Mi Libertad | Steven X Male Reader

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Kei-ocho (un día antes)

- Esto es un.... asco...

Caminé ligeramente por el lugar, apenas desperté hace unos minutos con un hambre que ya me estaba afectando un poco y bueno... al menos ya es momento de ir a comer

- Buenos días, es hora del desayuno, todos reúnanse en los árboles de fruta

La voz de mis aretes resonó a lo que suspiré, igualmente estaba pensando en ir a comer algo, ya que tengo hambre y si no desayuno algo me pondré insoportable

Me rasqué mi cabello con un poco de suavidad, llevo un buen rato caminando ya que duermo alejado de los demás, no me agrada ver su increíble vida feliz, cuando realmente no lo es.. o eso creo

- Tengo hambre...

Murmuré mientras pasaba por unos arbustos hasta que vi algo.. me había asustado pero me tranquilicé al ver a Jay-uno, un señor ya un poco grande de edad, de los pocos que he podido tratar

- Hola Kei-ocho, ¿dormiste bien?

- Si... gracias.. Buenos días Jay-uno.. ¿Tú qué tal dormiste?

- Bien chico... a mi edad es un poco más fácil quedarme dormido

Y se rió a lo que asentí por lo que este dijo, estaba demasiado alejado de él ya que... tengo miedo a que le suceda lo mismo a él..

- ¿Vienes para comer?

- Yo...

Pensé al tener que ver a todos y que me den una mirada de desconfianza, titubee al tener que soportar las miradas de todos pero el hambre que estoy teniendo es...

- Vamos, ven, ignora las miradas de los otros

En verdad Jay-Uno desea que los acompañe, pero, en verdad me pone demasiado incómodo compartir espacios con ellos cuando me brindan siempre esa mirada... yo no estoy maldito...

- Bien... iré

Y Jay-Uno me sonrió para empezar a caminar y le seguí en silencio, espero no me vean mal, realmente espero no encontrarme a alguien, solo buscaré comida y si veo que estamos solos me quedo, si no... me iré

- ¿Te has sentido bien Kei-ocho?

- Si.. he estado bien... ¿y tú cómo has estado?

- Bien chico... he estado demasiado relajado... me he dado chapuzones más seguido

Sonreí al escucharlo tan tranquilo, en verdad él ha sido el más amable que he encontrado, y otros.. pero en ellos si se les escucha el tono de voz de miedo o incomodidad

Y caminamos un poco más para llegar al sitio donde crecen las frutas, así que me acerqué a uno de los árboles y sujeté tres de esas frutas y una se la entregué a Jay-Uno

- Gracias Kei-ocho

- No hay problema, si quiere más me avisa y le doy otra

Y Jay-Uno asintió a lo que me aparté ligeramente cuando vi que habían más humanos cerca, pero al parecer no han notado mi presencia, y eso es agradable

- Esta delicioso...

Pensé al morder un gran pedazo de la fruta y sentir sus sabores únicos.. en verdad aunque sea lo único que comemos, es demasiado delicioso..