Vino

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Cuando terminé de cenar fui a mi dormitorio y había cuatro muchachas esperándome para arreglarme.

Me llevaron al cuarto de baño y prepararon la bañera con espuma y sales de baño, a decir verdad olía muy bien.
Una de las chicas masajeaba mi cabello con suavidad para que los productos penetrasen bien en la raíz mientras que las otras buscaban las cosas para el siguiente paso.
Al salir de la bañera secaron mi cuerpo y aplicaron algunas cremas que olían a frutas muy dulces, tanto que me daban ganas de bajar a la cocina y comerme unas cuantas.
Secaron mi cabello y hicieron unas suaves ondas en él para luego aplicar algunos productos en mi rostro.

Cuando se fueron sobre mi cama había un camisón de seda muy fino de color verde y con algunos detalles en negro, los colores favoritos de Loki.
Los nervios recorrían todo mi cuerpo al mirarme en el espejo, estaba hermosa pero la simple idea de que me habían puesto así para él me daba pavor.
Él podía hacerme mucho daño o tratarme como a una auténtica reina pero aún conociéndole desde siempre no podía evitar estar acongojada en su presencia, más aún cuando el era el nuevo rey de Asgard.

Tomé aire y miré por última vez mi habitación antes de dirigirme a la de Loki.
Con cada paso que daba sentía como el terror y un nudo en mi estómago aumentaban progresivamente.
Toqué aquella enorme puerta y pude escuchar como él me cedía el paso.

Al entrar en aquel enorme dormitorio pude ver  Loki mirando por la ventana y con una copa dorada en su mano.
Giró su rostro levemente y sus hermosos ojos casi tan verdes como las esmeraldas se encontraron con los míos mientras un lujurioso brillo ardía en ellos.
Se acercó a mi lentamente y acarició mi mejillaIzquierda con su mano derecha con mucha suavidad para luego pasar su dedo pulgar por mi labio inferior.
-Estas preciosa- dijo con una suave sonrisa -he tenido una buena decisión con esas muchachas-
-Gracias- dije aguantándole la mirada.
-Y...- dijo antes de aspirar el aroma de mi cuello y pasando lentamente su nariz por mi oreja haciendo que un escalofrío extraño recorriese mi columna vertebral -hueles demasiado bien... Te haría mía ahora mismo-
-¿Acaso no lo vas a hacer?- dije notando un poco de alivio en mi interior.
-Claro que lo haré- dijo él acariciando mi espalda con delicadeza -pero primero quiero invitarte a una copa-
-¿No le habrás puesto algo no?- dije desconfiada.
-¿Por quién me tomas?- dijo él sirviéndome una copa -podría hacerlo pero prefiero que estés en plenas condiciones. Bebe, te sentirás mejor-

Tomé la copa y di un pequeño sorbo a su contenido que era un vino de la reserva privada de Odin, lo sabía porque yo era la que se lo solía llevar.
Me acerqué a la ventana y contemplé el hermoso paisaje que llegaba hasta el Bifrost.
Mi mente comenzó a hacerme que extrañase a Thor.
Su sonrisa, sus cabellos dorados, sus abrazos, su voz... lo extrañaba todo de él.

Las manos de Loki rodearon mi cintura con suavidad posando un beso en mi mejilla.
Su pulso era algo acelerado y sus pupilas estaban dilatadas.
Giré mi rostro para mirarle directamente a los ojos y vi que tenía una hermosa sonrisa.
-¿Por qué tengo que ser yo?- dije -¿Por qué no elegiste a otra de las muchas mujeres de Asgard?-
-Porque- dijo él apartando mi cabello y susurrando en mi oído sensualmente -solo tú sabes comprenderme y conoces mis puntos débiles-
-No creo que te conozca tanto- dije mirando la copa -eres muy cambiante Loki. No sé si lo haces para confundirme o tratar de engañarme pero muchas veces creo que no te conozco-
-Claro que me conoces preciosa- dijo tomando mis mejillas entre sus manos -ambos nos conocemos muy bien pero hay algo que no tengo muy seguro-
-¿El qué?- dije temiendome la pregunta.
-¿Sigues siendo virgen?- dijo seriamente.

Miré al suelo con vergüenza, ya que no quería que supiese que era verdad.
Volví a mirarle y ví como se relamía mientras me miraba de arriba a abajo con un incontrolable deseo.
Un escalofrío recorrió mi cuerpo viendo como aquel gigante de hielo me deseaba con cada uno de los rincones de su ser.
Se acercó a mi y me besó con fuerza mientras sujetaba mis mejillas para que no pudiese apartarme.

Su lengua se introdujo en mi boca con rapidez y yo no pude hacer otra cosa que corresponder a su beso.
Las manos de Loki agarraron mis nalgas levantándome del suelo haciendo que mi copa cayese al suelo derramando todo el vino por la alfombra.
Me tumbó en la cama rápidamente y comenzó a besar mi cuello con ansias depositando mordiscos y besos que me producían mucho placer.
Se deshizo de mi camisón y comenzó a besar y saborear mis pechos haciéndome gemir con suavidad.
Bajó a mis piernas y yo las cerré rapidamente haciendo que sus ojos mostrasen extrañeza.
-¿Qué ocurre?- dijo él mirándome.
-Loki- dije incorporándome sobre la cama -lo siento pero no puedo hacerlo-
-¿Acaso no quieres que el rey de Asgard sea el primer hombre con el que te acuestas?- dijo él.
-No me siento preparada Loki- dije -¿Por qué crees que todos los chicos me dejaban?-
-Prometo que seré delicado- dijo él acariciando mi cabello -no temas por eso-
-Loki por favor- suspiré -no me obligues-
-Shhhhh- dijo él para volver a besarme -No te haré daño lo prometo-
-No quiero- dije levantándome para buscar mi ropa pero agarró mi muñeca con fuerza.
-Si no haces lo que te pido- dijo molesto -haré que muelan a tu padre a golpes ¿Es eso lo que quieres?-
-¡¿Por qué me quieres obligar?!- dije comenzando a llorar -¡No quiero acostarme contigo!-
-¡¿Por qué?!- dijo él muy molesto -¡Seguro que si fuese mi hermano lo harías sin pensarlo!-
-¡Porque eres un gigante de hielo!- lloré molesta -¡Y juré que os mataría a todos!-

No puedes engañarme (Loki y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora