cap 24

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Caminamos en silencio por las calles, cada uno con sus propios pensamientos, pero el aire entre nosotros se cargaba de algo más. La ciudad estaba tranquila a esa hora, la música distante y las luces de la fiesta ya quedaban atrás. Llegamos al bar, un lugar pequeño pero acogedor, con luz suave y una vibra mucho más íntima.

Nos sentamos en una mesa en una esquina, lejos del bullicio, pero cerca el uno del otro. Ella no parecía apurada, y yo tampoco. Pedimos un par de bebidas, aunque ni una palabra más salió de mi boca hasta que ella rompió el hielo.

Sydney: (con una sonrisa) "Este lugar es... diferente."

Yo: "Sí. Menos gente, más interesante."

Sydney: "¿Más interesante que una fiesta llena de gente que te conoce?"

Yo: (sonriendo de lado) "No todo lo que brilla es interesante."

Sydney: (inclinándose ligeramente hacia mí) "¿Y tú qué sabes de eso? No pareces ser el tipo que se queda con lo superficial."

Yo: (mirándola fijamente) "Nunca dije que lo fuera. Solo que, a veces, lo evidente no es lo más importante."

Ella levantó una ceja, curiosa.

Sydney: "Eso suena... intrigante. ¿Y qué es lo que te parece más interesante, entonces?"

Me recliné en mi silla, observándola con calma, sin apresurarme.

Yo: "La gente que sabe mantener algo de misterio. No todo tiene que ser obvio desde el principio."

Sydney: "¿Entonces crees que soy misteriosa?"

Yo: "No lo sé. Tal vez un poco. O tal vez solo eres buena en mantener las cosas interesantes."

Ella no pudo evitar sonreír, como si estuviera disfrutando de la pequeña provocación.

Sydney: "¿Y tú? ¿Te consideras alguien misterioso?"

Yo: "Yo no necesito ser misterioso. Solo soy directo. La gente prefiere lo claro."

Sydney: "Eso me parece un poco... aburrido."

La forma en que lo dijo, con una ligera burla, me hizo sentir la necesidad de contradecirla.

Yo: "Tal vez. Pero a veces, lo que ves es lo que obtienes. No hay juegos."

Sydney: (jugando con su copa) "¿Y eso te ha funcionado hasta ahora? No sé si te creo."

Su tono era desafiante, pero juguetón. Estaba claro que disfrutaba el juego tanto como yo. La distancia entre nosotros parecía desaparecer a medida que la conversación avanzaba, y me di cuenta de que, de alguna manera, comenzaba a interesarme más de lo que había anticipado.

Yo: (bajando la voz) "Probablemente no lo creas. Y eso es lo que hace todo esto más divertido."

Ella me miró fijamente, como si estuviera midiendo cada palabra que decía, y luego, con un pequeño gesto, dio un sorbo a su bebida antes de responder.

Sydney: "Tienes razón en eso. Lo que hace las cosas divertidas es que no sabemos qué va a pasar después."

Hubo una pausa, pero no incómoda. Estaba claro que estábamos en el mismo juego, y ninguno de los dos estaba dispuesto a ceder tan fácilmente.

Yo: (sonriendo) "Entonces, ¿qué propones?"

Sydney: (acercándose un poco más, con un tono ligeramente más bajo) "¿Tal vez ver hasta dónde podemos llevar esto?"

Nos miramos durante un momento, ambos disfrutando del reto silencioso que había entre nosotros. Sabía que las cosas se estaban volviendo más complicadas, pero no me importaba. Al contrario, me atraía más la idea de ver hasta qué punto podía seguir manteniendo el control mientras todo eso se desarrollaba.

Finalmente, ella rompió el silencio de nuevo, con una sonrisa sutil.

Sydney: "Vamos a ver qué tan directo puedes ser en este momento."

El desafío estaba lanzado, y su mirada decía que no iba a dejarme escapar tan fácilmente. Estaba claro que esto aún no terminaba.

tn el hijo de Leonel MessiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora