𓈒 ﾞ Dueño de melancólicos orbes abrumados por una extraña soledad; él nunca buscó a nadie que lo hiciera sentir "completo". Pero aquel chico cerúleo era tan espontáneo, que Yellow nunca se percató, si quiera, del momento en el que él terminó creand...
"teemo republica serendipia mimimimi" aquí esta su pinche serendi-
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antes de comenzar... bueno, si fueron de ese minúsculo grupo de personas que leyeron el fic en su primera versión (hace un año) me gustaría que borren cassette y finjan que están leyendo algo nuevo.
ningún concepto de la anterior versión se ha repetido... bueno, bah, que prácticamente he creado un fic nuevo, nada que ver con el anterior. de igual forma agradecería si no hacen mención alguna de la anterior versión porq esa gonorrea sí estaba bien pinche fea.
no sé si les vaya a agradar esta nueva versión (en el sentido de que tiene una subtrama diferente, porque el AU escolar se mantiene) pero en mi defensa, la anterior era muy ekisde como para continuarla... yo creo, pienso, opino y concluyo que esta les agradará más (?. no lo sé, a mí me gusta un poco.
de cualquier forma, ya continuaré en las notas finales. por mientras a leer (dios ayúdame)
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Las dos primeras semanas del último año escolar transcurrieron con una increíble tranquilidad para Yellow.
Había logrado establecer una rutina diaria que le resultaba reconfortante: llegar puntualmente cada mañana, tomar apuntes de sus clases, y de vez en cuando, entablar una conversación ligera con el chico simpático que había decidido sentarse a su lado. Podría acostumbrarse a esa calma durante todo el primer semestre; de hecho, empezaba a encontrarla sorprendentemente agradable.
Yellow trató de llevar aquel año con calma, evitando saturarse con academias u otras actividades complementarias. Aparte de que realmente no las "necesitaba", había escuchado en más de una ocasión los comentarios amargos de otros estudiantes de último grado que se quejaban de la inmensa carga de tareas, proyectos e investigaciones. Y, en el fondo, Yellow deseaba aprovechar su tiempo libre para dedicarse a algún pasatiempo... o al menos descubrir si tenía uno.
Por ahora, todo iba según lo planeado. Haber entablado amistad con Red, su compañero de mesa, había sido una de las mejores cosas que le habían ocurrido en esas dos semanas. Red era alguien activo y observador, siempre atento a lo que pasaba a su alrededor. Además, en los pocos trabajos en pareja que habían tenido hasta el momento, Red había demostrado su empeño en hacer las cosas bien, esforzándose en cada detalle para presentar buenos resultados.
