Womenlarnd; Daerin (G!P)

Capítulo 8

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—¿Quién fumaría una piruleta? —pensó Danielle. No, no lo hacía.

─¿Disculpa? ─dijo la chica a su lado y se quitó el palito de la boca. Danielle miró el encendedor de la joven, fingiendo que no tenía el suyo consigo en su otra mano.

─¿Me lo prestas?

La incomodidad las acompaña, pero también la incertidumbre, la noche y el silencio del hotel. Hay algunas luces encendidas abajo, y el brillo de los edificios a lo lejos resalta en puntos brillantes sobre largas torres oscuras. Danielle exhala y expulsa suavemente el humo, había pasado mucho tiempo desde que fumaba. Estando en este nuevo mundo, siente la necesidad de distraerse y soñar con el otro que ahora muy extraña.

─Me gusta quemar el caramelo. Luego lo pruebo. ─Danielle frunció el ceño, mirando la piruleta roja en forma de corazón. ─Y morder el palito también. Aveces disfruto de un cigarrillo. ─"Genial, estoy aprendiendo cosas nuevas." ─Danielle Marsh, ¿verdad?

─¿Cómo lo sabes? ─Danielle dudó ahora. ¿Y si esta chica tenía algo que ver con Wonyoung? "¡Esa Wonyoung está loca! Yo no quería para nada ser parte de una realidad en donde las chicas parecen estar obsesionadas conmigo ¿qué carajo?" ─Toma tu encendedor. ─Danielle se lo dio bruscamente, la chica a su lado la miró con calma.

─Me lo dijo la dueña del hotel, tranquila. Por lo general ninguna mujer viene a la habitación 03, especialmente por las chicas que se encuentran en la 04. ─Sonrió. Esa sonrisa demuestra muchas palabras. Danielle la miró con curiosidad. Por ahora no teme.

─¿Chicas..? ¿Cuántas hay en esa habitación?

─Por ahora soy solo yo. Mi nombre es Kang Haerin.

─Um, un gusto conocerte, Haerin. ─Murmuró Danielle antes de tirar la colilla, resulta que ni siquiera la tiró, se le resbaló de las manos y cayó afuera del barandal. ─¡ayy! ─por un momento se rió de su torpeza. ─Bueno, me voy. Buenas nohc-

Danielle fue empujada hacia atrás desde la cintura.

Cuando se da la vuelta, la chica que está frente a ella se levanta frente a su pecho. Es más alta y Danielle sabe que es del otro rango.

Haerin acorta la distancia entre ellas, Danielle percibe su perfume, suave, afrutado. La confunde esa altura imponente, mezclada con sus ligeros músculos, sus hoyuelos y su mirada felina... Danielle definitivamente no esperaba encontrarse con una mujer así.

─Hey, Kang, ¿qué rayos estás haciendo? ─Danielle escupió, fingiendo estar seria o que está molesta, o que es una tipa ruda del rango de las dóciles con la que no habría que meterse. Pero Haerin no se mueve.

─¿Entonces eres una tal turista, nueva por aquí? ─Haerin levantó la mano y agarró las mejillas sonrosadas de Danielle, Danielle refunfuñó y la golpeó en el pecho. ─Bastante fuerte. ─Respondió Haerin.

─Malditas perras locas, ¿por qué son todas así? ─murmuró Danielle, refiriéndose a las chicas superiores, ¿por qué tenían que ser así? De cualquier manera, Danielle odia la sensación. Se siente atraída por Haerin, es raro. ─¿Qué quieres...?

Haerin negó con la cabeza. ─Supuse que no podías ser una turista. ─respondió con seriedad ─Pero sí de alguien que fue enviada. Las otras mujeres de este hotel y la dueña, incluso su pequeña hija, saben de lo que mi amiga y yo nos encargamos de vender. ─Ahora Danielle entiende el silencio incómodo de Chiquita a mediodía.

"Okay okay, entonces vende drogas, es un delito en sí mismo." ─Sé a qué te refieres... ─respondió sin importancia.

Haerin se llevó la paleta a la boca, probándola. Danielle bajó la mirada en derrota, tenía las mejillas tan rojas cuando Haerin lamió ligeramente la paleta y la atrapó entre sus pequeños labios. "La rara que vende droga es un poco... ¿sexy? No, no puede." ─¿Pensabas que yo era parte del FBI o una policía encubierta? Por Dios. ─Danielle rió ronca. Es gracioso cuando nadie más te ha conocido antes.

Kang se quedó quieta, asombrada y también interesada. Su expresión cambió y su hombro y el de Marsh se rozaron al pasar a su lado. ─No sé, debería tener cuidado. ─Danielle se giró para mirarla. ─O tú conmigo.

...

A la mañana siguiente Danielle se despertó sedienta. Bebió agua de unas botellas que compró y se vistió rápidamente para encontrarse con Chiquita. Ella ya estaba afuera en el pasillo, con el uniforme en mano y comida.

─¡También te traje un pastelito para tu desayuno! ─Danielle tomó la bolsa con comida, sonrió.

─De verdad que eres muy amable. ─Chiquita es joven, pero Danielle la percibe como una superior, sabe que esta chica será muy respetuosa de adulta, como los hombres buenos de su mundo. Pero aquí, una mujer superior/alfa valiosa en el futuro como Chiquita será la "gloria".

─Por cierto a mi madre ya le agradas mucho. ─Dice Chiquita y se acerca en silencio, para poder susurrar: ─Ella ya sabe que no eres una turista.

"Oh, por favor, otra vez no."

─¿Esa rara de Haerin las ha amenazado? ─cuestionó Danielle.

Chiquita se sorprendió.

─No exactamente... de hecho su amiga, Hanni, ha pagado muy bien, nos da más dinero de lo que pedimos en la renta u hospedaje. Pero mi madre no las ha denunciado, es importante el dinero ¿sabes? ─Danielle bajó la mirada y negó con la cabeza.

─De todas formas, no soy policía, lo siento. 

Marsh piensa en algo.

Alguien que realmente la respeta y la toma en serio es Chiquita. Ahora, ella sabe a quién le puede decir la verdad.

"Sé que me entenderá".