No puedes engañarme (Loki y tú)

Feliz Cumpleaños

Los meses pasaron desde que Loki fue trasladado a Asgard.

Llevaba un mes allí pero Thor no me dejaba verle, lo que me dolía bastante.
Saber que tan solo estaba a unos metros de Loki pero tenía prohibido verle hacía que aún tuviese más ganas de verle.

Aquella mañana, era el cumpleaños de Loki.
Tenía pensado hacerle algo especial pero debía pedirle permiso a Thor.

Me arreglé y me puse un vestido de color verde esmeralda que se adaptaba perfectamente a mi figura.
Bajé al gran salón para desayunar y como siempre Thor estaba allí esperándome.
-Buenos días a la mujer más bella de Asgard- dijo él riendo.
-Buenos días- reí -necesito hablar contigo-
-Vale- dijo apartando mi silla para tomar asiento a su lado -¿De qué quieres hablar?-
-Quiero ver a Loki- dije sentándome.
-¿Qué?- dijo tras escupir un poco de vino y atragantarse.
-Hoy es su cumpleaños Thor- suspiré -quería hacerle un pastel de frutas y entregárselo como regalo-
-Thor- dijo Fridga -ella solo quiere alegrarle el día a tu hermano-
-Lo sé madre- dijo Thor -pero Loki puede manipularla-
-Debe correr ese riesgo- dijo Odín -No sería justo que se quedase sin su celebración-
-Por favor Thor- dije -déjame pasar esta noche con Loki-
-¡¿Toda la noche?!- dijo sorprendido -¿Estás loca?-
-No- dije -quiero celebrarlo con él-
-Prométeme que no te hará nada- dijo él -sin tu consentimiento-
-Lo prometo- dije sonriendo antes de besar su mejilla con fuerza -te quiero hermanito-
-Y yo a ti pequeña- dijo con una suave risa.

Corrí a las cocinas y  le pedí a Serena que buscase los ingredientes para el pastel que solíamos comer de niños Loki y yo.

Por la tarde, estaba paseando por los jardines cuando comencé a sentirme observada.
Miré a la ventana de Loki y él estaba sentado en su asiento observándome con una suave sonrisa.
Mostré una suave sonrisa y le dediqué un pequeño saludo el cual me correspondió del mismo modo.
Él tenía la suerte de tener su habitación como celda, ya que le supliqué a Odín que no sufriera demasiado.

Me senté bajo un árbol y comencé a dibujar en un cuaderno que mi padre me había regalado.
De pronto, noté como alguien se sentaba a mi lado.
-Bonito dibujo- dijo una sensual voz -aunque estoy demasiado serio-
-Es la cara que tienes Loki- reí -¿Recurres a la magia para hablar conmigo?-
-No tengo otra opción- suspiró -así estoy un poco más cerca de ti-
-Lo sé- sonreí con suavidad -Feliz cumpleaños-
-Gracias- dijo con una suave sonrisa.
-¿Puedo preguntarte algo?- dije curiosa.
-Claro- dijo sonriendo-
-Cuando dijiste que no significaba nada para ti...- dije controlando mis lágrimas -¿Lo decías en serio?-
-No- dijo mirando al suelo -para mi significas demasiadas cosas-
-¿Y qué significo exactamente Loki?- dije -necesito saberlo-
-Él problema es que no lo sé (T/N)_______- dijo mirándome fijamente a los ojos -no sé si eres una amiga, una hermana, una enemiga, una amante... lo único que sé es que no puedo vivir sin ti-

Unas lágrimas cayeron de mis ojos, no poder abrazarle y besarle me dolía.

Cuando Serena apareció, la ilusión de aquel Loki desapareció.
Me levanté del suelo y fui a su lado.
-¿Lo conseguiste todo?- dije sonriendo.
-Si- dijo ella -vamos a la cocina-
-Vale- dije sonriendo.
-¿Has estado hablando con él verdad?- dijo Serena acariciando mi cabello -tienes esa sonrisa alegre-
-Siempre la tengo- dije.
-No desde que Loki fue encerrado- dijo ella -sabes que puedes contármelo-
-Si- suspiré -pero por fin Thor me ha dado permiso para verle-
-Me alegro muchísimo pequeña- sonrió -sé que tienes muchas ganas de estar a su lado-
-Demasiadas- sonreí.

Serena me ayudó a preparar la tarta de Loki.

Era una tarta con las mejores frutas de Asgard y su sabor era dulce pero para nada empalagoso.
La cubrí con chocolate y dibujé un "Felicidades Loki" con chocolate blanco haciendo también algunas formas.
Como sobraba masa, decidimos hacer un pastel para el postre de la cena.

Al terminar de cenar, Thor me acompañó a la habitación de Loki.
-Recuerda- dijo él -si te hace algo...-
-Lo sé Thor- dije -no me hará nada-
-¿Estarás bien?- dijo mirándome con preocupación.
-Si- sonreí besando su mejilla -buenas noches querido hermano-
-Buenas noches pequeña- dijo antes de abrir la puerta.

Entré en la habitación de Loki, el cuál estaba de pie mirando por la ventana, y Thor cerró la puerta.

Mi pulso se agitó por la emoción de verle y una enorme sonrisa cruzó mi rostro.
Dejé el pastel en una pequeña mesa y corrí para abrazarle con fuerza.

Al principio se sobresaltó, ya que no me esperaba allí, pero luego me estrechó con fuerza entre sus brazos.
-Estás hermosa- dijo dándome una vuelta sobre mi misma.
-Gracias- dije sonriendo -mira, te hice tú pastel favorito-
-Nuestro pastel favorito- dijo él -¿Recuerdas como nos peleábamos por él?-
-Si- reí -Serena siempre hacía tres para que no hubiese peleas-
-Eran buenos tiempos- rió.

Loki se sirvió un trozo y luego me dió otro para mí.

Estábamos comiendo mientras le contaba lo que había hecho cuando las dudas volvieron a mi cuerpo.
-Loki- dije -¿Lo que me dijiste antes era cierto?-
-Si- dijo dejando los platos de nuevo en la mesita -sabes que no puedo engañarte-
-Lo sé- dije abrazándole por detrás -te extrañé mucho-
-Y yo a ti- dijo él -mucho más de lo que crees-

Sin darnos cuenta, estábamos besándonos con mucha ternura.

Poco a poco, los besos pasaron a ser más intensos y la ropa que llevábamos se deslizaba hacia el suelo.
Nos tumbamos sobre la cama mientras devorábamos nuestros labios con ganas.
Cuando me penetró, un gemido se me escapó con fuerza.
Volver a sentirle dentro de mí era una sensación que había extrañado muchísimo.
Sus movimientos eran fuertes y rápidos y provocaban que mis gemidos fuesen más intensos.
Mis manos arañaban su espalda haciéndole gemir también a él mientras me besaba para acallar nuestros gemidos.

Llegamos juntos al orgasmo el cual fue mucho más intenso que la última vez que lo habíamos hecho.
Al poco, ambos nos quedamos dormidos abrazados el uno al otro sin saber si aquella sería la última noche que pasaríamos juntos.