y Orion Pax. La guerra había transformado sus nombres y su relación. Megatron y Optimus Prime, enemigos en apariencia, pero con una historia oculta que los atormentaba cada vez que se enfrentaban.
Esa noche, después de un feroz combate, ambos se encontraron una vez más, lejos de sus ejércitos. Megatron, herido pero de pie, lanzó su espada a un lado, dejando claras sus intenciones de hablar.
Megatron: (con una voz cansada) "¿Recuerdas, Optimus? Antes de que todo esto comenzara... cuando todavía éramos nosotros."
Optimus lo observó, su rostro inmutable, pero en su chispa, los recuerdos quemaban como una llama eterna. Recordaba las noches bajo las estrellas, las promesas que se hicieron cuando aún creían que podían cambiar el mundo juntos.
Optimus Prime: (con una mirada triste) "Recuerdo cada momento, Megatron. Pero esos días se desvanecieron con la guerra. Lo que somos ahora... no es lo que solíamos ser."
Megatron: (frustrado) "¿De verdad lo crees? ¿Que la guerra ha borrado lo que teníamos? ¡Sabes tan bien como yo que aún sientes lo mismo! Cada vez que luchamos, cada golpe, cada mirada... ¡estamos más conectados de lo que jamás estuvimos antes!"
Optimus cerró los ojos por un momento, intentando contener las emociones que brotaban en él. Sabía que lo que Megatron decía tenía algo de verdad. Incluso ahora, después de tanto odio, después de tantas traiciones, su chispa seguía latiendo por Megatron.
Optimus Prime: (en voz baja) "No puedo negar lo que siento, Megatron. Pero no puedo olvidar lo que has hecho. El Megatronus que conocí... ya no existe."
Megatron: (dando un paso adelante) "No, Optimus. Ese Megatronus sigue aquí. La guerra me cambió, sí, pero mis sentimientos por ti... eso no cambió. Sé que no puedo borrar lo que he hecho, pero ¿acaso lo que éramos no vale la pena luchar por ello?"
Las palabras de Megatron perforaron la coraza emocional que Optimus había construido a lo largo de los ciclos. Durante un breve instante, recordó la vida que una vez soñaron tener juntos, los planes que hicieron, las promesas rotas.
Optimus Prime: (con los ojos brillando de tristeza) "Siempre quise creer que podíamos arreglar esto, que podríamos ser algo más que enemigos. Pero cada vez que nos enfrentamos, veo la devastación que has traído. Y eso me mata por dentro."
Megatron dio otro paso hacia él, sus ojos rojos suavizados por un dolor que solo Optimus podía entender.
Megatron: (con voz suave) "Entonces mátame, Optimus. Si eso es lo que quieres. Pero hazlo sabiendo que aún te amo. Y que te amaré hasta mi último aliento."
Optimus levantó su espada, su chispa retorciéndose en su interior. Podría acabar con la guerra en ese mismo instante, eliminar a su mayor enemigo... pero al mismo tiempo, ese enemigo era la misma persona que una vez amó con todo su ser.
La espada tembló en su mano, incapaz de moverse.
Optimus Prime: (con la voz quebrada) "No puedo hacerlo. No puedo."
Megatron lo miró, acercándose más, hasta que quedaron frente a frente, sin armamento, sin violencia, solo dos seres que alguna vez lo compartieron todo.
Megatron: (en un susurro) "Porque, en el fondo, seguimos siendo nosotros."
Optimus dejó caer su espada al suelo, el eco resonando en el silencio que los rodeaba. La guerra aún continuaba, pero en ese momento, los dos líderes se permitieron recordar lo que una vez fueron, aunque solo fuera por un breve segundo.
Megatron extendió una mano, y tras dudarlo, Optimus la tomó. En medio del caos, de la destrucción y de la muerte, quedaba algo que ni la guerra podría destruir: el vínculo entre ellos.
Optimus Prime: (con voz apagada) "No sé si podremos arreglar esto, Megatron."
Megatron: (con una sonrisa leve) "Tal vez no. Pero mientras sigamos luchando, sabremos que lo intentamos... juntos."
Y por un momento, en medio de la interminable guerra, Megatron y Optimus Prime no fueron enemigos ni líderes de ejércitos opuestos. Fueron simplemente ellos, dos seres unidos por una chispa que nunca dejó de arder.
El conflicto aún no había terminado, pero su conexión, aunque dañada, seguía viva. En algún rincón del futuro, tal vez, encontrarían la paz que tanto anhelaban.