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Era una noche fría, con la lluvia golpeando los ventanales de colores variados de aquel local, un lugar que muchos conocían como un sitio de perdición. Sin embargo, para quienes trabajaban allí, aquella velada parecía más tranquila de lo habitual, quizás debido a la lluvia. Los pocos hombres que permanecían en el lugar ya estaban bajo los efectos del alcohol o acompañados por las "cortesanas" que ofrecían sus servicios.

Sí, era un antro. En su menú figuraban una amplia variedad de bebidas y la compañía de mujeres que ofrecían danzas sensuales y otros espectáculos. Algunas de estas actuaciones estaban diseñadas para disfrutarse en la privacidad y junto una pareja, ya fueran una relación establecida o simples desconocidos compartiendo el momento.

_- sonic! –llamo en voz alta debido al fuerte volumen de la música-

S- -al escuchar su nombre se acerca algo apresurado- dime, que paso?

_- lleva esto a la mesa siete, solo ten cuidado son de "eso" –advirtió con algo de preocupación-

S- claro, por cierto –tomo los tragos para luego colocarlos cuidadosamente en su bandeja- el jefe te busca, espió

E- ahg*, no me da respiro ese señor... -respondió algo cansado-

S- fmfm*, descuida es para algo bueno –contesto y animo con alegría para luego retirarse a aquella mesa-

Espió era el barista de aquel lugar, un gran amigo de Sonic, y gracias a él el cobalto había conseguido aquel trabajo. No era precisamente el mejor empleo que alguien pudiera desear, pero para Sonic era más que suficiente; en ocasiones, incluso le parecía demasiado para él.

Cuando Sonic se acercó a una de las mesas, notó a tres hombres visiblemente ebrios, excepto por uno que destacaba por su mal humor. Su semblante serio y su forma de apartar las copas vacías del centro de la mesa delataban que era el conductor designado.

S- hola chicos –saludo con una sonrisa ligeramente coqueta para luego servir las bebidas y recoger los vasos vacíos- desean algo mas?

_- a ti en bandeja de plata, primor~ -respondió aquel borracho antes de dejar caer su cabeza sobre su ante brazo-

S- fm* -dio una ligera sonrisa ante la acción del borracho, para luego mirar al chico con apariencia molesta- desea un vaso de agua?

_- no gracias –cambio su semblante a uno más amistoso y tranquilo- cuando cierran?

S- cerraremos en unos momentos, desea algo más? –pregunto amablemente-

_- estamos bien, gracias

S- entiendo -sonrió y asintió con la cabeza- que pasen linda noche

_- –brinda un giño ligeramente coqueto- igualmente

Dicho y hecho, el establecimiento estaba cerrando cuando la mirada del cobalto se posó en aquella mesa, que ya se encontraba vacía y era limpiada por uno de sus compañeros de trabajo. Sonic suspiró aliviado y volvió a concentrarse en sus tareas, pero no pasó mucho tiempo antes de que fuera llamado por su jefe.

Era un gato morado, algo regordete, de expresión amable, un rasgo que contrastaba con el ambiente del lugar. Quizás esa era la razón por la que el establecimiento gozaba de tanta popularidad. Al fin y al cabo, bien dicen que un buen jefe puede hablar más del sitio que dirige que cualquier otra cosa que este pueda ofrecer.

S- se le ofrece algo señor big? –abrió con algo de preocupación la puerta de aquella oficina-

B- sonic!, me alegra verte, si –se acercó al cobalto y lo dirigió a un pequeño sillón de aquella oficina- tu desempeño ha mejorado mucho por lo tanto he decidido a subirte de puesto

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⏰ Última actualización: 7 days ago ⏰

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