Les confesé como fue que empezó mi vida sexual con mi tío. Bueno unos años después ya con mi cuerpo desarrollado. Usaba ropa que se ajustará mejor a mi cuerpo. Aunque en el colegio seguía usando el uniforme de falda cuadrada. En casa usaba faldas o jeans que me apretaban. Sabía que mi culo se veía lindo, mis tetas también se pusieron de buen tamaño. Cómo ya podía escoger mi ropa también buscaba que se notaran más. Se sentía tan bien ser deseada. Bueno, mis sesiones de masturbarme mientras mi Madre y mi padrastro tenían sexo continuaron. A veces salía al pasillo a espiar. Le veía la tensión en los brazos mientras sujetaba a mamá por la cintura. El sonido del sexo retumbaba por toda la casa y mis dedos lo sabían. Se mojaban mucho. Iba a la cama para poder correrme a gusto. Con mi nueva forma de vestir por fin un día lo atrapé mirándome el culo. Así que trate de provocarlo. Sacaba un poco mi tanga para que viera que ya me vestía como una mujer. Luego cambio la dinámica en casa. Mamá tuvo que ir a trabajar. Por fortuna fue al mismo lugar donde mi padrastro trabajaba. Solo que ahora rolaban turnos y en ocasiones él o mamá trabajaban mientras el otro descansaba. Las sesiones sonoras de sexo con el golpeteo cesaron. Volví al porno para masturbarme cuando estaba caliente y no me los tenía al lado para motivarme. Pero después tomé ventaja, cuando mamá trabajaba y él no. Yo trataba de acercarme. Sentía como su respiración cambiaba conmigo cerca. Me agachaba para que me viera mi culito redondo y esponjoso o me acercaba mucho a él para sentir su mirada en mis tetas. —¡Enséñame a bailar! —le decía y sentía como su mano resbalaba de mi cintura a mis nalgas. Yo trataba de rozar mis nalgas sobre su verga, pero al principio se quitaba. Aunque íbamos adquiriendo confianza poco a poco. El día siguiente repetimos la rutina. Cuando llegó fue directo a mi cuarto para desnudarme. —¡Ya llegó papi!-? Me dijo mientras sus manos grandes arrancaban mi ropa. Ese día uso única y exclusivamente colita. Pero como el día anterior era difícil que entrara su enorme verga. —¡Escúpeme!-le dije, me miró y aventó su escupitajo directo a mi agujero trasero —¡Linda putita!-dijo empujando con fuerza su verga. Me tenían de lado con el culito levantado. —Uuuuy siii así siii más, más siii —qué rico culito tienes, pequeño y apretado mi putita. —si cógeme siii aaaah aaay aaay uy Se recostó para que me subiera de espaldas sobre su verga. Luego levanto mis piernas las sujeto con sus manos y las paso sobre mi cabeza. Lo había visto en el porno, pero ahora era yo la que era usada como. Una puta en esa pose. No podía moverme solo recibir verga fuerte y rápido. —ha aaauy aaah— mis gemidos eran casi gritos. Mi orgasmo como un chorro expulsado a presión que mojo la cama. —¡Que dices esto aaaah mmm! Me puso en cuatro y jalo mi cabello. Si verga seguía. Destrozando mi culo sin piedad. —¡Ooooh siii siiii cógeme aaaah!— ahora me dolió el culo y también la cabeza, pues, jalaba como loco mi cabello. —eso siii haaaa Empujó mi cabeza hasta el colchón. Sentía como mis nalgas tomaban vuelo antes de chocar contra sus bolas. Me sujetaba de la cintura para que ese sonido como de aplausos fuera cada vez más fuerte. Ese día termino sobre mi espalda, su semen recorrió mi columna vertebral hasta mi nuca. Mi culo me palpitaba del dolor, pero me gusta ser la puta de mi padrastro. Era una rutina que podría repetir por siempre.