10 years later!

3- Una hora más

El viaje por la carretera se sentía como una eternidad; la distancia se veía tan lejana que los minutos en el auto Shin Cha-il los percibía como un martirio mientras se encontraba conduciendo, expresando cierta desesperación moderada por ver a Han-soo; preguntándose:
¿Acaso se encontraba con novia?, ¿estaría saliendo con alguien?, ¿se habrá olvidado de él? y demás cosas mientras conducía sin percatarse de que había aumentado la velocidad.

Si no fuera porque de repente su celular sonara, seguiría conduciendo a una máxima velocidad y se hubiera metido en problemas con la ley, optando por orillarse a un lado de la carretera, para así poder contestar la llamada, sin antes tomarse un tiempo para respirar para así poder relajarse y a lo menos tratar de calmarse...

Si a lo menos pudiera hacerlo, así que ya cuando se recompuso vi en el marcador de llamada de su celular que marcaba que quien lo llamaba era nada más que el presidente de JU Construction.

Fue entonces que su semblante cambió gradualmente, mostrando un aire cansado y a su vez serio, hasta cortante, tal y como lo trató cuando estaba en aquella compañía; sin embargo, se ahorró las ganas que tenía por preguntarse qué hacía llamándolo, así que solo se limitó en contestarle la llamada. —Señor Hwang Dae-Woong... —Saludó oyendose lo más neutral tras contestarle la llamada.

Al otro lado de la llamada, Dae-Woong soltó un audible suspiro propio de asombro: —¿Por qué tanta formalidad?, ¿qué no eramos ya amigos?

Era inebitable no quedarse en silencio en la llamada porque para Cha-il, el nuevo presidente de la compañía no era más que alguien no preparado para ese cargo, pero eso no podía decirselo, más aún después de haberlo oído decir aquello que no solo lo dejó helado, sino que también incomodo porque para él no más lo consideraba como un empleado más y no como un presidente de una compañía de construcción. Sin más, después de dejarlo en un largo tiempo de un silencio incomodo en la llamada, prosiguió oyendo por la interrogación.

—¿A qué se debe su llamada? —pregunta un tanto cortante.

-tan frio como simpre... —mendió Dae-Woong con serio tono de enojo del otro lado de la llamada—. Habíasme preguntado si realmente eres un humano...

En esto último, no hizo más que colgarle la llamada, sin antes decir... —No opto con tiempo para desperdiciarlo en llamadas... Así sin más, terminó la llamada dejando al presidente de JU Constructos con la palabra en la boca.

----

En la ciudad, Hwang Dae-Woong queda pasmado con el selular en su mano, sin poder creer lo que acaba de pasar...

¡Este idiota! —exclamaba de ira mientras aroja su celular con todas sus fuerzas, estrellandolo contra la pared, sorprendiendo o, más bien dicho, asustando a su secretario que entraba a su oficina apenas veía como se hacía añicos el celular de su jefe frente a sus ojos contra la pared a su lado y, sin entender por qué su repentino enojo, temió proseguir con brindarle información de las cifras del estado de la compañía, así que solo se dispuso a quedarse parado cerca de la puerta mientras la serraba detrás de sí, con el fin de que otro empleado no lo viera en ese estado.

- señor Hwng Dae-Woong ... —susurraba con temor Bang Ki-Ho.

---

Mientras tanto, de vuelta en la carretera, Cha-il trataba de relajarse antes de proseguir conduciendo; así no podía..., pues se percató que estaba tan acelerado que, si seguía en el bolante, iba a sufrir un accidente automotorístico si continuaba excediendose con la velocidad al conducir. Tan solo ver la inmensa posibilidad de haber muerto si no hubiera contestado la llamada, lo dejó de cierta manera preocupado y molesto consigo mismo por no controlarse.

—¿Qué pasa conmigo? —se preguntaba seriamente mientras apoyaba su frente contra el bolón del auto —así no soy. —Susurra mientras serraba los ojos, y los ojos se veían cansados.

Así no podía seguir; ya no podía reconocerse y eso no solo lo molestaba, si no que lo dejaba en una mala posición si estaba a tan solo una más conduciendo para llegar y volver a ver a Goo Han-soo. Solo es una hora más. —Se decía a sí mismo mientras serraba los ojos fuertemente para luego palmearse el rostro con ambas manos y sus mejillas con el fin de tratar de mantenerse despierto.

Así que, ya tras encontrarse, disuesto de seguir conduciendo.

-solo es una hora mas.... —Susurraba con una ligera sonrisa marcada en su rostro tras retomar el bolante de su auto y arrancar nuevamente, en dirección a la ciudad.

Tras encontrarse nuevamente conduciendo, ya no lo persibía como un martirio, castigo o algo eterno, si no más bien como algo relajante y placentero al estar conduciendo mientras veía con atención la carretera y pensaba en Goo Han-soo y en cómo se ve actualmente. Esto no más hacía que se le ampliara la sonrisa y se relajara.

Obvio que él nunca lo olvidaría... Era el gran Shin Cha-il, el máximo auditor privado y el más buscado de toda Corea. Alguien como él sería imposible de ser olvidado y más aún de un joven que anteriormente no se agradaba desde un principio. Llegó o, más bien dicho, ambos llegaron a caerse tan bien que, sin percatarse, cayeron en el romance sin saberlo que ambos se habían enamorado uno del otro...

Han-soo con ojos de admiración por Cha-il, a su vez, también viera a Han-soo con admiración...

-te extraño... Goo Han-soo —susurraba Cha-il mientras conducía con suma atención por la carretera.

Mientras su celular nuevamente sonaba, sin embargo, el de mayor edad no respondió la llamada, sino que lo dejó sonar una y otra vez...

Y era de un tal Min-jun Shii, quien dejaba un mensaje que decía:

¡Con suma urgencia preciso comunicarse con su persona... señor Shin Cha-il!, por favor, espero no se haya olvidado de mi persona...

Sin embargo, Cha-il no prestó atención a su celular, por estar absorto en sus pensamientos, llamado Goo Han-soo mientras conducía con sumo cuidado. A pesar de que esto le tome más tiempo, no importaba..., todo sea por llegar sano y salvo para su querido joven que se encontraba tan cambiado y convertido en el jefe del equipo de auditoría...