Contando Las Estrellas.

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Después de cumplir su misión, Felix y Seungmin regresaron Altanasia junto a Han. La noticia lleno de tristeza todo el lugar, pero su madre se encontraba serena. Su reacción fue muy diferente a la que todos pensaron.

Han la miro, se encontraban en el jardín real.

—Disculpe, majestad, ¿Por qué está tan tranquila con respecto a la muerte de Hyunjin?

La reina negó, una sonrisa serena se formó en sus labios mientras camibanan.

—Él está vivo...

Han abrió los ojos, y con una pizca de esperanza preguntó:

—¿Por qué lo creé?

—Hyunjin es toda la magia de este Reino, y de todo el mundo entero...la magia no ha desaparecido...

—¿Eso significa?...

La Reina asintió.

—Si, Hyunjin está vivo, aunque quizás no lo veremos por un tiempo..

Han quiso comentarle esto a Seungmin, pero este ya había partido a su pueblo natal. La noticia de sus hazañas se había extendido, y el pueblo los recibió con gratitud y admiración. Seungmin fue aclamado como un héroe, pero él se aseguró de contar la historia completa, honrando el sacrificio de Hyunjin y la redención de Minho.

Con el tiempo, Felix comenzó a superar su trauma. El amor y el apoyo de Seungmin fueron fundamentales en su proceso de sanación. Juntos, encontraron la fuerza para seguir adelante y construir una vida llena de amor y armonía.

Un día, bajo un cielo despejado y rodeados de amigos y seres queridos, Felix y Seungmin se casaron. La ceremonia fue hermosa y emotiva, un testimonio de su amor inquebrantable. El pueblo entero celebró su unión, sabiendo que su amor era un faro de esperanza y felicidad.

Felix y Seungmin vivieron juntos en Valhallie, un lugar de paz y serenidad. Su hogar se convirtió en un refugio de amor, donde siempre había una bienvenida cálida y una sonrisa sincera. Juntos, enfrentaron el futuro con valentía y optimismo, sabiendo que mientras estuvieran juntos, podrían superar cualquier obstáculo.

El sol se ponía sobre el horizonte, bañando Valhallie en una luz dorada. Felix y Seungmin, tomados de la mano, miraban el atardecer desde su hogar, sintiendo una profunda gratitud por el amor que compartían. Su historia, marcada por la redención y el sacrificio, era un testimonio del poder del amor y la esperanza.

Y así, en la tranquilidad de su hogar, Felix y Seungmin vivieron felices, sabiendo que habían encontrado en el otro un amor verdadero y eterno.

(°°°)

Está vez, el destino decidió pensar. Se dió cuenta de sus actitudes egoístas y de su falta de puntualidad, entonces, siguiendo la redención de Minho. El destino pidió perdón por ser cruel y condenar a todos a un futuro como el de ahora. El destino siente que estuvo bajo los hechizos de la dama camellia, por eso fué malo y quizo hacer presente la profecía.

Con una carta que Christopher le hizo a Hyunjin, el destino desea disculparse.  El destino dice que aquí no acabo la historia de ellos dos...

¿Deberían creerle al destino?

...

...

“Justo ahora me encuentro bajo el cielo nocturno, a la orilla del océano, contando las estrellas y nombrandolas a cada una con las cosas que juntos hicimos. Ya van veinte y aún no llego al momento en que te declare mi amor por primera vez.

La estrella de justo ahora es la que muestra el momento en que me preguntaste «¿Cuál es el cuarto significado de cautivó?» ese que jamás logré decirte.

He estado viendo por noches el momento en que te observé por primera vez, ¿Recuerdas?, creo que puedo repetirlo un sinfín de veces y jamás me cansaría, ese recuerdo es una de mis estrellas favoritas.

Justo ahora, parece que le escribo a la nada, justo como tú solías hablarle a está misma. Solo que en realidad te estoy poniendo al día sobre lo que ha sucedido.

Jeongin volvió a estudiar, parece que cuando volvimos, lo hicimos exactamente en el tiempo que nos fuimos.  Así que nada cambio.

Ahora soy dueño de un restaurante con un nombre que quizás tenga mucha relación contigo.

Yo... realmente te extraño. Y creo que seguiré contando estrellas hasta envejecer y morir, porque como tú dijiste, todos nuestros momentos son estrellas, debido a que son infinitos, razón por la cual aún me aferro a que nuestra historia no termine, de que nuestros momentos jamas acaben y de que nunca los termine de contar.

Aún te amo, como la primera vez que te vi bajo la luz de la luna, y dejaré de hacerlo hasta que no queden mas estrellas que contar.

Te amé, te amo, y te amaré. Tal como te esperé, te espero y te esperaré.”

—Bangchan