ＬＯＢＯＴＯＭＩＡ- ℭ𝔦𝔯𝔲𝔤𝔦𝔞 𝔡𝔢𝔩 𝔞𝔩𝔪𝔞

grito silencioso

La sala de procedimientos estaba en silencio, roto únicamente por el sonido rítmico de los instrumentos quirúrgicos siendo guardados. Xie Lian permanecía en la camilla, su respiración lenta, sus ojos entreabiertos pero vidriosos, como si miraran hacia un vacío insondable. Su cuerpo, ahora relajado, parecía casi pacífico. Pero no había vida en su mirada, ni siquiera un eco del hombre que alguna vez fue.

Jun Wu se acercó, sus pasos resonando con una deliberación casi teatral. En su rostro se dibujaba una sonrisa torcida, una mezcla de satisfacción y un retorcido placer que hizo que los asistentes en la sala evitaran su mirada. Se inclinó sobre Xie Lian, estudiándolo como un escultor evaluando su obra maestra.

—¿Ves? —murmuró, dirigiéndose a nadie en particular, aunque su tono sugería que hablaba con Xie Lian—. Ahora eres perfecto. Sin dolor, sin dudas. Solo paz.

Xie Lian no respondió, su boca apenas se movió, emitiendo un murmullo ininteligible. Jun Wu ladeó la cabeza, fingiendo interés, y colocó un dedo en los labios de Xie Lian para silenciarlo.

—Shhh... no hace falta que hables. Sé que me entiendes... a tu manera.

El doctor enderezó su postura, sus ojos brillando con una intensidad perturbadora. Dio un par de pasos hacia una bandeja cercana, tomando un espejo pequeño de mano. Con una sonrisa que parecía cortada por la crueldad, regresó a la camilla.

—Mírate, Xie Lian. —Levantó el espejo frente al rostro inmóvil del paciente—. ¿No es esta la imagen de la serenidad? Un lienzo en blanco. Ya no más guerras, no más sacrificios inútiles. ¿Quién necesita recuerdos cuando yo puedo darte un propósito?

Xie Lian parpadeó lentamente al ver su reflejo, pero no hubo reconocimiento en sus ojos. Jun Wu, deleitado por la reacción ausente, dejó el espejo a un lado y se inclinó de nuevo, sus labios rozando el oído de Xie Lian.

—Sabes, siempre me pregunté... —su voz se volvió un susurro venenoso— ¿Qué haría falta para reducir a un dios a esto? A algo tan pequeño, tan dócil. Y ahora lo sé: solo un poco de presión en el lugar correcto.

El ambiente en la sala se volvió sofocante. Los asistentes, que intentaban aparentar indiferencia, se movían incómodos, como si la oscuridad que emanaba de Jun Wu pudiera alcanzarlos. Pero él parecía completamente ajeno, perdido en su monólogo.

—Haremos grandes cosas juntos, Xie Lian. —Jun Wu acarició suavemente la mejilla de su paciente, el gesto casi cariñoso pero profundamente inquietante—. Tú obedecerás, y yo... yo seré el autor de tu nueva vida.

Xie Lian dejó escapar un sonido, un gemido suave que parecía más instintivo que deliberado. Jun Wu rió, un sonido bajo y áspero que resonó en la habitación como un eco siniestro.

—¿Eso fue un "gracias"? —preguntó con burla, apretando ligeramente el rostro de Xie Lian entre sus manos—. Oh, no tienes que agradecerme todavía. Aún no hemos empezado.

El doctor se enderezó, sus ojos recorriendo la figura inmóvil en la camilla con un deleite perverso. Se giró hacia los asistentes, que se quedaron petrificados bajo su mirada.

—Déjenme solo con él —ordenó, su tono tan helado que nadie osó cuestionarlo.

Cuando la puerta se cerró detrás de los asistentes, Jun Wu se inclinó una vez más hacia Xie Lian, su rostro casi tocando el suyo. La habitación parecía encogerse, atrapando toda la energía oscura en ese único espacio.

—No te preocupes, Xie Lian... —dijo con una dulzura artificial, sus ojos brillando con malicia—. Este es solo el comienzo.

Jun Wu se enderezó, su figura alta y dominante proyectando una sombra sobre el paciente. La habitación quedó en silencio, salvo por el sonido rítmico de la respiración de Xie Lian, ahora lenta y mecánica, como si estuviera bajo un trance eterno.

Y entonces, con una última mirada, Jun Wu apagó las luces, dejando a la sala sumida en una oscuridad que se sentía más pesada que cualquier silencio.

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Espero les haya gustado este cap 

💖SE LES AMA💖