ᦔPunto DebilᬊJJK[+21]

ᦔᶜᵃᵖⁱᵗᵘˡᵒ1ᬊ

—Jung...majestad, sus padres llegan en cualquier momento, ¿desea que prepare algo en especial?

[Jeon Jungkook, príncipe heredero y hijo único del rey Jeon y la reina Sung suspiro.
Una segunda sirvienta le acercó la ropa para después dar media vuelta, pues aquel chico con ojos y cabellos tan negros como la noche se encontraba saliendo de la calida piscina sacudiendo su espeso cabello y entonces sonrió.

Sonrió al ver a ambas mujeres para nada mayores que el dándole la espalda por lo que tomo un trago de la copa que había dejado en una pequeña mesa, seco su cuerpo y después de colocarse un par de boxers y una blanca camisa hablo mirando la espalda de ambas

—¿Por que ambas me dan la espalda y se muestran tan calladas?—cuestiono para después sonreír al ver que no obtenía respuesta de parte de ninguna—así no estaban anoche en mi cama, al contrario, sus gemidos y gritos ensordecian mis oídos.

Declaró y una de ellas, la más cautivada por el príncipe Jeon volteo de inmediato caminando hasta el

—Jungkook, yo...

—Majestad—corrigió de inmediato—siempre deben llamarme de esa manera sin importar si tengamos o no sexo—espeto—¿Qué? ¿Por que me miras así? Recuerden que eso para mi, pasar el rato con ustedes, solo tener sexo y disfrutar el momento sin tener ningún tipo de relación sentimental de por medio ¿quedo claro?

—pero ayer dijo que por aceptar cumplir esa fantasía suya, ambas pasaríamos der ser sus sirvientas a ser sus donc...

—digo muchas cosas cuando estoy con mujeres en la cama y ayer, con dos—sonrió ladino—creo que mi lengua perdió su cordura por un fugaz momento por lo que ya no recuerdo lo que si y lo que no les dije ya que las palabras que salen de mis labios en momentos así, no tienen importancia alguna-declaró importandole poco los sentimientos de ambas mujeres-Ahora vallan y preparen la cena, mis padres merecen un festín después de semanas fuera de casa y después claro de seguramente firmar y lograr ese tratado

Ordenó regalandoles a amabas una sonrisa un tanto burlona como seductora y abandono el lugar dejando en especial unas cuantas lágrimas en la mejilla de una de ellas sin que el le prestara la más mínima atención por que así era el, así era Jeon Jungkook.
Un hombre tan cruel, tan obstinado, tan frío y visceral que solo gozaba del momento, un hombre que solo buscaba placer y claro, poder.

Caminaba por los largos y elegantes pasillos alfombrado mirando las multiples obras de arte colgadas en la pared hasta que llego al salón principal del castillo, posando ahora su vista en los grandes y cristalinos candelabros que colgaban del techo emanando una serie de luces tan tenues y tan placenteras a la vista cuando escuchando unos pasos a sus espaldas haciéndolo voltear al instante

—lo de anoche, lo que hiciste con esas dos chicas...llegaste muy lejos Jungkook

—¿nos escuchaste?—pregunto con orgullo y Eunwoo, mejor amigo y capitán del ejército de Jeon frunció el seño