Christopher se presentó en el palacio real, llevando a Hyunjin encadenado a su lado. Minho, el príncipe del mal, los miró con una sonrisa torcida. A su lado, Jeongin observaba con preocupación, Minho no lo había querido soltar en días.
—He cumplido con mi parte del trato —dijo Christopher, su voz firme—. Este es el tesoro de Altanasia.
—¿Y ese a tu lado?
Señaló con la cabeza a Jisung, este solo lo miro, sintiendo su corazón latir de manera fuerte.
—Es uno de mis aliados, Jisung ahora está conmigo.
Minho asintió, detallando al chico. Le parecia un poco extraña esa situación, aunque le resto importancia. Su pensamiento se encontraba en el tesoro frente a él.
Minho se levantó de su trono y se acercó a Hyunjin. Tomó su rostro entre sus manos y lo examinó detenidamente. Sus finas facciones, sus ojos azules, su piel pálida y su cabello negro largo lo fascinaban. Además, podía sentir la poderosa magia que emanaba de Hyunjin. Chris no quería ni que se le acercara, pero no podía evitarlo, era parte del plan.
Aunque Minho ya no lo quería tanto como antes. Había estado obsesionado con el tesoro de Altanasia, pero ahora que lo tenía, su interés había cambiado. Quizás ya no le importaba ser el más poderoso. Quizás simplemente el príncipe del mal estaba cada día más alejado de Minho.
—No lo quiero —dijo Minho, soltando a Hyunjin y volviéndose hacia Christopher—. Hay algo más que ha captado mi atención.
Christopher frunció el ceño, confundido, era imposible. No podía simplemente negarse.
—¿Qué podría ser más valioso que el tesoro de Altanasia?
Minho señaló a Jeongin.
—Tu hermano. Jeongin.
Jeongin se sobresaltó, sus ojos se abrieron de par en par, Han y Hyunjin lo miraron.
—¿Qué? —murmuró, incrédulo.
Minho sonrió con malicia.
—Es broma, ¿No tienes sentido del humor, Chan?
Christopher apretó su mandíbula, todos en aquella habitación muy tensos. Hyunjin miraba a Jeongin, y este le devolvía la mirada, ambos curiosos de si mismos.
—Sabes bien que no recibo bromas, menos de tu parte.
El príncipe del mal soltó una carcajada que resonó en toda la sala.
—Mañana cerraremos el trato, Hoy estás libre de la maldición pero aún tendrás la marca. Yo obtengo el tesoro de Altanasia y tú obtienes a tu hermano cautivo y a Felix, junto a su libertad.
Christopher asintió lentamente, aunque algo en su interior le decía que Minho no era de fiar.
Minho alzó su mano y en dos movimientos ya no estaban las cadenas en el ojo de Christopher, había desaparecido aquel sello en su ojo, pero seguía aquella cruz en su cien. Jeongin ya no poseía las cadenas al igual que Felix.
—Bien—dijo finalmente, sintiendo como si bloques de acero se despegaban de sus brazos y espalda, dejándolo libre de años de mandato.
Christopher sabía que Minho no podía romper un trato, si lo hacía sus demonios serían más fuertes de lo que ya son. Pero si podía posponerlos, así que aún puede huir con Hyunjin, antes de que sea de su propiedad. Mañana la marca en la cien de Christopher desaparecería, y las cadenas aparecerán en el ojo de Hyunjin...
Por ello no les quedaba mucho tiempo, podrían huir con la marca de Christopher, eso no le afecta tanto sin las cadenas. Pero una vez Hyunjin sea de su propiedad, sería imposible.

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Contando Las Estrellas.
FanfictionLos rumores y cuentos del mundo susurran que lo único que se sabe de Hwang Hyunjin, aparte de su nombre, es que es un príncipe de alto prestigio de una tierra lejana y hermosa. Sin embargo, en sus 23 años, nunca logró poseer magia, un secreto guarda...