El árbol extraño

1. Lea Michelle

La conexión inmediata es cuando ves a alguien por primera vez y al segundo sabes que es la persona con la que queres pasar el resto de tu vida. Quizás fue eso lo que sintió Lea Michelle cuando vió a Tom.

Lea Michelle era una chica de cabello negro por encima de los hombros, sus ojos eran grises y estaba tan palida y delgada que parecia enferma. Despertó y vió a Tom junto con Vanilla Nirrel, una profesora de aquel colegio azul.

Tom la observó esperando que ella dijera algo, ¿Sabría hablar? ¿Era la primera vez que veía el mundo?

Tom era un chico solitario, de cabello marrón al igual que sus ojos. Era alto y no sonreía nunca, seguramente porque creía que en su vida no había razón para sonreír.

—No habla—dijo Vanilla.

—Si, hablo—respondió Lea Michelle, sentada en el piso.

—No te pedí con esas características.—Se quejó la profesora.

—Algo hicimos mal—razonó Tom.

—¿Cuánto vas a quedarte?—Le preguntó a Lea.

—No lo sé.

—¿Cómo te llamas?

Michelle pensó unos segundos hasta que recordó que alguien en algún momento la nombró como Lea Michelle.

—Ajá. Bueno, Lea,  vas a tener que hacernos caso en todo lo que te digamos, somos tus jefes.

—Okey—aceptó.

—A mi no me vas a ver mucho, más que nada vas a estar con Tom, vas al mismo curso que él.

—¿Curso?

—Esto es una escuela, vas a cursar tercer año de secundaria junto con Tom, aunque claro, solo vas a estar presente unas 12 horas al mes.

Michelle se quedó callada unos segundos.

—No vas a poder hablar con nadie que no sea yo.—Le habló Tom.

—¿Y qué vamos a hacer?

—Desaparecer alumnos, los más destacados.

—¿Para qué?

—Para que cierren el colegio.

—Tom.—Le dijo Vanilla—.Llevala a recorrer la escuela, lo va a necesitar.

Tom hizo caso y le hizo una seña a Michelle para que se levantara del piso y lo siguiera. Salieron de aquel ático y caminaron por los pasillos. Las paredes eran azules y todas las puertas eran de color verde agua.

Luego de un rato, Tom guió a Lea hasta el patio.

—¿Qué es eso?—preguntó Michelle al ver el árbol que los alumnos habian apodado como “El árbol extraño” que era extraño por tener las hojas de color violeta y frutas como manzanas de color lila.

—Es solo un árbol.—Le contestó Tom, restándole importancia.

Lea sentía que ya había visto ese árbol otras veces. Intentó recordar de dónde lo conocía, pero no lo logró.