Solo al comer, ves cómo fluyen las ideas.
¿Qué esperas ansiosamente horas antes de comer?Ideas largas, ideas cortas, feas, confusas, pero nada tan gratificante
que tenerlas, experimentar con ellas, pero sobre todo, saborearlas.El sabor de las ideas es algo muy particular de distinguir,
porque, claro está, saben distintas.
¿Acaso no lo sabías? Como, por ejemplo,
ideas y palabras parecidas,
pero con distintos sabores.La idea es ácida por su espontaneidad.
Las palabras pueden ser dulces, pero al igual que amargas por su sentimiento y crueldad.