CAPITULO 9 ✓✓

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Negan no desvió la vista de mí, y aunque su típica sonrisa burlona aún asomaba en sus labios, sus ojos decían algo distinto, como si hubiera una vulnerabilidad en ellos que él mismo no lograba controlar. No era frecuente verlo así; era como si en ese instante hubiera bajado la guardia, aunque solo fuera un poco. Me mantuve en silencio, sin saber qué decir ni cómo interpretar el cambio en su expresión.

Daryl y Rick observaban en silencio, sin comprender del todo la tensión que había entre Negan y yo. No sabían nada de nuestro pasado, de los recuerdos compartidos que parecían volver a la superficie en ese momento, como fantasmas que ninguno de los dos podía ignorar.

Negan me miró como si solo existiéramos nosotros dos. Era una intensidad que rara vez mostraba, y me hacía sentir como si estuviéramos completamente solos, aun estando rodeados.

Negan se giró hacia ellos finalmente, con una media sonrisa que intentaba cubrir lo que acababa de pasar, recuperando su tono desafiante.

—¿Qué? ¿Acaso no pueden soportar un poco de nostalgia? —respondió, con su típico sarcasmo.—Solo estamos recordando viejos tiempos —añadió Negan, aunque la frase estaba claramente dirigida a mí. Volvió a mirarme, esta vez con una expresión que solo yo podía entender, un recuerdo compartido en el que solo nosotros éramos partícipes.

mis manos se tensaron involuntariamente. Sabía que cualquier respuesta que le diera sería una puerta abierta, un indicio de que, a pesar de todo, él aún  en el fondo de mi corazón el seguía ocupaba un lugar en mi vida.

—Cierra la boca, Negan .Fue hace mucho, y no cambia nada. —dije , con  voz firme pero con un filo amenazante. La tensión en mi cuerpo era evidente,

Negan soltó una risa suave, pero sin el filo habitual. Asintió lentamente, sus ojos brillando con esa nostalgia que aún no podía esconder del todo.

—Eso es, Jessica. Hace mucho… pero A veces,  hay cosas que no se pueden enterrar, por mucho que uno intente esconderlas —respondió Negan, con una calma peligrosa.

La tensión entre nosotros persistió unos segundos más, hasta que él finalmente se giró, y el peso de nuestras miradas quedó atrás, aunque ambos sabíamos que, en el fondo, nada estaba realmente resuelto.

Negan dejó de mirarme y apagó la cámara con calma, luego se acarició la barba como si estuviera evaluando su aspecto.

—Creo que es hora de un buen afeitado —murmuró, mirando alrededor con esa sonrisa que siempre lograba ponerme los nervios de punta. Luego, con un tono casual, añadió—: Por cierto, ¿qué pasó con la chica enferma? Me pareció que la noche fue bastante... intensa para ella. Casi daba la impresión de que estaba casada con el número dos, ¿verdad? —Su mirada se dirigió a Rick, quien lo observaba con tensión contenida.

Negan chasqueó la lengua y alzó una ceja, manteniendo su tono burlón—. Ey, cuidado con esa mirada, Rick. Las viudas, especialmente las que tienen ese toque de sufrimiento... uff, tienen algo especial. Me encantan —comentó, provocador, mientras yo sentía que cada palabra suya era como un golpe en mi paciencia.

—Es como si al perder al marido quedaran vacías por dentro, aunque no por mucho tiempo. —Soltó una risa áspera, disfrutando de su propio comentario, y suspiró—. ¿Dónde está? Me encantaría verla.

De repente, la voz de Gabriel interrumpió la escena.

—¿Quieres presentar tus respetos? —preguntó Grabiel, apareciendo de la nada.

Negan se giró rápidamente hacia él, sorprendido.

—¡Vaya! hay que joderse  —dijo Negan con una mueca divertida—. Da escalofríos... caminas sin hacer ruido, con ese collarin y esa sonrisa. —Negan suspiró exageradamente—

Entré el Caos y el Destino {Negan y Tú }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora