"El mayor peso es el que no se ve, ese que llevas por dentro cuando el alma está agotada."
═════════ ⋆★⋆ ══════════Cade
-Mamá, por favor, va a ir todo el mundo -suplico, soy capaz de ponerme hasta de rodillas para que me deje.La sigo cuando camina hacía la cocina y clavo mi mirada en su espalda.
-Te he dicho que no, y ya sabes por qué.
Hago una pedorreta con la boca.
-Bautista irá, ya te lo dije, estará conmigo y va a llevarme, además creo que me deja quedarme a dormir allá.
-No creo que se...
-Por favor -pongo mis manos en sus hombros y aprieta los labios- nunca me invitan a ninguna lado, es la primera vez luego de todo eso -tenso la mandíbula- ¿me dejas?
-Mhm -suelto un suspiro al ver que comienza a ceder- pero ni se te ocurra tomar alcohol, sabes lo mal que puede hacerte si lo mezclas con el medicamento.
-Ya lo se, pero si voy a la fiesta no voy a tomar las pastillas, me dan sueño.
Asiente y se queda pensativa unos segundos.
-Sigo pensando que es mala idea.
Ruedo los ojos y apoyo una mano en la isla de la cocina.
-Estoy por cumplir los dieciocho, voy a irme de casa y no podrás estar calculando cada cosa que hago.
-Claro que puedo -bufa y se dirige a más escaleras pero se detiene de golpe- ¿Qué tú no tienes partido?
Mierda, Cierto.
La esquivo y subo a toda velocidad las escaleras hasta encerrarme en mi cuarto, tomo la camiseta y me la pongo junto con el short y los botines.
Suelto una palabrota al asomar la cabeza por la ventana y verlo afuera, aunque esta vez en el auto, tiene la espalda apoyada en la puerta y teclea en su móvil. El sol le da directamente en el cabello haciéndolo ver más castaño, sin pensarlo dos veces le tomo una foto, no sé ni para que pero no pierdo nada con hacerlo
Me lavo los dientes y bajo.
-Que te vaya bien -le sonrío a Mamá y antes de irme le doy un beso en la mejilla.
Abro la puerta y retrocedo un paso al verlo, tiene el rostro brilloso por el calor junto con una sonrisa tierna en el rostro.
Siento una mano apartándome del camino y lo miro abrazando a MI progenitora con más felicidad que cuando me abraza a mí, y ella igual, parece como si hubiera encontrado a su hijo perdido.
La traición nunca viene del enemigo.
-Tenemos que irnos -murmuro cruzándome de brazos, al ver que comienza a decirle un par de cosas entre susurros tiro de su brazo con delicadeza y tomo el de Bautista para empujarlo fuera.
-¿Por qué te enojas? -arrugo la nariz.
-No estoy enojado.
-Tienes el ceño fruncido.
Tinis il ciñi fruncidi.
-Te quiere más a tí que a mí -me quejo y el muy idiota comienza a reírse, lo odio- vete a la mierda.
-Oye -acelera hasta situarse a mi lado, lo miro con mala cara y se que apreta los labios para no reírse- tus ojos se ven bonitos en el sol.
-Tis ojis si vin binitis in il sil.
-Muy maduro.
-Déjame en paz.
Hace el amague de abrirme la puerta pero antes de que lo haga me subo.

ESTÁS LEYENDO
Punto De Quiebre
Dla nastolatkówOliver se ha pasado la vida entera tratando de encajar en algún lugar, formar parte de algo y aún no encuentra eso que le permita sentirse en casa, a salvo. Ben está harto de su vida, de esforzarse por sobresalir, de ver a su madre sufrir y de sopor...