C a p i t u l o 2: la fuerza y el mal

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Estaba levitando, no podía evitarlo, pero cuando menos me lo espere caí a el suelo fuerte.

— auch -toqué mi cabeza mientras me levantaba-

Luego de tratar de comunicarme con una de las dimistrucu salía algo mal, levitaba y caía bruscamente a el suelo, al parecer las habían descubierto.

Flasback

— ¿están seguras de hacerlo aquí? -dije dudosa- pueden detectarlo.

Danielle una de las hermanas rasgo la palma derecha de su mano y botando la sangre encima del aldeano que las hermanas habían elegido para ser más fuertes, las otras dos hermanas lo hicieron y luego me dieron el material afilado para proseguir.

La rasgue emitiendo un pequeño gemido de dolor y puse mi mano cerca del cuerpo del aldeano desconocido que nos maldecía.

— ¡brujas repugnantes, la van a encontrar y las quemaran vivas, asquerosas de mierda! -gritaba-

Tenía sus ojos vendados y escupía cada que podía.

— también le hubiéramos tapado su asquerosa boca -dijo Liria-

Tomamos nuestras manos con fuerza, cerramos nuestros ojos y dijimos el conjuro a el unísono.

"Bajo la luna llena, en esta noche sagrada,
Invoco los antiguos poderes, que nunca han menguado. De la tierra y del cielo, mi espíritu reclama, La fuerza vital, que nunca se amaina. En este caldero, mi esencia se funde, Con las hierbas y el agua, mi espíritu se afunde. La oscuridad me envuelve, pero no me aterra, Pues en ella renaceré, más fuerte y más entera."

Sentí que estaba levitando y abrí mis ojos al ver si las hermanas dimistrucu también lo hacían pero yacían en el suelo viendo como el aldeano estaba prendido en fuego, mi cuerpo se sintió pesado otra vez y temí por mi vida ya que estaba demasiado alto, unos susurros invadieron mis oídos, eran susurros vagos, no podía entender ninguno de ellos, sentí que tocaron mi hombro y repentinamente estaba junto a las hermanas y tirada en el suelo.

— ¿en serio te desmayaste cuando terminaste el conjuro?

— ¿que? Yo...yo estaba levitando.

— ammm, claro que no -dijo Annie-

Fin del flasback

{....}

Estando en la plaza repleta de aldeanos, solo tuve una opción y es actuar como si nada, pase por el territorio de la familia Dimistrucu, pero habían caballeros acechando el lugar, ni loca me atrevería.

Agarre unas manzanas mientras las metía a mi canasta, unas voces muy reconocidas fueron escuchadas en la plaza central, todo el mundo se estaba acercando y sin duda yo también.

Quede aterrorizada por ver a la pequeña familia dimistrucu siendo arrastradas a la fuerza y amarradas.

Cerré mis ojos, estando cerca de ellas tal vez pueda comunicarme, oh, pero podría levitar, tendría que una de ellas comunicarse conmigo.

— ¿que no son las hermanas dimistrucu?

Escuche decir a una de las pueblerinas, todos susurraba y me estaba matando, quería salir corriendo del lugar.

—  Mirad, esta familia de mujeres ha sido acusada de brujería por la realeza y el pueblo. Si aldeanos de Lúmina, aquí tenéis a unas brujas que han estado matando a la gente para no morir. Las quemarán y las enviarán al infierno, donde perteneceis -dijo un jefe de la casa real-

El príncipe y la Bruja- 1600Donde viven las historias. Descúbrelo ahora