Regreso al principio -COMPLETO-

Capítulo 1: Prólogo

Prólogo

Su vida nunca había sido fácil, nunca la suya. Era "El Niño que Vivió". Eso es todo lo que alguien vio, y odiaba el apodo. Nunca lo pidió ni la reputación que venía con él, algunos lo llamaron un héroe, otros lo pensaron peor que el propio Voldemort.

Todo su tiempo en Hogwarts fue un desafío tras otro. Primero La Piedra Filosofal. Entonces La Cámara de los Secretos. Incluso sus amigos le temían, pero la gota que colmó el vaso fue El Cáliz de Fuego. Su mejor amigo Ron Weasley, desde el primer año se volvió contra él, fue entonces cuando Harry comenzó a entrenarse, una vez que recuperó The Potter Grimoires.

Pasó cada momento libre en The Room of Requirement entrenando y leyendo The Potter Grimoires.

La cuestión es que no estaba seguro de si encontró The Potter Grimoires, o The Potter Grimoires lo encontró. De cualquier manera, sabía no mirar un caballo de regalo en la boca, y los usaría bien.

¡Ron era un enorme git celoso! Harry pensó, sacudiendo la cabeza, murmurando, "Mi amigo!"

Ron vio crecer las habilidades de Harry a pasos agigantados y lo dejaron atrás. La verdad es que no sabía cómo aplicarse a sí mismo ni eso o no quería.

Sin embargo, el resentimiento de Ron fue poco a poco conseguir lo mejor de él, Hermione no era mucho mejor ofender a cualquiera que es mejor que ella en cualquier cosa y siempre señalando "Las Reglas" y la constante necesidad de seguirlos.

Harry pensó, ella pasa todo su tiempo en la biblioteca con la cabeza en los libros. Entre tratar con Dudley y Aquel Que No Debe Ser Nombrado. Sé que esos libros dejan mucho fuera de la historia

"En una pelea callejera no hay reglas." Harry murmuró para sí mismo recordando los eventos de su segundo año, todos los insultos y burlas de la escuela, pero el corte más profundo de todos fue la traición de Ron Weasley y Hermione Granger después de ese evento. Siempre había tenido sus dudas con respecto a su amistad, pero este fue el último clavo en el ataúd.

Mis amigos... Pensó mientras comía su carne de la mañana.

Harry se dio cuenta de que su Intelecto Mágico y Poderes de Observación se habían duplicado y tenía una memoria casi eidética mientras aprendía oclumencia a un ritmo alarmante. Podía aprender y recordar el conocimiento a un ritmo fenomenalmente rápido.

Harry siempre fue una persona muy inteligente. Tenía habilidades agudas de observación y con su capacidad para absorber el conocimiento, y con todo el entrenamiento que estaba haciendo, se estaba convirtiendo en una fuerza a tener en cuenta. Ya sea por humildad o simplemente por supervivencia, se contuvo y se engañó tratando de no llamar la atención sobre sí mismo.

Terminando su última clase del día él se quedaría sin el aula y usando una combinación de La Capa de la Invisibilidad y el Mapa de Merodeadores encontró su camino a La Sala del Requisito.

'Dios bendiga a Dobby', había pensado cuando entró en la habitación. Fueron tres días después de la selección de campeones que Harry finalmente había tenido suficiente. Necesitaba un lugar para entrenar. Necesitaba un lugar lo suficientemente privado como para poder relajarse un poco y sentarse sin mirar y mirar.

Había pensado en la Cámara de los Secretos. Pero descartó esa idea muy rápidamente. Nadie puede verlo entrando en las cámaras. Su nombre está siendo arrastrado por el barro tal como es. No quería darles a los demás un incentivo para idear teorías locas.

Más que eso, no quería enfrentarse a Dumbledore de nuevo. Si alguna vez volvía a encontrarse con el anciano, lo estrangularía. Para una supuesta alternativa de Merlín en el mundo mágico, ha puesto a Harry en peligro suficiente y bajo su propia vigilancia. Su extraña peculiaridad fue divertida por algún tiempo, pero finalmente comienza a rallar los nervios.