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La mañana estaba cálida; YoonGi y JiMin decidieron salir a buscar provisiones por los alrededores. JungKook se sentó afuera de la cabaña para que a JooAn le diera un poco de sol, pero estaba tan concentrado en disfrutarlo él que no se dio cuenta cuando el pequeño se quedó dormido. Respiraba con tranquilidad el aire que olía a naturaleza; si el color verde tuviera un olor, definitivamente sería ese.

"Majestad, ¿quiere practicar disparo?" JungKook con ojos amplios miró al alfa que se acercaba con el arma en mano. El menor le dio una sonrisa y asintió. Después miró al pequeño JooAn en sus brazos, aún dormido y, dudoso, miró a TaeHyung, que le señaló con la cabeza la cabaña.

El alfa lo ayudó a ponerse de pie y, a paso apurado, pero cuidadoso para no despertar al cachorro, lo dejó acostado en la cama, haciendo una pequeña barrera en la que, si de casualidad se movía, no se cayera. Salió al encuentro del alfa que lo esperaba acomodando lo que parecían latas vacías sobre las ramas de uno de los árboles. Algo nervioso, miró como TaeHyung manipuló el arma y le sonrió un poquito cuando el alfa posó la mirada en él.

"¿Listo?"

"Hmh" Avanzó hasta su lado "¿Tengo que pegarles a esas?" Señaló las latas, sorprendido porque no creía ser capaz de atinarles.

TaeHyung asintió, entregándole la pistola, se posó en su espalda, ayudándolo a tomarla como se debía, pero las manos de JungKook temblaron, sintió la respiración del alfa en su nuca y le dio un escalofrío por todo el cuerpo. Enfocó la mirada al frente, donde las latas estaban, y quizá su vista se nubló un poco recordando todas las veces que se escapaba a ver los entrenamientos de los guardias solo para ver a TaeHyung. Recordó cuando, días atrás, el alfa le disparó a uno de los infectados y, muy en el fondo de su mente, llegó la imagen borrosa de un hombre con el rostro cubierto, el rey gritando fuerte que corriera y su padre omega cayendo lentamente al suelo. Abrió los ojos; no sabía en qué momento los había cerrado y zafó el agarre en la pistola.

"Lo siento, no puedo" Se dio la vuelta cuando TaeHyung bajó el arma, miró con algo de pena al mayor.

"Está bien, mi príncipe, no tiene por qué disculparse" El alfa le dio una pequeña sonrisa, haciendo que sus mejillas se calentaran.

"¿Puedo ver cómo usted lo hace?" Sonrió coqueto, borrando todos sus pensamientos y centrándose en lo que pasaba ahora, en lo que vivía ahora. Con asombro y con admiración vio como TaeHyung se posicionaba de manera firme, levantando el arma con una sola mano y alineando su cabeza con su brazo estirado. Sus pobladas cejas se arrugaron cuando entrecerró los ojos para enfocar. Como si fuera nada, dio tres disparos certeros tumbando las tres latas "Wow, eso fue genial" Aplaudió mientras el alfa le devolvía la mirada y la sonrisa.

"No es la gran cosa"

"Para mí lo es, yo ni siquiera pude tomar bien el arma" Se sentó de nuevo en el césped, cerrando los ojos y posando sus manos hacia atrás para apoyarse ahí y recibir el sol. Al no escuchar nada más, entreabrió los ojos, notando cómo TaeHyung lo miraba desde arriba. El alfa se lamió los labios cuando fue atrapado mirando de más "¿Qué espera, TaeHyung-ssi? Siéntese" El mayor hizo caso, posando sus antebrazos en sus rodillas flexionadas.

"¿Qué hizo todo este tiempo, mi príncipe?"

"Creo que lo mismo de siempre" Se acomodó para mirar mejor al mayor cuando notó a este con intenciones de hablar "¿Y usted? ¿Qué hizo mientras estuvo fuera del palacio?"

"NamJoon-hyung es un poco duro" TaeHyung sonrió recordando a su mayor "Nos llevó a las afueras para entrenar nuestros lobos ¿Sabía, príncipe, que hay una tribu que vive la mayoría del tiempo en su forma de lobo?"

"No sabía, eso suena genial"

"Sí, incluso se aparean en esa forma"

"Hyung, no quería saber eso" El príncipe se quejó cuando el alfa fue tan específico.

Don't Leave Me  [TaeKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora