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capítulo uno La sonrisa Lawrence
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TORY NUNCA HABÍA SIDO UNA CHICA CONSIDERADA AMISTOSA. ELLA realmente no tenía amigas. No más que a Kristine y por un momento a Samantha LaRusso. Tory había conocido a la chica Lawrence primero que a su novio. Al principio la consideraba irritante por seguirla por todos lados e invitarla a salida de chicas.
Pero después le tomó mucho cariño.
Fue la única persona en la que pensó antes de tomar su decisión y, en cómo podía lastimarla.
Pero Tory sabía que no tenía más opciones.
O al menos era lo que creía.
— Bienvenidos competidores, senseis,patrocinadores y estimados invitados, a Barcelona sede este año del mayor torneo de karate del mundo, el Sekai Taikai—todos aplaudieron—. El Sekai Taikai cuenta con una orgullosa historia. Y si están aquí, es porque encarnan todo lo que este representa: liderazgo, respeto, deportividad. capitanes, un paso al frente y ponganse sus cintas.
Kristine miró a su padre, quien le sonrió con orgullo.
Un suspiro tembloroso salió de los labios de Kristine. Dio un paso al frente a la par de su hermano y se colocó la cinta.
Kris evitaba mirar a Tory, quien era la capitana de cobra kai.
— Capitanes, tendrán el honor y privilegio de competir en nuestro torneo televisado de campeones. Pero eso solo será posible si su dojo destaca en nuestras competencias por equipos para llegar a los cuatro finalistas. Cuando termine el torneo, sumaremos todos los puntos obtenidos por sus dojo. El dojo con más puntos ganará el Sekai Taikai. Los eventos por equipo empezaran mañana.
— ¿Lo sabías?—preguntó Kristine a su hermano.
— No. Creí que tu si. Como ya nunca me cuentas nada—respondió a secas.
Seguía molesto.
Kristine suspiró molesta.
— Ella me lo pidió, Robby. Madura de una puta vez.
