CAPITULO 26

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Mientras nos movemos en silencio, me siento un poco más tranquila sabiendo que Derek ha vuelto, tal como prometió. A pesar de que el plan no salió como esperábamos y todo se fue al garete, al menos estamos todos vivos, y eso es lo único que importa ahora. Nos movemos agachados, avanzando poco a poco. Derek observa el mapa en sus manos y, finalmente, susurra:

—Es ahí. —Señala hacia adelante, donde se encuentra la sucursal bancaria.

Nos agachamos detrás de un coche mientras saco el walkie.

—Matt, estamos fuera —digo en un susurro, rezando para que no atraigamos atención no deseada.

Unos segundos después, veo a Matt, Sara y Nick salir de la sucursal. Se mueven con cautela, revisando los alrededores hasta que se aseguran de que todo está despejado. Al llegar junto a nosotros, Sara corre y se lanza a los brazos de Derek, mientras Matt me abraza con fuerza.

—Menos mal que estás bien, Tessa... —me susurra, y puedo notar el alivio en su voz.

Le devuelvo el abrazo, sintiendo un cálido agradecimiento por tener a mi amigo de vuelta, aunque no puedo evitar que mi mirada se desvíe hacia Sara, quien aún abraza a Derek. Algo en mi pecho se aprieta al verlos juntos, y aunque intento ignorarlo, no puedo evitar esa punzada de incomodidad.

—Vamos, tenemos que llegar al hospital —dice Nick, interrumpiendo mis pensamientos.

—Eso es... —asiento, pero Derek me sorprende al interrumpirnos.

—Antes de seguir, necesito una farmacia.

Nos quedamos perplejos, mirándonos entre nosotros antes de volvernos hacia él.

—¿Qué? —pregunta Matt, incrédulo.

Derek levanta la camiseta, y todos contenemos la respiración al ver su costado lleno de sangre seca y nuevas manchas que indican que la herida sigue abierta. Me llevo las manos a la boca, horrorizada.

—¡Derek...! ¿Que te ha pasado?¿Por qué no dijiste nada?

Él suelta una risa seca. —Quería llegar al hospital lo antes posible... pero ahora apenas me tengo en pie.

Max y Nick corren a ayudarlo mientras Derek se tambalea, y Sara, con expresión de preocupación, le agarra la cara entre las manos.

—¿Qué te ha pasado? —pregunta ella.

Derek intenta restarle importancia. —Hubo una explosión... No quiero preocuparlos, pero necesito algo para el dolor, y rápido. Necesito la droga mas dura que se venda en una puta farmacia.

Cuando veo que también tiene la pierna quemada, con el pantalón pegado a la piel, siento una mezcla de rabia y preocupación. ¿Cómo no me di cuenta antes? Sin perder tiempo, Matt saca el mapa y señala la farmacia más cercana. Nos ponemos en marcha, Max y Nick ayudando a Derek a caminar.

Al llegar, Matt y yo entramos primero, asegurándonos de que esté libre de esos seres. Una vez comprobado, les hacemos una señal para que entren. Derek se deja caer sobre una mesa alta, agotado, mientras yo me acerco a él, sacudiendo la cabeza.

—Mierda, Derek... ¿Por qué no dijiste nada? Hemos caminado durante media hora y tú estabas desangrándote.

Derek me mira y se encoge de hombros. —Deja de ser tan mandona, ¿quieres? Teníamos que llegar lo antes posible, y además, no estoy tan mal...

—Cállate, Derek. Cállate por Dios... Cuando te recuperes, te voy a dar una paliza por esto.

Él sonríe, aunque noto que su mirada está teñida de dolor. —Yo encantado...

SIN REFUGIO | Zona Z #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora